El nueveonce para puristas. No hay mejor tarjeta de presentación para el nuevo Porsche 911 R. Se trata de una versión que combina un motor atmosférico, dejando a un lado el turbo del 911 2016 con una transmisión manual, con modificaciones que lo convierten en un auténtico coche de competición homologado para utilizarse en carretera. Una maravilla, para puristas, como decíamos… con el bolsillo saneado. Ya pueden realizarse pedidos de este coche que llegará en mayo… con un precio de 217.469 euros.
Los Porsche 911 R (R de Racing) se producen en series limitadas (esta a 991 unidades) desde 1967. Desarrollado en el taller de competición, se une a otras variantes con motores atmosféricos de alto rendimiento, como los 911 GT3 (se basa en su chasis) y 911 GT3 RS (de quien toma la mecánica) En este caso, en la parte trasera se encuentra un motor bóxer de seis cilindros y cuatro litros que desarrolla 500 CV de potencia a 8.250 rpm y cuenta con 460 Nm de par a un régimen de 6.250 rpm.
El segundo punto de mejora ha sido una reducción de peso extrema, que deja al modelo en 1.370 kilos, la versión más ligera del nueveonce, 50 kilos menos que el GT3 RS gracias a que capó y aletas son de carbono y el techo de magnesio, ventanillas laterales de plástico ligero, escape deportivo de titanio, cuenta con menos elementos aislantes, desaparecen los asientos traseros y el sistema de climatización y de audio pasan a ser opcionales.
Tras la cura de adelagazamiento, es capaz de anunciar prestaciones sobresalientes. pues este Porsche 911 R acelera de 0 a 100 km/h en 3,8 segundos… y podría seguir acelerando hasta los 323 km/h. Y con un consumo homologado (si es que a alguien de sus posibles compradores le interesa, de 13,3 l/100 km).
Ligado a una caja de cambios manual con seis relaciones, de cortos recorridos tal y como nos cuenta la marca, conducirlo debe ser algo especial. Hay más mejoras que lo convierten en un arma eficaz en circuito, como un eje trasero direccional de serie, «calibrado específicamente para garantizar unas reacciones más directas y una mayor precisión», garantizando la estabilidad y ayudado por un diferencial autoblocante mecánico traseropara no perder agarre. Los frenos cerámicos de serie, visibles tras las llantas de 20 pulgadas (monotuerca, como mandan los cánones) y en las que se montan neumáticos de altas prestaciones, con 245 milímetros de anchura en el eje delantero y 305 en el trasero, ponen la guinda.
Desarollado con la competición en mente, el Porsche 911 R cuenta con otras mejoras técnicas que afectan al control de estabilidad Porsche o un botón que simula el «efecto doble embrague» para optimizar los cambios de marcha en las reducciones. Y se pondrán montar opciones como un volante de inercia de una sola masa (para que el motor suba de vueltas con más facilidad)o el sistema que eleva la carrocería 30 mm, para que sea más utilizable a diario.
¿Y cómo se distinguirá el coche desde fuera? Aunquea a simple vista parece un Carrera convencional. No esperes el alerón gigante de los GT3. Este coche también se podrá utilizar en carretera, de ahí que cuente con spoiler retráctil… y solamente un difusor trasero específico lo identifica. Comparte los faldones delantero y trasero con el 911 GT3 y hay que hilar muy fino para reconocer las diferencias en el labio del spoiler frontal. Es su decoración, con logotipos de la marca en los laterales y franjas de color rojo o verde lo que lo delata y vincula con su predecesor.
En el interior, no esperes refinamientos. Es un coche para sentir la conducción, para fusionarse con el coche. Los baquet de carbono, con la parte central tapizada en un tejido con diseño Pepita tartan que recuerda al primer 911, volante deportivo GT exclusivo, correas para abrir las puertas y una tira de carbono, al lado del pasajero, con el número de la unidad evocan a un pasado de coches extraordinarios… como este.
Fuente: Porsche
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