Con lo que planean y tienen entre manos al otro lado del atlántico te vas a quedar alucinado ¡coches voladores reales! Sí, Chitty Chitty Bang Bang queda en el pasado para dejar paso al futuro. La historia comenzó hace tres años, cuando cerca de la empresa de Google, en California, se estableció una pequeña start-up conocida como Zee.Aero. Esta ya se hizo su eco en la prensa cuando se supo que trabajaría en aviones totalmente eléctricos, capaces de despegar y aterrizar verticalmente.
Ahora lo nuevo es que Larry Page, uno de los fundadores del gigante de Internet en Mountain View, ha invertido unos 100 millones de dólares según ha informado Bloomberg, para crear un modelo de coche volador. ¡Un sueño hecho realidad!
La idea es que este primer coche volador sea capaz de sortear el tráfico y despegar directamente desde el jardín o puerta de casa, nuestra realidad cada vez más se acerca a la ficción y es que según las palabras de Page, gracias a su fortuna está aprovechando para lograr el sueño de su infancia, otro fan de los Supersónicos como yo.
Aunque Zee.Aero no pertenece a Google ni a su matriz Alphabet, Larry Page lleva invirtiendo en esta empresa desde 2010, pero además de en esta también lo hizo en Kitty Hawk, en la que trabajan doce ingenieros y cuya sede tiene lugar a pocos kilómetros de la de Zee.Aero. El fundador de esta segunda compañía es Sebastian Thrun, el padrino de los coches sin conductor de Google. Todo tiene su relación.
La empresa empezó a realizar las primeras pruebas técnicas de los coches voladores en un aeropuerto cercano a Mountain View. Algunos aficionados revelaron que en el aeropuerto californiano vieron pequeñas aeronaves de fuselaje estrecho con dos hélices en la parte trasera.
Pero a lo importante, el coche que vuela siempre ha sido objeto de deseo de ingenieros y millonarios desde hace décadas, crearlo y que salga adelante es el sueño cumplido de estas personas, aunque haya habido fracasos ahí siguen a pie de cañón.
Hay cantidad de empresas que trabajan en prototipos de pequeñas naves “Durante los últimos cinco años se han producido tremendos avances tecnológicos y lo que se puede lograr en los próximos cinco o diez años va a ser increíble”, explica Mark Moore, un ingeniero aeronáutico, a la agencia estadounidense.
Los ingenieros ven cada vez más cerca los coches voladores gracias a los avances tecnológicos de la última década y es que antes el peso de los motores y la combustión eran algunos de los problemas para cumplir este sueño, sin embargo ahora son cada vez más factibles prototipos con propulsión eléctrica más ligeros y seguros y con menos coste de fabricación que podrían abrir el camino a este proyecto tan innovador. La revolución del transporte ha llegado, sólo queda esperar para ver si este proyecto de coche volador despega sin problemas.
Fuente: Bloomberg