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Gonzalo Yllera

Opel Insignia Sports Tourer 2.0 CDTI ecoFLEX, prueba a fondo

En un mercado automovilístico que cada vez tiende más a la utilización de SUV grandes y monovolúmenes como vehículos familiares, parece que han perdido algo de comba las berlinas (segmento D) que hasta ahora asumían ese papel. Pero Opel, gracias a la última remodelación del Insignia, consigue atrapar todavía a un buen puñado de clientes, a los que les gusta disfrutar de unas líneas clásicas, con sus formas más estilizadas y un mejor dinamismo en carretera.

Y es que parece que la marca germana se ha sacado todas las pequeñas espinas que tenía clavadas con la anterior entrega de este modelo. No se trata de una nueva generación, pero sí de un rediseño tan profundo que prácticamente no ha quedado un solo tornillo sin tocar…

Todo ello dentro de una carrocería familiar (o Sports Tourer, como la denomina la firma alemana) con un diseño mucho más conseguido que el de la berlina de la que deriva, sobre todo en su parte posterior, y con una practicidad notablemente mayor obtenida no tanto por un aumento radical de la capacidad del maletero, sino por la posibilidad de transportar bultos de mayores dimensiones y a la mejorada modularidad interior.

Pero veamos detalladamente cada uno de los aspectos en los que destaca este renovado Opel Insignia Sports Tourer:

Exterior

Lo primero que llama la atención de esta carrocería son sus líneas suaves y fluidas que, al igual que sucede con su hermana berlina, lo convierten en el familiar de producción en serie más aerodinámico del mundo, con un Cx de tan sólo 0,28 (por 0,25 de la berlina).

Para ello la versión ecoFLEX, que probamos esta semana, cuenta con elementos tales como un Obturador Activo de Aire en la parrilla delantera, que al regularse automáticamente permite reducir la entrada de aire en el vano del motor y que éste cause turbulencias en su interior. También se han carenado los bajos del vehículo o se montan neumáticos de baja resistencia a la rodadura. Como veremos posteriormente, a la hora de hablar de su comportamiento dinámico, esto influirá muy positivamente tanto en un silencioso rodar como en unos consumos de combustible realmente reducidos.

La longitud total del Opel Insignia Sports Tourer se sitúa justo por debajo de los 5 metros (4,913 metros), con una anchura de 1,856 metros (2,084 metros con los espejos laterales desplegados) y una altura de 1,520 metros, mientras que la batalla (distancia entre ejes) se va hasta los 2,737 metros.

Si lo miramos de frente apreciaremos enseguida las mejoras llevadas a cabo con una parrilla más estilizada y en una posición más baja, como prolongación del capot-motor, estando formada por cuatro lamas horizontales, la primera de ellas más ancha y cromada que incluye el conocido logo de la marca. Su presencia resalta especialmente sobre el color Azul Royal con el que está pintada esta unidad de pruebas.

Tampoco podemos pasar por alto los renovados grupos ópticos, parte importante de esta nueva personalidad con la que se ha querido dotar al modelo alemán. Con un diseño más dinámico y moderno, los faros adaptativos AFL Plus proporcionan además una excelente iluminación en todo tipo de circunstancias, aunando en un solo conjunto las funciones de luces de cruce y carretera, los intermitentes y las luces de día, formadas en este caso por elementos LED. Los faros antiniebla redondos se desplazan a la parte inferior del paragolpes, encastrados en unas tomas de aireación de color negro, remarcadas por un delgado filete cromado.

En la vista lateral es donde mejor apreciaremos esa fluida silueta que le ha valido, como ya hemos comentado, para erigirse como el familiar de producción en serie más aerodinámico del mundo. El morro ascendente en suave pendiente continúa en una sutil curva con el parabrisas delantero, uniéndose al largo techo en ligera caída, que culmina en un pequeño alerón. Se incluyen unos railes, también cromados y de bajo perfil (la aerodinámica manda), en los que anclar los diversos accesorios ofrecidos por la marca en su catálogo.

La gran superficie acristalada, permite ver de forma sobresaliente todo lo que ocurre a nuestro alrededor y dota al habitáculo de una gran luminosidad, que se ve acrecentada en este caso por un techo solar de amplísimas dimensiones. Solo la presencia de unos asideros, por supuesto cromados, al igual que los marcos de las ventanas, y unos grandes espejos rompen ligeramente la monotonía de esta zona.

Además la versión probada equipa unas espectaculares llantas de aleación de 19 pulgadas de diámetro, sobre las que se montan unos neumáticos Good Year Eagle F1 en medidas 245/40 R19 98Y, que le confieren una firme pisada pero que, aunque a nivel estético le dotan de un atractivo sin igual, resultan a todas luces excesivas.

El diseño de la parte posterior es bastante peculiar, donde toma especial protagonismo el gran portón trasero. En su zona superior está presidido por un discreto alerón que incluye la tercera luz de freno. El cristal posterior permite una correcta visibilidad de lo que ocurre a nuestra espalda (y, en todo caso, siempre podemos ayudarnos de la cámara trasera). Justo debajo encontramos los grandes grupos ópticos, encastrados en el portón, que garantizan que seamos vistos a tiempo por el resto de usuarios de la vía. A modo decorativo un gran adorno cromado une ambos elementos que, al igual que ocurría en la parte anterior, también incluye el logo de la firma alemana, a la vez que cubre la matrícula.

El portón se prolonga hacia abajo y los laterales ocupando gran parte del espacio que correspondería al paragolpes, una solución muy atractiva visualmente pero que, como gran inconveniente, supone que los golpes y pequeños toques que debería absorber este elemento lo hace ahora la tapa del maletero (con lo que ello implica).

En la zona inferior del paragolpes propiamente dicho, se incluyen dos estrechos catadióptricos y una cubierta plástica que enmascara la salida de escape, quedando totalmente camuflada.

Interior

Si importantes han sido los cambios realizados en el exterior lo son más, si cabe, los ejecutados en el interior, con la finalidad de ofrecer a su clientela unos acabados Premium propios de otras marcas germanas que están en la mente de todos. Y la verdad es que en muchos aspectos se consigue con buena nota.

Sorprende en un primer momento por el amplio interior con el que nos recibe, tanto en las plazas delanteras (algo habitual en este tipo de berlinas) como, sobre todo, en las traseras con excelentes cotas tanto en anchura como en longitud para sus tres posibles ocupantes, aunque el techo descendente acaba pasando factura si tu altura ronda los 1,80 metros, y el túnel central de transmisión limita la posición de las piernas del pasajero central.

Y sigue sorprendiéndonos, al menos en la versión probada con nivel de equipamiento Excellence, la calidad de los materiales, con profusión de cuero y plásticos blandos de diferentes texturas y tacto agradable. Y cuando se emplean plásticos duros se relegan a zonas apartadas de la vista o a labores algo más ingratas. Los acabados y ajustes también reciben una calificación muy alta, al fin y al cabo como dice la conocida modelo Claudia Schiffer en los anuncios de la marca: es alemán.

El diseño del salpicadero resulta igualmente curioso, ofreciendo una gran sensación de profundidad al estar escalonado en diversos niveles uniéndose, casi sin solución de continuidad, con los paneles de las puertas envolviendo a los ocupantes de las plazas delanteras.

Este efecto se ve aumentado por la protuberante consola central presidida por una gran pantalla táctil de 8 pulgadas, que gobierna todo el sistema de infoentretenimiento IntelliLink (navegador, equipo de audio firmado por Bose, teléfono Bluetooth o dispositivos digitales portátiles).

A diferencia de ocasiones anteriores la inmensa mayoría de los mandos han desaparecido de esta zona, ya que casi todas las funciones se gobiernan ahora desde dicha pantalla aunque también desde los mandos del volante multifunción o mediante el Touchpad localizado junto a la palanca de la caja de cambios, que incluye control gestual y reconocimiento de escritura. Justo debajo se ubica el eficiente sistema de climatización bi-zona, de control electrónico, con un impecable y silencioso funcionamiento.

El puesto de conducción está presidido por un volante multifunción de buen grosor y forrado en cuero de agradable tacto con mandos integrados en los brazos horizontales del mismo. Pero justo detrás de él encontramos otra de las agradables sorpresas de este renovado Insignia, como es el cuadro de relojes, que no son tales… (al menos en parte) sino un gran display central, configurable a gusto del conductor, que nos permite seleccionar la información que queremos nos sea mostrada, tanto en formato digital como analógico.

Los asientos deportivos AGR de las plazas delanteras, realizados en cuero perforado Premium Brandy, presentan una ejecución impecable resaltando su color en contrate con el resto del habitáculo. Pero es que, además, se adaptan perfectamente al cuerpo resultando sumamente cómodos en viajes largos, sujetan muy bien y por si les faltara algo están calefactados y refrigerados. Una auténtica delicia.

Los asientos posteriores, sin alcanzar el nivel de los delanteros también son auténticos butacones, están elaborados con los mismos materiales, y aportan suficiente comodidad para dos ocupantes, aunque un tercero también será bienvenido. Se pueden abatir por partes, en una proporción 60/40, y además cuentan con una trampilla central para poder transportar, por ejemplo, unos esquíes.

Maletero

El maletero, al que se accede a través del gran portón trasero de accionamiento eléctrico, es una de las mejores bazas del Opel Insignia Sports Tourer ya que, aunque sin batir ningún record de la categoría en cuanto a volumen, con 500 litros justos, sí destaca por la gran boca de acceso que proporciona el enorme portón antes mencionado o por encontrarnos con una superficie de carga totalmente plana, muy ancha y con una gran profundidad, si optamos por abatir los asientos traseros en una proporción 60/40, hasta llegar a un total de 1.530 litros.

La única pega es que la cota de altura del borde de carga está ligeramente más elevada de lo esperado, aunque finalmente el chaflán está totalmente enrasado con el plano del maletero, e incluso protegido por unos refuerzos metálicos, facilitando la labor de deslizar los bultos hacia el interior del habitáculo.

Se incluyen diversas soluciones de almacenaje con las que ayudar a que la carga no se mueva durante un viaje, además de dos amplios cajones laterales, disimulados en los guarnecidos, donde situar pequeños objetos como un botiquín, un impermeable, etc.

Una vez levantamos el fondo rígido del maletero, nos encontraremos debajo con otra amplia superficie, de poca altura, que sirve para esconder aquellos objetos que no queremos sean vistos por miradas indiscretas.

Por último al elevar ese segundo piso tendremos acceso al hueco de una rueda de repuesto… inexistente, pues en su lugar se sitúa el ya habitual kit reparapinchazos y un compresor. Por lo tanto dicho espacio también nos servirá para transportar otros útiles de utilización menos frecuente.

Equipamiento

Otra de las ventajas, que suma muchos puntos a favor, del renovado Opel Insignia es su alto nivel de equipamiento, tanto por el que incluye de serie, incluso en las versiones de entrada a la gama, como por el amplio despliegue de dispositivos y tecnologías disponibles adicionalmente, muchos de los cuales están incluidos en paquetes con un precio muy atractivo. Sólo tienes que elegir cuáles se adaptan mejor a tus necesidades.

Pero, entre ellos, debemos mencionar especialmente los sistemas de última generación de asistencia al conductor, que emplean la más avanzada tecnología de radar para su funcionamiento. Así podremos disponer de Control de Crucero Adaptativo con Limitador de Velocidad (ACC), que ayuda a mantener la distancia de seguridad con los vehículos precedentes, Alerta de Colisión Frontal (FCA), Frenada de Colisión Inminente (CIB), Alerta de Tráfico Transversal Trasero (RCTA), Alerta de Ángulos Muertos (SBZA) y Alerta de Cambio de Carril (LCA) además del ya conocido Opel Eye. Un verdadero maremágnum de conceptos y siglas…

Desde el nivel de equipamiento Selective (el acabado Expression sólo está disponible para las versiones Sedán y 5 Puertas) ya hay elementos tales como:

  • Elevalunas eléctricos delanteros y traseros
  • Encendido Automático de Faros ALC
  • Ordenador de a bordo
  • Airbags conductor, copiloto y laterales.
  • Airbags de cortina en techo delanteros y traseros
  • Anclajes ISOFIX en las plazas traseras
  • Control Electrónico de Estabilidad (ESP Plus)
  • Control Electrónico de Tracción (TC Plus)
  • Kit de reparación de neumáticos

  • Llantas Diseño 17″
  • Neumáticos 225/55 R 17
  • Dirección Asistida eléctrica
  • Distribución Electrónica de la fuerza de frenado
  • Barras de techo en color plata
  • Luces diurnas tipo LED
  • Retrovisores exteriores eléctricos y térmicos en color de la carrocería
  • Climatizador electrónico digital
  • Radio 300 (Pantalla a color de 4,2″, 7 altavoces, USB, interface con iPod a través de USB, aux-in)

La siguiente etapa la forma el nivel denominado Excellence (el de nuestra unidad), que sobre el anterior añade:

  • Asientos delanteros Sport
  • Ordenador de a bordo con Check Control
  • Llantas de aluminio de 18″
  • Neumáticos 245/45 R 18
  • Chasis Sport Rebajado
  • Diferencial Autoblocante trasero con Control Electrónico ELSD
  • Freno de mano eléctrico (incorpora asistencia de salida en cuesta)

  • Pack de Visibilidad
  • Espejos retrovisores plegables eléctricamente, térmicos y fotosensible (conductor)
  • Faros antiniebla delanteros
  • Climatizador Digital bi-zona
  • Mandos al volante
  • Radio RF400 (Pantalla a color de 4,2″, 7 altavoces, USB, interface con iPod a través de USB, aux-in, bluetooth y audio streaming)

Por encima de ambas se sitúan los equipamientos Sportive y OPC, con opciones específicas, pero que no están disponibles para la motorización hoy analizada.

Es posible adquirir un Opel Insignia Sports Tourer desde 28.380 € (del 1.4 Turbo Selective Start&Stop 140cv, Manual 6v), que se queda en 26.703 €, con el descuento promocional de 1.677 €. En el caso de la variante probada, el 2.0 CDTI ecoFLEX Start&Stop 140cv, Manual 6v en acabado Excellence, puede adquirirse desde 32.395 €, que con una ayuda promocional de 2.557 € se rebaja hasta los 29.838 €.

En el caso de la unidad probada, contaba con el siguiente equipamiento adicional:

  • Cuero perforado Premium Brandy —– 3.464 €
  • Cámara de visión trasera —– 0 €
  • Pack OPC interior —– 0 €
  • Pack Family Confort —– 481 €
  • Pack Park&Go —– 1.010 €
  • Faros Delanteros Adaptativos AFL Plus —– 0 €

  • Parabrisas atérmico —– 72 €
  • Portón trasero eléctrico —– 212 €
  • IntelliLink «Navi 900» —– 0 €
  • Centro de información del conductor (DIC) de 8″ en el panel de instrumentos —– 241 €
  • Touchpad HMI —– 96 €
  • Sistema de Sonido Bose —– 630 €
  • Pack Premium —– 1.395 €

Lo que supone 7.890 € adicionales. Por lo tanto su precio final asciende hasta los 40.285 €, que se reducen hasta los 37.097 €, gracias al descuento de 3.188 € realizado por Opel, lo que sin ser una bicoca, sí se sitúa claramente por debajo de sus rivales Premium alemanes.

De todas formas te recomendamos que si quieres encontrar la mejor oferta para este Opel Insignia Sports Tourer recurras al buscador de Coches.com, ya que seguro te llevarás una grata sorpresa, al igual que a la hora de contratar el mejor seguro.

Motorización

El motor utilizado por la unidad que traemos hasta vosotros esta semana es un viejo conocido de la firma, el 2.0 CDTI, sobre el que se ha realizado una ingente cantidad de trabajo para conseguir adaptarlo a las últimas normativas de emisiones y, a la vez, lograr unas cifras de consumo realmente espectaculares.

Se trata de un 4 cilindros en línea de 1.956 centímetros cúbicos, en disposición trasversal, que gracias a la utilización de la inyección de combustible tipo Common Rail, a un turbo de geometría variable y a un intercooler es capaz de ofrecer 140 CV de potencia entre 4.900 y 6.000 rpm y un par máximo de 350 Nm entre 1.750 y 2.500 rpm. Con unas emisiones de CO2 de 104 g/km.

Gracias a él, este Opel Insignia Sports Tourer puede alcanzar una velocidad máxima de 210 km/h o acelerar hasta 100 km/h, partiendo de parado, en 11 segundos justos.

Como podéis ver la potencia máxima la ofrece a un régimen inusualmente alto para un propulsor diésel y lo mismo ocurre con el par máximo, con muy poco disponible por debajo de las 1.500 vueltas. Si a ello le sumamos que el propulsor tiene que lidiar con unos desarrollos excesivamente largos, no es de extrañar la aparente torpeza a la hora de moverse a bajas vueltas. Impresión que luego se disimula bastante, respondiendo incluso con viveza, una vez que el motor se revoluciona, para lo cual en muchas ocasiones será necesario bajar una o dos marchas para que vuelva a entrar en la zona óptima de trabajo.

Las cifras oficiales de gasto de combustible oscilan entre unos increíbles 3,5 l/100 km en recorridos interurbanos (sí has leído bien…), pasando por 5,6 l/100 km en el entorno urbano, obteniendo finalmente 4,5 l/100 km como consumo medio homologado.

Ni que decir tiene que esas cifras, como ya es habitual, se consiguen en condiciones ideales, difícilmente reproducibles por el cliente final entre el tráfico rodado. En nuestras mediciones habituales hemos obtenido unas cifras que sin llegar a tales prodigios si muestran el buen trabajo de las medidas de ahorro energético aplicadas a este modelo. En ciudad nuestro consumo se estableció en 6,3 l/100 km, mientras que en autovía y carretera nacional descendió hasta los 4,8 l/100 km, con un consumo medio de 5,5 l/100 km. Lo que supone que con una capacidad de depósito de 70 litros la autonomía sobrepasa ampliamente los 1.200 kilómetros.

Comportamiento

El Opel Insignia, como buen alemán, es un incansable rodador, un modelo al que le gustan las vías abiertas y amplias, con unos desarrollos muy largos encaminados a conseguir bajos consumos a velocidades legales, lo que unido a su excelente aerodinámica (la mejor del segmento) le configuran como un vehículo ideal para viajes de largo recorrido.

Es, por tanto, en autovías y autopistas donde más a gusto se encuentra. La amplia distancia entre ejes, una amortiguación algo blanda pero que contiene bien los movimientos de la carrocería y los anchos neumáticos que equipa le confieren una estabilidad remarcable. Además el amplio bagaje tecnológico, con sistemas como el radar adaptativo o el control de crucero hacen tremendamente fácil mantener velocidades que ronden las máximas legales.

Lástima que, al menos en el caso de la unidad probada, no contara con la transmisión automática de 6 velocidades, con la función ActiveSelect de cambio secuencial de marchas, para que la comodidad fuera completa, pues en el caso de llevar conectado el radar adaptativo, si el vehículo que circula delante de nosotros disminuye la velocidad (y nosotros con él), saltará en la pantalla un mensaje instándonos a que reduzcamos una o más marchas, y eso en según qué circunstancias (con tráfico denso) puede llegar a ser bastante molesto. Los consumos en este tipo de vías serán siempre muy reducidos, dignos de vehículos pertenecientes a un segmento inferior.

Pero antes de continuar no podemos dejar pasar por alto un aspecto que disminuye en gran parte el disfrute que seremos capaces de tener a sus mandos. Nos referimos al tacto del pedal de freno. Es evidente que no se trata de un deportivo y no realizaremos una conducción buscando los límites cuando vayamos con la familia a bordo, pero con un equipo de frenada y neumáticos tan sobredimensionados como los que lleva este modelo, que consigue unas distancias de detención resaltables pese a la tara total del conjunto (por encima de los 1.600 kilos en vacío y unos cuantos más en orden de marcha), el tacto blando y el gran recorrido del pedal invitan poco a un uso intensivo.

Cuando hemos de circular por carreteras nacionales, todas las virtudes (y defectos) anteriormente expuestos seguirán manifestándose. Además los largos desarrollos nos harán utilizar el cambio más de lo habitual y subir el motor de vueltas al menos hasta la zona de par máximo (entre 1.750 y 2.500 rpm) para salir con la suficiente fuerza de la siguiente curva. Aquí el cambio muestra todas sus virtudes con una palanca que cae muy a mano, con recorridos no excesivamente largos e inserciones lo suficientemente precisas.

Pero sobre todo llama la atención que, a pesar de su tamaño, puede mantener ritmos muy vivos y, en las manos correctas, hasta sorprendentes. Aunque llevado al límite, si se circula en solitario con la parte trasera descargada, la zaga puede tender a insinuarse en los cambios bruscos de trayectoria, pero no hay por qué preocuparse ya que entonces todos los sistemas electrónicos de ayuda a la conducción harán acto de presencia para sacarnos las castañas del fuego y retornar a la normalidad.

Pero el Opel Insignia no pide este tipo de conducción y si volvemos a comportarnos como los ciudadanos responsables que somos, podremos conseguir buenas medias simplemente llevando un ritmo constante, sin bruscas frenadas y aceleraciones.

En ciudad es todo suavidad, con una dirección que apenas requiere esfuerzo en las maniobras, unas suspensiones cómodas y un aislamiento térmico y acústico sobresaliente. El conjunto de climatización funciona fantásticamente y qué podemos decir del sistema de infoentretenimiento: una auténtica maravilla que hará que nuestro tiempo en los atascos resulte mucho más llevadero. Solamente unas cotas generales por encima de la media, nos hará sufrir un poco más a la hora de buscar sitio donde estacionarlo, aunque con la ayuda de la cámara trasera y los sensores no tendremos muchas dificultades en lograrlo.

Veredicto de Coches.com

Como habéis podido ver a lo largo de nuestra prueba, no todas las berlinas familiares han de circunscribirse al ámbito de los tres grandes alemanes. Existen opciones en el mercado muy recomendables que, si bien, no alcanzan en algunos aspectos (muy pocos) las fantásticas terminaciones, materiales o dinamismo de aquellas sí que rayan a gran altura y, sobre todo, con un esfuerzo para los bolsillos notablemente inferior.

Tan es así que tú como usuario deberías plantearte si optar por uno de los modelos del triunvirato germano (con tal de llevar una estrella, unos aros o una hélice en el capot…) con un equipamiento más reducido, o bien decantarte por un modelo como este Opel Insignia Sports Tourer equipado hasta las cachas… La elección, como siempre, deberás consultarla con la almohada…

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