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Pruebanoticias/
Gonzalo Yllera

Mercedes-Benz GLE: toma de contacto con el SUV premium más polivalente

Tras haber vivido una intensa jornada, el día anterior, disfrutando enormemente a los mandos de los nuevos Mercedes-Benz GLE Coupé, debíamos cambiar nuestro enfoque para encontrarnos con su hermano el Mercedes-Benz GLE, modelo que sirve de base para su desarrollo y que, además, sustituye en el catálogo de la firma de la estrella al veterano Mercedes-Benz ML, uno de los SUV más exitosos del fabricante germano.

El día amaneció exactamente igual que el anterior, con un cielo azul, limpio de nubes y unas temperaturas impropias de estas latitudes, ya que pronto se alcanzarían los 30 grados que se mantendrían durante toda la jornada…

Después del reparador descanso, una ducha y un espléndido desayuno tocaba elegir nuestras nuevas monturas. A las afueras del hotel nos esperaban perfectamente estacionados los Mercedes-Benz GLE 500e 4MATIC, en diferentes configuraciones de colores y equipamiento, que serían nuestros compañeros de ruta para recorrer los primeros kilómetros de esta segunda jornada de pruebas.

Se trata del modelo híbrido-enchufable, novedad en la gama de SUV de la firma de la estrella, ideal para aquellos que realicen parte de su recorrido diario por ciudad o que estén especialmente sensibilizados en materia de consumos… Muestra un funcionamiento optimizado y mucho más evolucionado que, por ejemplo, el del Mercedes-Benz E 300 BlueTEC HYBRID que probamos a fondo hace algunas semanas.

Emplea un potente motor V6 de gasolina de 3 litros de cilindrada, con inyección directa de combustible, inyectores piezoeléctricos, encendido multichispa, además de disponer de doble turbocompresor. Ofrece una potencia de 333 CV entre 5.250 y 6.000 rpm y un par máximo de 480 Nm entre 1.600 y 4.000 rpm. A él se le suma un motor eléctrico que almacena la energía en una batería de iones de litio con una capacidad de 8,7 kWh y que, además, puede recargarse enchufándolo a tomas externas. Este motor eléctrico entrega una potencia de 85 kW (116 CV) y 340 Nm de par máximo con lo que, actuando conjuntamente con el de combustión, proporciona una potencia nominal del sistema de 442 CV y un par máximo de 650 Nm, por lo que no es de extrañar que se permita alcanzar una velocidad máxima de 245 km/h o acelerar de 0 a 100 km/h en tan sólo 5,3 segundos, cifras casi de superdeportivo…

Aunque, curiosamente, montaba la caja de cambios automática de siete velocidades 7G-Tronic Plus, en vez de la más evolucionada de nueve velocidades 9G-Tronic que probamos en otros modelos de la gama.

Hasta el momento de la salida tuvimos tiempo de observar detenidamente a este Mercedes-Benz GLE, que recurre a unas líneas de corte más clásico, aunque totalmente renovadas y que le confieren un aspecto muy atractivo, en consonancia con las últimas creaciones del fabricante de Stuttgart.

Sobre todo resulta más patente en el frontal, con nuevos paragolpes, faros, calandra delantera, aletas o capot con sus dos prominentes resaltes. Mientras que en la zaga destaca el característico montante y la ventanilla lateral trasera que recuerdan vagamente a generaciones anteriores. Se completa la renovación, con nuevas salidas de escape integradas en los paragolpes o un completo catálogo de llantas de aleación de considerables proporciones.

El interior es similar al ya visto en el Coupé, sobre todo en la mitad delantera, con su renovado salpicadero en donde por fin se ha integrado adecuadamente la gran pantalla central multifunción. Los materiales empleados y los ajustes son de primerísima calidad (no esperamos menos de Mercedes-Benz), que se pueden variar a gusto del cliente para configurarse un interior completamente a gusto. Además de disfrutar de un completo equipamiento de serie que se puede mejorar con un amplio catálogo de opciones y accesorios.

La parte trasera se ve beneficiada por la mayor altura del techo respecto a la variante Coupé, no tanto por el espacio disponible para los pasajeros de las plazas traseras, excelente en ambos casos, sino por el incremento en la capacidad para transportar equipaje. En su configuración estándar el maletero nos obsequia con un volumen máximo de 690 litros (40 litros más que en el GLE Coupé), un hueco de proporciones cúbicas y muy aprovechables, que puede aumentarse abatiendo parcial, o totalmente, el respaldo de los asientos posteriores, hasta alcanzar una capacidad total de 2.010 litros (+290 litros).

Una vez nos ponemos en movimiento sorprende el silencio de marcha, pues al excelente aislamiento acústico del motor térmico, hay que sumar la casi obsesiva propensión a que éste se desconecte a poco que las condiciones de la carretera sean favorables, iniciando la navegación a vela ayudado por el motor eléctrico.

Así no resulta extraño que se obtengan unas cifras de consumo verdaderamente sorprendentes, muy similares a las homologadas por el fabricante, establecidas en 3,3 l/100 km con unas emisiones de CO2 de apenas 78 g/km, ya que por una vez, y sin que sirva de precedente, conseguimos en conducción real aproximarnos a dichos registros, con un gasto de combustible de apenas 3,6 l/100 km. Además, en modo eléctrico, se pueden recorrer hasta 30 kilómetros, alcanzando una velocidad máxima de 130 km/h, sin emitir ningún tipo de partículas nocivas a la atmosfera.

En caso de necesidad, por ejemplo a la hora de realizar un adelantamiento, se suman las capacidades de ambos propulsores para conseguir una respuesta inmediata y contundente, casi como si lleváramos bajo el capot uno de los potentes V8 de la jornada anterior.

Cuenta con un selector en la consola central para poder elegir entre 4 diferentes modos de conducción, en función de nuestras necesidades: HYBRID (gestiona automáticamente el tipo de propulsión), E-MODE (modo exclusivamente eléctrico), E-SAVE (conserva la carga de la batería para un uso posterior) y CHARGE (carga la batería en marcha).

Conduciríamos este Mercedes-Benz GLE 500e 4MATIC durante cerca de una hora hasta alcanzar la localidad austriaca de Saalfelden, donde estábamos citados en el ÖAMTC Fahrtechnikzentrum (ojo con la palabrita) que no era otra cosa sino un espectacular enclave, dentro de una instalación minera a cielo abierto y todavía en activo, donde se utilizaba una parte de la misma para emplazar un espectacular circuito off-road donde probar a fondo al nuevo modelo de la firma germana. Estas completas instalaciones cuentan, además, con circuito de karts, pista de drift y diversos circuitos de tierra donde acuden desde equipos de rallyes a poner a punto sus máquinas hasta empresas y particulares para realizar cursos de conducción de la más diversa índole. Dispone para ello de unas fantásticas aulas y salones donde impartir las clases teóricas, además de talleres, garajes cerrados, etc. En fin, la envida de todo buen aficionado…

Para realizar el circuito todoterreno propuesto, cambiamos nuevamente de montura, se trataba ahora de conducir varias unidades de Mercedes-Benz GLE 350d 4MATIC, con un propulsor V6 diésel de 2.987 centímetros cúbicos, con inyección directa a alta presión, tipo Common Rail, y sobrealimentado mediante un turbocompresor de geometría variable. Esta motorización entrega una potencia máxima de 258 CV a 3.600 rpm y un enorme par máximo de 620 Nm a tan sólo 1.600 rpm, lo que le permite alcanzar una velocidad máxima de 225 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 7,1 segundos, aunque estos últimos datos carecían de importancia en la actividad que hoy nos tenían programada…

Como única preparación se había sustituido los neumáticos de serie, más apropiados para uso asfáltico o mixto, por unos especializados para su utilización fuera de carretera, concretamente unos General Grabber AT en medidas 255/50 R19 107H.

Este modelo contaba, aparte de la tracción integral permanente 4Matic y del cambio automático 9G-Tronic, con el paquete técnico OffRoad+ con reductora y bloqueo al 100% del diferencial central, además de la suspensión neumática Airmatic, que puede elevar la carrocería hasta alcanzar una altura libre al suelo de 285 mm y conseguir una profundidad de vadeo de 600 mm, además de montar protecciones adicionales de los bajos del vehículo.

Así que, acompañados en todo momento por un instructor en el asiento de la derecha, iniciamos un recorrido de lo más variado en el que poder probar sus capacidades todoterreno. De esta forma fuimos superando fuertes pendientes, tanto ascendentes como descendentes, llegando hasta el límite de sus ángulos de entrada y salida, así como el ventral, distancia libre al suelo e inclinaciones laterales. Se sucedían los cruces de puentes, giros cerrados, o tramos de velocidad sobre tierra suelta… y de todos ellos salió airoso como si el sobrepasar los obstáculos más complicados (por los que dudamos mucho un futuro propietario de este modelo se atreviera a circular…) fuese la cosa más fácil del mundo…

Entre recorrido y recorrido pudimos departir con los ingenieros de la firma hasta allí desplazados para que aclararan nuestras dudas tanto del funcionamiento del sistema híbrido (probado anteriormente), como de todas las peculiaridades técnicas implementadas en el Mercedes-Benz GLE 350d 4MATIC para la práctica del todoterreno. En fin una jornada de lo más completa e ilustrativa que nos hizo ver lo que era capaz de hacer este modelo en las condiciones más adversas con unas dosis mínimas de conocimiento de los sistemas de ayuda por parte del conductor y, por supuesto, de prudencia.

Pero aún quedaba la última parte de nuestras dos intensas jornadas de pruebas y para el viaje de vuelta hasta Múnich cambiamos nuevamente de montura, y en esta ocasión elegimos un Mercedes-Benz GLE 400 4MATIC pintado en una preciosa tonalidad Designo Blanco Diamante Bright sobre la que resaltaban aún más las voluptuosas formas del paquete deportivo exterior AMG con todas las tomas de refrigeración en color negro brillante, o unas fantásticas llantas de aleación AMG de 21 pulgadas de 5 radios dobles también en negro brillante, sobre las que se montan neumáticos Continental ContiSportContact en medidas 275/45 R21 delante y 315/40 R21 detrás.

Con el excelente rendimiento ofrecido por el propulsor V6 biturbo de gasolina, con 3 litros de cilindrada, que es capaz de entregar 333 CV de potencia entre 5.250 y 6.000 rpm y un par máximo de 480 Nm entre 1.600 y 4.000 rpm (idéntico al propulsor térmico ya visto en el Mercedes-Benz GLE 500e 4MATIC). Este modelo se encuentra en condiciones de alcanzar una velocidad máxima de 247 km/h o acelerar de 0 a 100 km/h en 6,1 segundos.

Nuevamente el recorrido nos adentró por retorcidas carreteras entre bosques, embalses y pequeños e idílicos pueblos de montaña. En estos tramos el comportamiento del GLE era simplemente sensacional, conteniendo las inercias con unas suspensiones de perfectas geometrías y tarados que nos permitían mantener un ritmo inusualmente alto para un vehículo que, en orden de marcha, superaba ampliamente las dos toneladas de peso.

Los últimos kilómetros transcurrieron por la transitada E-52 y tras disfrutar por última vez de la velocidad libre de las Autobahn tocaba chuparse un buen atasco de entrada a Múnich (sí, aquí también los hay…), pues nuestra llegada coincidía con el inicio de vacaciones de muchos alemanes. No obstante el excelente funcionamiento del propulsor a bajas vueltas, el del nuevo cambio 9G-TRONIC y el eficaz sistema Stop&Start, acompañado de los excelentes sistemas de climatización Thermotronic y de audio, firmado por Harman Kardon, hicieron  que el trance fuese mucho más llevadero hasta llegar a nuestro punto de destino, donde comeríamos e iniciaríamos el viaje de regreso a casa.

Durante el vuelo de vuelta pensaba en las dos completas jornadas, excelentemente organizadas, que acabábamos de vivir, probando a fondo la totalidad de la novedosa, y dual, apuesta de Mercedes-Benz en el segmento de los SUV más deportivos y sinceramente creo que se trata de un producto encaminado hacia el éxito en el que la firma de la estrella ha volcado todo su buen hacer para intentar asaltar con sus mejores armas el trono de su vecino de Múnich.

De todas formas, y como siempre, esperaremos a poder disponer de una unidad de pruebas, durante toda una semana, para someterla a nuestros test habituales, por recorridos conocidos, para emitir un juicio definitivo.

Por último, los precios recomendados por el fabricante para el nuevo Mercedes-Benz GLE, que llegará a los concesionarios en el mes de septiembre, son los siguientes:

Mercedes-Benz GLE 250 d 4MATIC —– 60.125,00 €
Mercedes-Benz GLE 350 d 4MATIC —– 68.425,00 €
Mercedes-Benz GLE 400 4MATIC —– 72.975,00 €
Mercedes-Benz GLE 500 e 4MATIC —– 77.785,00 €
Mercedes-Benz AMG GLE 63 4M —– 129.800,00 €
Mercedes-Benz AMG GLE 63 S 4M —– 141.100,00 €

Mercedes-Benz GLE 350d 4MATIC
7.8Nota
Lo mejor
  • Calidad superlativa de materiales y acabados
  • Posibilidades de equipamiento
  • Aptitudes todoterreno
Lo peor
  • Precio final con opciones
  • Ausencia de motores diésel más potentes
  • Peso elevado
Diseño7.5
Habitabilidad8
Acabados8.5
Maletero7.5
Equipamiento8
Motor8
Comportamiento7.5
Calidad Precio7

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