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Redacción

Distracciones al volante… ¿Cuáles son las peores?

Conducir ahora no es lo mismo que antes. Las tecnologías aplicadas al mundo del automóvil nos ofrecen un sinfín de ventajas y comodidades que, evidentemente, en los coches de hace 20 ó 30 años no había. Pero el mal uso de esas tecnologías puede ocasionar distracciones al volante que pueden acabar en tragedia.

Según un estudio llevado a cabo por la Fundación AAA, existen algunas distracciones que tienen poco impacto sobre la capacidad de conducir, mientras que hay otros que sí pueden ocasionar un riesgo más grande.

Escuchar la radio: Riesgo mínimo

En el estudio se pidió a los participantes llevar a cabo cada acción enfocada en tres factores: cuando no se conduce, cuando se conduce en un simulador y cuando se conduce en una situación real. Para ello, se utilizaron varias medidas para determinar el nivel de distracción, como es el tiempo de reacción y distancia, la actividad de las ondas cerebrales y los movimientos que se hacen con la cabeza y los ojos.

En la prueba, las personas escucharon la radio, se la ajustaron a un volumen agradable antes de empezar a conducir y no se les permitió cambiar de emisora. Bajo estos parámetros escuchar la radio no supone un riesgo, ya que para los investigadores no creen que distraiga lo necesario. Según Bruce Hamilton, director de investigación de la Fundación AAA, “no estamos poniendo la alarma sobre la gente que escucha la radio mientras conduce”.

Escuchar un libro hablado: Riesgo mínimo

En esta sección del estudio, se les pidió a los participantes que escojan uno de estos tres libros hablados o audiolibros: The Giver (Louis Lowry), Water for Elephants (Sara Gruen) y Harry Pottery la piedra filosofal (J.K. Rowling). A los integrantes de este estudio les hicieron cinco preguntas sobre el contenido del libro, elegido por cada uno, para así asegurarse de que estaban escuchando el libro cuidadosamente.

El resultado fue el siguiente. El nivel de distracción al volante al escuchar un libro es mayor que el escuchar la radio. Pero para Hamilton no es lo suficientemente importante como para saltar la alarma, ya que los niveles generales de distracción se mantuvieron relativamente bajos.

Hablando con un pasajero: Riesgo moderado

En este caso la situación cambia. Aquí, el nivel de distracción fue un poco más elevado cuando los participantes charlaron con un pasajero en el asiento de detrás de su coche. En la prueba se les exigió a los participantes a mantener una conversación con un pasajero. La mitad de la prueba tenían que hablar y la otra mitad tenían que escuchar.

A los conductores no se les permitió girar la cabeza para mirar al pasajero mientras habla, ni para realizar acciones como gestos con las manos, que podrían ocasionar una distracción al conducir. Según Hamilton, “los conductores debían mantener sus ojos en la carretera y las manos en el volante durante todo el tiempo”.

Uso del móvil: Riesgo moderado

Durante años, los defensores de la seguridad de los automóviles, compañías de seguros y otros críticos han culpado al uso de los teléfonos móviles de causar distracciones al volante significativas que pueden ocasionar la muerte en muchos casos.

En la prueba realizada se observan que los niveles de distracción son elevados al hablar por un teléfono móvil cuando se conduce. Jonathan Atkins, director ejecutivo adjunto de la Governors Highway Safey Association, comenta que los conductores no deben realizar varias tareas al conducir y cree necesario guardar los teléfonos en un sitio donde no ocasione riesgos. Para él, “es mejor apagar el teléfono y centrarse en la conducción”.

Existe otro estudio publicado por el American Economic Journal en el que relaciona conversaciones telefónicas al volante y accidentes de tráfico. Dicho estudio ha sido probado en ocho millones de siniestros registrados en Estados Unidos entre 2002 y 2005 con llamadas móviles.

Sorprendentemente no han encontrado relación alguna de los accidentes que se produjeron en el período mencionado con llamadas telefónicas al volante. “Lo único que sabemos es que el gran incremento de la penetración y el uso de teléfonos móviles en la población no ha tenido ningún impacto sobre la tasa de accidentalidad”, explicó el científico Vikram Pathania a la BBC.

Los investigadores citan otros factores que pueden intervenir en este hecho que tanto les ha sorprendido. Por ejemplo, que las condiciones del tráfico a partir de las nueve de la noche suelen ser, apuntan, más “moderadas” que en otros momentos del día. Según sus hipótesis, en esas circunstancias el uso del móvil no representaría el mismo peligro.

Las próximas investigaciones contemplarán los usos que, más allá de las llamadas, permiten los smartphones y atiendan a otros condicionantes, como los diferentes tipos de conductores. “Los resultados podrían haber sido diferentes si nos hubiéramos centrado en hombres o en conductores jóvenes”, detalló el otro científico Saurabh Bhargava.

Uso de manos libres: Riesgo moderado

Para muchos, el uso del manos libres es una solución a las distracciones ocasionadas al hablar por un móvil corriente. Pues para los investigadores de este estudio no supone un riesgo menor que hablar por un móvil, “el manos libres no evita la distracción cognitiva”, comentó David Teater, director de iniciativas estratégicas de transporte en el Consejo Nacional de Seguridad.

Otros expertos han llegado a la misma conclusión sobre esta distracción al volante. En otro estudio realizado en 2010 no se encontró ninguna reducción en los accidentes en aquellos estados que prohibieron los dispositivos de mano durante la conducción. La respuesta fue la misma. O más bien, el riesgo es casi lo mismo si se usa teléfono móvil o manos libres.

Sistema de voz a texto: Riesgo molesto

Los sistemas que convierten voz a texto permiten a los conductores enviar mensajes de texto y correos electrónicos sin necesidad de escribirlos. Algunos programas permiten completar otras tareas, como la actualización de su página de Facebook.

Para Peter Kissinger, presidente y CEO de la Fundación AAA para la Seguridad Vial, asegura que “el aumento de la carga de trabajo mental pueden dar lugar a una falta de atención en donde los conductores no ven los peligros potenciales que tienen en frente de ellos”, por lo que este sistema se considera molesto y arriesgado.

Fuente: FoxBusiness, TICBeat

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