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Pruebanoticias/
Gonzalo Yllera

Mercedes-AMG GT S: prueba a fondo

En esta ocasión nos enfrentamos al último de los 3 superdeportivos de la extraordinaria comparativa que estamos llevando a cabo en Coches.com. Ya han pasado por nuestras manos el espectacular Audi R8 V10 Plus y el “mito” Porsche 911 Carrera 4S, ahora le toca el turno al impresionante Mercedes-AMG GT S.

Mercedes-Benz cuenta con una amplia tradición desarrollando algunos de los mejores superdeportivos de la historia. Todos recordamos al revolucionario y maravilloso Mercedes-Benz 300 SL Gullwing, un auténtico icono del automovilismo que hoy en día alcanza precios desorbitados en las subastas de clásicos.

Más recientemente, no podemos olvidarnos (y añorar) al exclusivo Mercedes-Benz SLS AMG, una reinterpretación moderna de aquel concepto, pero que debido a su precio absolutamente desorbitado no cosechó el éxito que merecía. Una vez cesada su producción, en la casa de Stuttgart necesitaban desarrollar un modelo nuevo que, aun recordando sus líneas externas y configuración, perdiera sus emblemáticas puertas en forma de “ala de gaviota” para adoptar unas más tradicionales (y baratas) aparte de una configuración mecánica más acorde a los nuevos tiempos. Fruto de ese empeño nació el nuevo Mercedes-AMG GT. Todo para hacer frente y tratar de destronar a su emblemático rival: el Porsche 911.

En la sede de Affalterbach los ingenieros han diseñado un espectacular superdeportivo con el capó alargado, bajo el que se oculta un poderoso motor V8 sobrealimentado por partida doble, además de un habitáculo en posición muy retrasada, acompañado de una zaga ancha y musculosa. Y nosotros os lo traemos hasta aquí para comprobar qué tal han realizado su trabajo.

Exterior

Difícilmente podremos encontrar en el panorama automovilístico actual un modelo de formas más sugerentes que las de este Mercedes-AMG GT, que parece evocar a los grandes superdeportivos clásicos de la primera mitad del siglo pasado. Los habrá con un diseño más radical y anguloso, pero las líneas suaves y voluptuosas, la suave elegancia que destila, le otorgan un aire de otra época…

Ya no se ven vehículos así, por lo que no es extraño que seamos el centro de atención de todas las miradas, sobre todo en el caso de “nuestra” unidad que estaba decorada con la llamativa y exclusiva pintura AMG Solarbeam (por la que hay que desembolsar la friolera de 10.995,75 euros adicionales…).

Todo ello en una preciosa carrocería de apenas 4,546 metros de longitud y que no levanta del suelo más allá de los 1,288 metros. Pero lo que más nos ha llamado la atención es la gran distancia entre ejes de 2,630 metros que contribuye a que este superdeportivo se asiente firmemente sobre el asfalto gracias también a sus 1,939 metros de anchura (sin contar los espejos laterales y 2,075 metros con ellos desplegados). Los voladizos son muy contenidos, apenas 0,900 metros para el delantero y 1,016 metros para el posterior.

El frontal destaca no sólo por la enorme longitud del capot-motor con unas vehementes protuberancias longitudinales, que adivinan el enorme poderío del propulsor que se esconde en su interior, sino por la gigantesca calandra, con el fondo negro y la característica decoración en forma de diamantes, donde se sobrepone una ancha lama longitudinal presidida por la estrella del fabricante germano. Esta gran abertura es necesaria para proporcionar aire fresco al propulsor, así como la otra situada en la parte inferior del paragolpes o las dos enormes bocas de los laterales.

Completan esta vista los “enfadados” grupos ópticos delanteros LED High Performance que, aunque estéticamente no me parecen los faros más conseguidos de la gama del fabricante alemán, nadie puede dudar de la efectiva iluminación que proporcionan.

Es en el lateral donde se pone más de manifiesto el carácter diferencial de este superdeportivo, con ese larguísimo capot delantero, antes mencionado, el habitáculo deliberadamente desplazado hacia atrás formando una pequeña cúpula que da cabida a sus dos únicos posibles ocupantes para descender hacia una parte posterior marcada por sus trazos redondeados. Es evidente que se ha realizado un concienzudo estudio aerodinámico, como demuestra el coeficiente Cx de 0,36.

Aquí también destacan las salidas de aire en los laterales, características de los deportivos de la firma de la estrella. Mención aparte merecen las grandes puertas sin marco, que aligeran el conjunto o los torneados espejos laterales pintados en negro.

Igualmente contribuyen a enfatizar el dinamismo los cortos voladizos delantero y trasero con los enormes pasos de rueda situados casi en los extremos que, en este caso, están ocupados por unas espectaculares llantas de aleación AMG de 19 pulgadas de diámetro en el tren delantero y de 20 pulgadas en el posterior, sobre las que se montan unos deportivos neumáticos Michelin Pilot Super Sport en medidas 265/35 R19 98 ZR y 295/30 R20 101 ZR respectivamente.

La zona trasera es, para nuestro gusto, quizá la más conseguida y atractiva, no sólo por la línea descendente del techo, que se aprovecha para integrar el gran portón, por el llamativo alerón trasero móvil o por los alargados grupos ópticos posteriores, formados por elementos LED y que cuentan con luces de freno adaptativas y parpadeantes, sino por unos “hombros” ensanchados y muy contorneados que denotan la preponderancia del eje encargado de transmitir la descomunal potencia al suelo.

Además congenia a la perfección con las voluptuosas formas del paragolpes, donde se integra la placa de matrícula, la luz central de marcha atrás y, sobre todo, las dos salidas trapezoidales de los escapes, que nos deleitan con “música celestial” cada vez que aceleramos a fondo o cortamos gas cuando practicamos una conducción deportiva.

Interior

Si la línea exterior resulta sumamente atrayente, una vez abrimos la puerta y conseguimos situarnos en el puesto de conducción (no sin cierto esfuerzo…) nos encontraremos con un diseño del salpicadero, forrado en cuero, donde se prodigan los aireadores redondos (hasta 6 llegamos a contar…) y la consabida pantalla flotante del sistema multimedia COMAND Online, además de un cuadro de instrumentos “innecesariamente” semejantes a los de otros modelos de la marca, no ofreciéndonos ese plus diferenciador que demandan los posibles compradores de un vehículo de concepción tan radical y exclusiva.

También nos sorprende encontrar en la zona destinada al sistema de climatización automática THERMOTRONIC pulsadores heredados directamente de modelos como el Clase C (sin desmerecer a éste…), lo que dista mucho de lo que uno esperaría encontrar en un superdeportivo de estas características y precio, y más, si está firmado por la marca de la estrella. En este sentido está claramente por detrás de sus contendientes.

Pero no perdamos la esperanza pues, como contrapunto, se ha diseñado una prominente consola central realmente espectacular, cuyos mandos rotatorios y pulsadores recuerdan la disposición del V8 que propulsa a este modelo. Pero, inexplicablemente, si el diseño resulta elogiable, no lo es tanto su ergonomía, con la colocación de la palanca selectora de la caja de cambios SPEEDSHIFT DCT AMG en una posición extremadamente retrasada, de forma que al accionarla nuestros brazos chocarán con las protuberancias laterales de los asientos. Afortunadamente, sólo tendremos que hacerlo en las maniobras de aparcamiento, pues para el resto de las ocasiones utilizaremos las levas situadas detrás del volante.

En esta zona también se ha optado por colocar la AMG DRIVE UNIT, que incluye el AMG DYNAMIC SELECT que permite seleccionar los diferentes modos de conducción o los pulsadores que regulan los amortiguadores del tren de rodaje deportivo AMG RIDE CONTROL y, también, la sonoridad del sistema de escape AMG Performance. No podía faltar tampoco el habitual panel táctil del sistema COMAND Online, integrado en el apoyo para la mano de la unidad de mando central y que se maneja por medio de gestos.

Nos ha encantado el volante AMG Performance, forrado en microfibra DINAMICA, que permite un óptimo agarre y control del vehículo cuando las cosas “se ponen difíciles” para dominar tanta caballería. Desde sus brazos horizontales gestionaremos el sistema multimedia, la telefonía Bluetooth, el control por voz o los diferentes menús de la pantalla de información.

El cuadro de instrumentos (volvemos a insistir…) cuenta con un diseño demasiado” tradicional y parecido al de otros modelos de la firma. Se ha desaprovechado la oportunidad de ofrecer algo diferente (por ejemplo, similar al Audi Virtual Cockpit). Aunque no podemos negar la presentación bien estructurada y la claridad de la información ofrecida, características de la firma de la estrella.

Los asientos AMG aseguran la suficiente sujeción lateral y frontal adoptando una postura de conducción muy deportiva, con las piernas muy estiradas, pero garantizando la necesaria comodidad en largos recorridos. No obstante para los más “radicales” están disponibles como opción los asientos AMG Performance (3.543,08 euros), que casi parecen bacquet de competición. En cualquier caso, gracias a la columna de la dirección regulable en altura y profundidad (de manera mecánica) no tendremos demasiados problemas en encontrar la postura idónea e incluso, para los días más fríos, contaremos con sistema de calefacción en los asientos.

Maletero

El Mercedes-AMG GT es, con diferencia, el “mejor dotado” de esta comparativa a la hora de transportar equipaje. No es que sea un dechado de virtudes, pero al menos cuenta un maletero digno de merecer tal nombre…

No sólo disfrutaremos de un portón de amplia apertura que da acceso al maletero, sino que dada la disposición delantera-central de su propulsor (frente a la central o posterior de sus rivales), el hueco disponible es de nada menos que 350 litros de capacidad, muy útil y practico. Sus formas no son completamente cúbicas pero sí se muestran suficientes para transportar el equipaje necesario para que una pareja realice un viaje de algo más que un fin de semana.

Para evitar que la impedimenta se mueva, por muy dinámica que sea la conducción que llevemos a cabo, contaremos con un estor cubreequipajes, además de una red de seguridad. También evita estos desplazamientos la barra que une las torretas de la suspensión trasera que, en nuestro caso, estaba realizada en exclusiva fibra de carbono.

En el lateral izquierdo del maletero se dispone la típica trampilla para ocultar el botiquín, mientras que el derecho está ocupado por el potente subwoofer del equipo de sonido. Tampoco puede faltar una toma de corriente de 12 voltios de tipo mechero aunque, poco más podremos encontrar, pues evidentemente carece de la practicidad de un vehículo familiar…

Y, ¿en caso de pinchazo? Mejor apartarnos a un lateral de la carretera y llamar a la asistencia en viaje…

Equipamiento y precio

Aunque se trate de un superdeportivo de altísimas prestaciones y con una concepción muy radical, no por ello hemos de renunciar a los más avanzados sistemas de seguridad que disfrutan otros modelos de la marca de la estrella.

Evidentemente no podían faltar los ABS, ESP (Programa electrónico de estabilidad), ASR (Sistema de control de tracción), BAS (Servofreno de emergencia), así como todo tipo de airbags (conductor y acompañante, airbag en la zona de las rodillas, airbags laterales y windowbags), ADAPTIVE BRAKE, ATTENTION ASSIST, sistema de mantenimiento activo ASSYST, TEMPOMAT, control de presión de los neumáticos… y un largo etcétera.

Pero tampoco echaremos de menos el AMG DYNAMIC SELECT, el cambio deportivo de 7 velocidades SPEEDSHIFT DCT AMG, el tren de rodaje deportivo AMG RIDE CONTROL, el diferencial autoblocante AMG con regulación electrónica, el sistema de escape AMG Performance o el conjunto de frenos AMG, todo ello encaminado a hacernos disfrutar de una experiencia deportiva sinigual a sus mandos.

El precio de partida del Mercedes-AMG GT es de 145.508,25 euros y asciende hasta los 167.365,47 euros para la variante más potente y deportiva que probamos esta semana, el Mercedes-AMG GT S.

En nuestro caso, además, contaba con el siguiente equipamiento adicional:

  • Paquete de control de carril —– 1.126,73 €
  • Paquete de molduras exclusivo —– 977,40 €
  • Paquete KEYLESS-GO con desbloqueo de la tapa del maletero por sensor —– 1.187,81 €
  • Paquete antirrobo —– 665,18 €
  • Paquete AMG Night —– 1.208,18 €
  • Paquete AMG DYNAMIC PLUS —– 2.789,66 €
  • Pintura AMG Solarbeam —– 10.995,75 €

  • Llantas de aleación AMG de 5 radios en color negro mate —– 1.730,81 €
  • Tapicería Cuero exclusivo napa negro —– 5.877,98 €
  • Molduras de fibra de carbono AMG mate —– 2.864,33 €
  • Techo panorámico —– 1.357,50 €
  • Techo interior designo de microfibra DINAMICA en color negro —– 0,00 €
  • Listones de umbral AMG en fibra de carbono —– 1.357,50 €
  • Red separadora del espacio de carga y para protección de los ocupantes —– 291,86 €
  • Barra para el maletero en fibra de carbono —– 1.805,48 €
  • Paquete de telefonía universal —– 549,79 €

  • Radio digital —– 604,09 €
  • Sistema de sonido surround Burmester —– 1.778,33 €
  • Cargador DVD —– 339,38 €
  • Cámara de marcha atrás —– 604,09 €
  • PRE-SAFE System —– 828,08 €
  • Luces de carretera automáticas —– 149,33 €
  • Extintor —– 183,26 €
  • Chalecos reflectantes para conductor y acompañante —– 13,58 €
  • DISTRONIC PLUS —– 1.323,56 €

Por lo tanto la cifra final ascendía hasta unos escalofriantes 207.975,08 euros. No obstante si aun queréis personalizar más este superdeportivo y no encontrar uno igual en el club de golf o en la marina del puerto siempre podéis recurrir a la línea AMG Performance Studio con la que conseguiréis un modelo único.

En todo caso siempre podréis encontrar el mejor precio del mercado a través del buscador de Coches.com, tanto para este Mercedes-AMG GT S como para cualquier otro modelo en el que estéis interesados, así como el seguro más adaptado a vuestras necesidades y presupuesto.

Motorización

Como en todo superdeportivo que se precie la estética radical o la exclusividad son esenciales, pero de nada servirían si no contase bajo el capot (el inmenso e interminable capot, en este caso…) con una planta motriz en consonancia. Y, evidentemente, en el caso de este Mercedes AMG GT también es así.

El “corazón” de este modelo es un V8 biturbo de 4 litros de cilindrada (3.982 centímetros cúbicos), diseñado en Mercedes-AMG GmbH, idéntico al que ya probamos en el Mercedes-AMG C 63 Estate hace algunos meses.

Se trata de una auténtica “joya de la ingeniería” y, como tal, se monta de manera artesanal por un único técnico especialista que firma su obra con una placa colocada sobre el propulsor, siguiendo la conocida máxima de “un hombre, un motor”.

El bloque motor está realizado en aluminio con una estructura tipo Closed-Deck (máxima resistencia con el menor peso posible). A su vez, para garantizar un óptimo funcionamiento y que tamaño poderío no afecte a la fiabilidad, las culatas se fabrican en aleación de circonio, mientras que las camisas de los cilindros cuentan con un revestimiento especial, denominado NANOSLIDE, que reduce al máximo las pérdidas por fricción y el desgaste. Y ello también revierte en una notable reducción de peso, que deja la cifra final del grupo propulsor en tan sólo 209 kilogramos.

Para alcanzar el potencial requerido (y al mismo tiempo adecuarse a la exigente normativa de emisiones Euro 6) se recurre al uso de dos turbocompresores ubicados en el hueco interior que dejan libre las bancadas de cilindros, con lo que se logra un conjunto más compacto además de optimizar el recorrido de los gases.

El superdeportivo nacido en Affalterbach se ofrece con dos especificaciones mecánicas diferentes. La versión básica entrega 462 CV de potencia a 6.000 rpm con un par máximo de 600 Nm entre 1.600 y 5.000 rpm. Pero la configuración más radical, correspondiente al Mercedes-AMG GT S, llega hasta los 510 CV entre 6.000 y 6.500 rpm, con un par máximo de 650 Nm entre 1.750 y 5.000 rpm.

Para una óptima distribución de pesos y rebajar al máximo el centro de gravedad de este superdeportivo se adopta una configuración tipo Transaxle. Esto quiere decir que el propulsor V8 se sitúa justo por detrás del eje delantero, mientras que la caja de cambios automática de doble embrague SPEEDSHIFT DCT AMG se ubica junto al tren posterior, formando un solo conjunto, y estando unida al motor mediante un robusto árbol de transmisión realizado en fibra de carbono. De esta forma el reparto de masas llega a una proporción casi perfecta, recayendo el 47% sobre el eje delantero y el 53% restante sobre el eje posterior.

Tan impresionante potencial tiene una correlación directa en las prestaciones, con una aceleración de 0 a 100 km/h en tan sólo 3,8 segundos o una velocidad máxima (limitada electrónicamente) de 310 km/h.

Por su parte los consumos homologados son de 12,2 l/100 km en ciudad; 7,8 l/100 km en carretera y 9,4 l/100 km en ciclo mixto, con unas emisiones de CO2 de 219 g/km.

Como es lógico, estas cifras sólo se consiguen en condiciones óptimas de laboratorio, pues en un uso real (por ejemplo durante nuestra prueba) se elevan hasta los 15,8 l/100 km en circulación urbana, “rebajándose” hasta los 11,6 l/100 km en recorridos interurbanos, con un consumo medio de 13,7 l/100 km. Todo ello respetando escrupulosamente los límites de velocidad establecidos.

Y no digamos ya si lo que llevamos a cabo es una conducción deportiva por nuestro puerto de montaña favorito o decidimos participar en un Track-Day en circuito, donde será mejor no fijarnos en las cifras de consumo mostradas en el cuadro de instrumentos.

En todo caso, y pese a la notable capacidad del depósito de combustible, con sus 75 litros, será raro que la autonomía media «real» supere los 400 kilómetros.

Comportamiento

Una vez llegamos a la sede española de la marca de la estrella y nos acreditamos en la recepción esperamos ansiosos que nos den el visto bueno para bajar al garaje. Sabemos lo que allí nos espera y, mientras realizamos los trámites necesarios para sacar el vehículo, notamos como el pulso se nos va acelerando paulatinamente.

Pero no es nada comparado con el momento en el que pulsamos un botón del mando a distancia para descubrir dónde se encuentra agazapada “la bestia de Affalterbach”… El encendido de sus faros nos indica el camino y allí, a la vuelta de la esquina, está esperándonos…

Lo observamos detenidamente y sorprenden desde el primer momento su reducida altura y, sobre todo, su prominente “morro”. Una vez abrimos la puerta hemos de realizar un ejercicio de contorsionismo superior al de los otros rivales de esta comparativa para sentarnos en el puesto de conducción.

Nos extasiamos durante unos instantes contemplando el interior, sobre todo la espectacular consola central donde se sitúa, entre otros, el botón de arranque. Lo pulsamos y el rugido que emana del sistema de escape, resonando por todo el garaje, hace que un escalofrío recorra nuestra columna vertebral… y una sonrisa se dibuje en nuestro rostro.

Pero antes de dar rienda suelta a todo su potencial hemos de cumplir otro trámite nada fácil, como es el de sacarlo del aparcamiento subterráneo… y es que ese interminable frontal y un radio de giro no demasiado generoso hacen que debamos realizar las maniobras con mucha precaución (no era cuestión de dañar un vehículo de más de 200.000 euros en la propia sede de la marca…).

Tras no poco esfuerzo, conseguimos ver la luz del día… y una vez superamos la barrera que nos da acceso a la calle, ya nos mostramos más tranquilos y confiados, aunque aún hay que hacerse a sus dimensiones a la hora de circular entre el tráfico urbano.

Y es que en la ciudad no es precisamente donde se encuentra más a gusto, fruto de un diseño radical, que establece una postura de conducción tan baja y retrasada, lo que en los primeros instantes nos hace dudar incluso que podamos salir indemnes de cualquier maniobra. Afortunadamente en pocos cientos de metros nos encontraremos recorriendo la A-1 en dirección a la sierra norte de Madrid y con poco tráfico…

No obstante al igual que ocurriera con el Audi R8 V10 Plus, y en menor medida con el Porsche 911 Carrera 4S, circular con este superdeportivo alemán supone ser el centro de atención del resto de conductores, que “pugnarán” por situarse a nuestro lado y quedarse un buen rato observándonos para terminar haciéndonos alguna foto con el teléfono móvil… y no era precisamente por nuestro natural atractivo personal, sino por la espectacular presencia de este Mercedes-AMG GT S, magnificada por la exclusiva pintura AMG Solarbeam, que lucía imponente bajo los rayos del astro rey…

Afortunadamente la autovía fue despejándose de tráfico a medida que nos alejábamos de la capital de España y pudimos deleitarnos con el brutal empuje con el que nos obsequia este superdeportivo apenas acariciamos el pedal del acelerador. Pero hemos de hacerlo con mucho cuidado pues resulta sumamente complicado mantenerse dentro de los límites de velocidad establecidos, por lo cual es mejor colocar el control de crucero adaptativo y esperar plácidamente que discurran los kilómetros saboreando la sensación de conducir un deportivo único, acompañados del rugir de su poderoso V8 sobrealimentado.

Tras un rato, que se nos antojó inusualmente corto, tomamos la salida que nos dirigía hacia los tramos en los que en muchas ocasiones realizamos las pruebas a los vehículos más deportivos. Y, en esas carreteras, este Mercedes-AMG GT S se encuentra en su salsa, sobre todo si las curvas son de amplio radio y el asfalto está en óptimas condiciones.

Ya nos hemos hecho a sus dimensiones y conseguimos “pillarle el truco” a esa posición de conducción tan retrasada, casi sentados a ras de suelo y tan cerca del tren trasero. La dirección responde presta y mete el prominente “morro” en las curvas con franqueza, siempre que realicemos una conducción rápida, pero sin excesos. La velocidad de paso por curva puede ser muy elevada, pero siempre nos da la sensación de que podríamos haber ido un poco más rápido… ¡Hay que tener fe!. En este terreno puede mantener sin problemas el mismo elevado ritmo que sus rivales e incluso superarlos…

El propulsor V8 sobrealimentado nos deleita con unos bajos espectaculares, los más contundentes de esta comparativa. La respuesta es inmediata, siempre está “lleno” y nos permite ganar velocidad a ritmo vertiginoso.

A la deportividad del conjunto también contribuye el cambio deportivo de doble embrague y 7 velocidades Speedshift DCT AMG, que emplea tecnología heredada directamente de la competición. Su comportamiento es magnífico con una inusitada rapidez en los cambios de marcha e inapreciables pérdidas de potencia o tracción. También permite una utilización manual mediante las levas de aluminio situadas tras el volante, para elegir en cada momento la relación más adecuada al tipo de conducción que llevemos a cabo.

Tampoco conviene olvidar la presencia del sistema de amortiguación ajustable AMG RIDE CONTROL, que ofrece tres niveles diferentes para el tren de rodaje en función del programa de conducción elegido (“Confort”, “Sport” y “Sport Plus”), así como la inestimable “colaboración” de un diferencial autoblocante en el eje trasero, con regulación electrónica, que ayuda a mejorar tanto la tracción como la estabilidad en los recorridos más sinuosos o cuando se exige el máximo en circuito.

Ha llegado el momento de posicionar el mando del AMG DYNAMIC SELECT en un modo más radical, el “Sport Plus” (dejaremos por el momento el modo «RACE» para su utilización en circuito o para comprobar la máxima capacidad de aceleración mediante la función “Race Start”). Las reacciones se vuelven mucho más vivas, la respuesta del propulsor es no ya inmediata (como antes) sino instantánea y los cambios de marcha se suceden a velocidades inimaginables, incluso antes de terminar de presionar las levas en el volante…

Pero, a medida que el trazado se estrecha, se encuentra un poco más a disgusto… No nos obsequia con la “inmediatez” y precisión de sus rivales y hay que corregir constantemente con el volante y, una vez se produce la transferencia de masas, estar mucho más pendiente de la zaga cuando aceleramos a fondo en pleno apoyo… Su comportamiento es mucho más extremo y nervioso… pero también más divertido, aunque no permite relajarse ni un solo instante a sus mandos.

Para disfrutar de las magníficas sensaciones que ofrece un superdeportivo de estas características, no sólo hemos de alcanzar velocidades estratosféricas, pasar por las curvas como un rayo o lograr aceleraciones fuera de lo común, sino que también hemos de ser capaces de detenerlo en un palmo de terreno… Para ello contaremos con un descomunal equipo de frenos, con discos ventilados de grandes dimensiones (390 mm de diámetro en el tren delantero y 360 mm en el trasero) en material compuesto, a los que podremos exigir al máximo sin notar ningún tipo de desfallecimiento. No obstante, si vamos a realizar a menudo tandas en circuito o participar en Track-Days no estará de más optar por el equipo de frenos cerámicos (10.473,11 euros), que maximizan la resistencia en condiciones de exigencia máxima.

Veredicto de Coches.com

En Mercedes-Benz saben cómo hacer las cosas y está claro que en AMG, la división encargada de construir los deportivos más radicales, también. No tenían fácil encontrar sucesor al Mercedes-Benz SLS AMG y de hecho han tardado bastante tiempo en sacar a la luz este Mercedes-AMG GT S que hemos probado, hasta estar completamente seguros de que podía luchar de “tú a tú” con el modelo más emblemático y respetado de la categoría de los superdeportivos: el Porsche 911.

Y hemos de reconocer que no lo hace nada mal. Estéticamente resulta esplendoroso, no sólo por sus líneas redondeadas y voluptuosas que dejan traslucir el poderío que encierra bajo su carrocería, sino porque ha conseguido recuperar y transmitir ese aire “retro” de los mejores Gran Turismo.

Mecánicamente está muy bien dotado, el poderoso V8 bi-turbo, pese a contar con sólo 4 litros de cilindrada lo tiene todo: magníficos bajos, una aceleración espectacular o una sorprendente estirada final hasta la línea roja. Y para remate el bramido que brota de la línea de escape es inigualable.

Su comportamiento deportivo también raya a un altísimo nivel, sobre todo en condiciones idóneas, donde el trazado sea rápido y el asfalto impecable, logrando velocidades de paso por curva espeluznantes. Sólo cuando la carretera se vuelve más ratonera le cuesta algo más entrar en los giros con su inmenso “morro” y hay que “sobreconducir” para mantener el ritmo de sus oponentes.

En fin, estamos ante un superdeportivo espectacular y que, dado su tremendo y radical carácter, además de la avanzada tecnología que incorpora, no es de extrañar que haya sido el modelo elegido por la máxima expresión del automovilismo, como es la Fórmula 1, para que oficie como Safety Car de esta competición.

Bueno, pues hasta aquí las amplias pruebas individuales de estos tres increíbles superdeportivos que tan grata impresión han dejado en la redacción de Coches.com. En breve os traeremos, además, las conclusiones finales de esta comparativa tan especial y, para finalizar, os detallaremos nuestras sensaciones personales y cuáles son los favoritos de cada uno de los probadores que hemos tenido la suerte de ponernos a sus mandos. ¡No os lo perdáis!

Mercedes-AMG GT S
8.1Nota
Lo mejor
  • Diseño espectacular que causa sensación
  • Motor muy poderoso y con bajos excepcionales
  • Comportamiento exigente al límite pero muy divertido
Lo peor
  • Visibilidad trasera limitada
  • Entrada al habitáculo complicada
  • Equipamiento igual que en modelos inferiores
Diseño9.5
Habitabilidad6.5
Acabados8
Maletero6.5
Equipamiento9
Motor9
Comportamiento9
Calidad Precio7.5

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