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Borja Moya Notario

Diez formas en la que los coches de competición hacen tu vehículo más seguro

Como ya sabemos, los coches de competición se han usado y aprovechado para utilizar las sinergías que se producen en los desarrollos e innovaciones, para incorporarlas en los coches de calle para incrementar su seguridad. Podríamos una lista bastante extensa, pero las mejoras de mayor importancia, las recogemos en 10 aspectos que incorporan todos los vehículos de calle.

1. Frenos

Antiguamente, los coches usaban frenos de tambor. El problema es que no frenaban demasiado bien, y si se calentaban, dejaban de funcionar. En 1952, Jaguar comenzó a introducir las pinzas de freno que conocemos hoy en día en su Jaguar C-Type. No solo le daba un aspecto más renovado, sino que cumplían perfectamente su función. De hecho, consiguieron ganar dos veces la competición de las 24 horas de Le Mans… gracias a los frenos de disco.

2. Cinturones de seguridad

Los arneses de seguridad, es decir, los cinturones de seguridad de los coches de competición, se caracterizan por tener varias tiras de agarre, que dejan completamente fijado al piloto en su asiento. Una mejora que primero pasó por la competición, y después se comenzó a utilizar en los coches de calle. Primero con un cinturón bajo, característico de los coches clásicos, y seguidamente, se empezó a incorporan una versión que amarra todo el tronco del piloto, ofreciendo así una seguridad óptima al piloto.

Como dato de interés, los arneses de cinco o seis puntos no se incluyen en los vehículos de calle, no porque no agarren bien a los ocupantes, sino que un agarre extremo, que no deja moverte del asiento. Por eso tan solo se debe usar en vehículos con barras antivuelco, que ayudan a que el techo no se hunda. De lo contrario, si usamos este tipo de cinturones en un vehículo sin este arco de seguridad, terminarían siendo peligrosos.

3. Sistemas de sobrealimentación del motor

Como ya vimos en otra entrada sobre los tipos de turbo, tanto los turbos como los compresores, se inventaron con la finalidad de hacer los coches de carreras más rápidos. Sus primeros diseños, se dio en motocicletas, por parte de Daimler-Benz y Louis Renault, con unos motores sobrealimentados por un compresor. Aunque el hecho más característico al respecto, fue en Pennsylvania con Lee Chadwick, una pequeña empresa automovilística, que consiguió en sus motores, una potencia de 60 CV y alcanzando 175 km/h. Algo insólito, si tenemos en cuenta de que hablamos de 1908.

4. Retrovisores

Un accesorio que nos parece de lo más común, también se desarrolló en un ambiente de competición. El primer retrovisor, se incorporó en un coche de carreras que ganó el Indianapolis 500, en unos años que carecían de reglamentación sobre las carreras. Entonces, saber qué ocurría detrás era fundamental para que no te echasen de la carretera. Mientras que la mayoría de pilotos miraban como podían a sus espaldas, Ray Harroun, ingeniero y piloto, decidió montar un espejo en el centro del monoplaza, para hacer una conducción más eficaz. Un detalle que ha determinado la automoción desde entonces.

5. Aerodinámica

La aerodinámica es un aspecto básico de las carreras de coches. Sin una aerodinámica adecuada, los tiempos por vuelta aumentan una barbaridad. En los años 30, el alemán Wunibald Hamm descubrió en sus estudios aerodinámicos  alemanes la denominada Kammback design… una carrocería de contornos suaves que remata en una cola que se corta abruptamente.

Esta forma reduce la resistencia del vehículo y la podemos ver en modelos actuales como el Toyota Prius. Sin embargo, este diseño que no se usó hasta 1960, en coches como el Shelby Daytona. Este tipo de diseños, hace que el coche sea más eficiente. Consigue una mayor atracción hacia la pista, y reduce los consumos de combustible.

6. Suspensión activa

Cuando llegó el momento en que la potencia era descomunal, y el balanceo era igual que el de un barco a la deriva, decidieron desarrollar las suspensiones para conseguir así, un mayor control del vehículo.

Estos desarrollos se llevaron a cabo a finales de los 80 y principios de los 90, en la Formula 1. Y el desarrollo de mejores suspensiones fue detalle que marcó la diferencia para que Nigel Mansell ganase su primer y único campeonato de F1 en 1992… y evitó que Ayrton Senna se hiciese con él.

7. Tracción a las cuatro ruedas

A principios del siglo XX las carreteras no estaban asfaltadas, por lo que un vehículo de tracción trasera era más complicado de conducir y no resultaba especialmente rápido. Hasta que en 1903 se incorporó la tracción integral en el Spyker, un coche de carreras de la época capaz de generar 60 caballos de vapor. Así consiguió ser el único que lograba mantenerse en el trazado. Mucho más cercano en el tiempo, pero con el mismo fundamento, ocurrió en el Grupo B de rallys en los años 80…. Tras la victoria del Lancia 037, los vehículos de tracción total pasaron a dominar el mundo de los rallyes.

8. Chasis más rígidos y materiales modernos

Para evitar que los chasis se partiesen en dos, y poder mantener a salvo al piloto (un hecho que no fue de especial interés en las primeras épocas de la competición) era necesario diseñar un chasis con los refuerzos adecuados. De este modo no solo se tiene en cuenta la seguridad del piloto, sino que un chasis más rígido, es más estable en la carretera… y se evitan las salidas de pista.

Por otro lado, los diseños ganaron rigidez también gracias a los materiales de los que se componen los chasis. Comenzaron por estructuras de aluminio que lograban reducir el peso global y eran más resistentes (numerosos coches de calle usan estos materiales). Ahora los chasis se realizan en fibra de carbono, un material más resistente y ligero, que sin lugar a dudas estará presente en la mayoría de vehículos en el futuro.

9. Transmisiones de doble embrague

Como ya vimos en otro artículo, en el que detallábamos los tipos de transmisiones automáticas que existen hoy en día, aunque siguen dominando cajas de un solo embrague, este tipo de cajas de cambios son las más eficientes y rápidas del mercado.

Porsche fue la que introdujo el doble embrague en 1982 con el Porsche 956. Fue algo muy novedoso en los 80, ya que permitía cambiar de marcha más rápido que un ser humano. Otra ventaja es que el piloto no tenía que levantar el pie del acelerador para cambiar de marcha.

10. Neumáticos eficientes y durareros

Los neumáticos son parte del triángulo de seguridad. Poder circular a 200 km/h en un circuito, y que el coche no tenga ningún indicio de pérdida de tracción, era necesario desarrollar los neumáticos para que ofrezcan un mayor agarre, y una durabilidad superior. Y se hizo desde el mundo de la competición. Ahora son capaces de rodar por una gran cantidad de terrenos, siempre ofreciendo el máximo agarre, con gomas especiales para todo tipo de carreteras.

Fuente: www.supercompressor.com

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