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Peugeot_2008_06
Gonzalo Yllera

Peugeot 2008 Allure 1.6 e-HDi 92 CV, prueba a fondo

Está claro que las marcas automovilísticas han de buscar clientes diversificando su oferta, incluso creando nuevas subcategorías dentro de los segmentos hasta ahora conocidos. Primero sucedió esto con los SUV, normalmente derivados de las plataformas empleadas en modelos compactos, pero con carrocerías más voluminosas de diseño espectacular, una mayor altura sobre el suelo y en algunos casos dotados de tracción total bajo demanda, de tipo electrónico, que sólo se activa en caso de necesidad, aunque la inmensa mayoría carecen de ella pues sus usuarios raramente los emplearán fuera del asfalto.

Si descendemos un escalón, hasta el segmento B, veremos que se ha producido una tendencia similar. Partiendo de modelos utilitarios de amplia aceptación se ha elevado su carrocería, se les ha dotado de aditamentos estéticos similares a los de los SUV y, en algunos casos, se han instalado sistemas electrónicos que mejoran la tracción del eje delantero (siguen, en su mayoría, sin contar con versiones de tracción total) para el caso de querer rodar, por ejemplo, por pistas de tierra. Dentro de este sub-segmento podemos encontrar modelos tan populares como el Nissan Juke, el MINI Countryman, el Renault Captur, el Opel Mokka o el vehículo que analizamos esta semana en Coches.com, ni más ni menos que el exitoso Peugeot 2008.

Y es que no puede por menos que recibir tal calificativo, pues cuando justamente acaba de cumplir un año entre nosotros, se han fabricado ya más de 100.000 unidades en la factoría que la firma tiene en la localidad alsaciana de Mulhouse, al este de Francia, a un ritmo de 680 unidades diarias, superando ampliamente las previsiones iniciales.

En nuestro país también está alcanzando unas cifras excelentes: a lo largo del 2013 se vendieron un total de 3.120 unidades (hay que tener en cuenta que el lanzamiento comercial en España se produjo a finales del mes de abril), mientras que en lo que llevamos de año 2014 se han vendido 3.262 unidades (enero-mayo 2014), de las cuales 720 lo han sido en este recién acabado mes de mayo.

Vamos a analizar en profundidad cuáles son las virtudes que lo han llevado a alcanzar tan significativas cifras:

Exterior

Como ya habréis supuesto este Peugeot 2008 toma como base la plataforma del exitoso utilitario de la marca del león nos referimos, evidentemente, al Peugeot 208 (que ya probamos para vosotros el año pasado). Pero se aumentan todas sus dimensiones aparentando pertenecer, incluso, a un segmento superior.

Si aquel, por poco, no llegaba a los 4 metros de longitud total (3,962 metros), el nuevo Peugeot 2008 se va hasta los 4,159 metros, es decir 19,7 cm más. Y lo mismo ocurre en el resto de cotas, con una altura de 1,556 metros (+ 9,6 cm), una anchura de 1,829 metros (+ 9 cm), aunque con una distancia entre ejes que se mantiene invariable en los 2,538 metros.

Frente a su hermano, del que deriva, presenta diversas modificaciones en su frontal. Lo más llamativo son los nuevos grupos ópticos, con formas voluptuosas y que marcan más la doble óptica que los compone, donde se incluyen también las luces de día de tipo LED y los intermitentes.

Debido a su mayor altura, y para aligerar visualmente el conjunto, las tomas de aireación se han dividido en dos zonas: una principal más estrecha situada entre ambos faros, con rebordes cromados y adornada por dos lamas horizontales y otra que se desplaza hacia la zona inferior del paragolpes, disimulada en un conjunto de plástico negro, con las luces antiniebla situadas en los extremos. Entre ambas hay hueco suficiente para situar la placa de matrícula. No podía faltar en el capot-motor un gran emblema de la firma del león.

Todo este trabajo de diseño le confiere un aspecto juvenil y atractivo, con una apariencia campera muy del gusto de sus posibles compradores, que se ve refrendada con pequeños detalles como, por ejemplo, un plástico que protege la parte inferior del paragolpes a modo de cubrecarter, pero con una función más estética que práctica.

Por su parte, la zaga, también se ha beneficiado de un tratamiento similar. Un portón de mayores dimensiones, rematado en su parte superior por un pequeño alerón que incluye la tercera luz de freno, deja paso a un hueco de maletero más grande que el del utilitario. El cristal posterior tampoco es mucho mayor y los grupos ópticos presentan, al igual que ocurría con los delanteros, un diseño específico, en este caso dividido en dos mitades (una de las cuales es solidaria con el portón). La parte inferior del paragolpes está rematada en color negro y cuenta con otro aditamento estético que simula un protector de bajos. Allí se sitúan también las luces antiniebla posteriores.

Pero donde más se aprecian las diferencias es en la vista lateral, con formas más propias de un pequeño monovolumen que de un utilitario y donde destaca especialmente la mayor altura libre al suelo, que nos permitirá abordar con cierta solvencia el paso por zonas bacheadas en nuestras excursiones fuera del asfalto.

Los voladizos de contenidas dimensiones, facilitarán el no quedarnos enganchados fácilmente al circular por campo. Las puertas laterales, a pesar de ciertos adornos cromados de la parte superior, no conforman un hueco de mayor altura pero, gracias a su buen ángulo de apertura, no serán un obstáculo para acceder al interior, mientras que la zona acristalada de las mismas, ayuda a que en el interior se disfrute de suficiente luminosidad.

Los grandes espejos laterales cromados son los mismos de su hermano pequeño y proporcionan una buena visibilidad de lo que ocurre detrás de nosotros. En la parte superior, contamos con unas barras longitudinales, en acabado cromado, donde poder situar, por ejemplo, un cofre si no tenemos espacio suficiente con el hueco del maletero o transportar unas bicicletas en nuestras salidas domingueras al campo.

Los pasos de rueda son ligeramente más abultados para facilitar un mayor recorrido de suspensiones y dar cabida a unas excelentes y efectivas ruedas mixtas (de la que ya os hablaremos más adelante) Good Year Vector 4 Seasons (M+S) en medidas 205/50 R17 89V, montadas sobre llantas de aleación de 17 pulgadas modelo Eridan, con acabado parcial en Negro Brillante, que son responsables del excelente funcionamiento de este singular vehículo fuera de carretera, (junto al sistema Grip Control).

Interior

El interior, aunque muy similar al del 208, presenta peculiaridades propias. En primer lugar cabe destacar la notable ganancia en espacio para los ocupantes. Si en la zona delantera este hecho alcanza menor relevancia, salvo en la cota de altura, serán los pasajeros de las plazas traseras los que más a gusto se encuentren, disfrutando ahora de mayor hueco para las piernas y de una también mayor cota de altura para realizar viajes de forma más cómoda.

El diseño no difiere en exceso, empleando la misma distribución de elementos, y en donde es justo reseñar la peculiar configuración del conjunto volante-cuadro de relojes. Al igual que ocurre en otros modelos de la gama del fabricante francés se ha decidido apostar por un volante de reducidas dimensiones, de buen grosor, pero achatado ligeramente en su parte inferior, y situado en una posición más baja de la habitual para, entre otras cosas, poder ver el cuadro de relojes por encima del mismo y no a través de él, como sucede en la inmensa mayoría de los coches.

A pesar de tratarse de un volante multifunción no cuenta con excesivos botones y algunos pensarán que podían haberse trasladado a él algunos de los mandos diseminados por el resto del salpicadero.

Esta configuración, como concepto, no está mal pero en la práctica, y sobre todo para las tallas más bajas, significa que se acaba perdiendo parte de la información, tapada por la zona superior del volante por lo cual puede no resultar del gusto de todos sus posibles compradores. Mejor probarlo antes de decidirse aunque, al final, con el paso de los kilómetros terminas acostumbrándote.

Más allá de su peculiar ubicación, junto con el volante, el cuadro de relojes presenta la información de forma clara e intuitiva, sin grandes alardes decorativos (más allá de una retroiluminación LED en color azul) pero sin faltar tampoco ninguno de los parámetros esenciales. Justo en el centro de las dos clásicas esferas de cuentarrevoluciones y velocímetro una pequeña pantalla multifunción es la encargada de informarnos de los valores de kilómetros recorridos, consumos, velocidad establecida en el regulador de velocidad, etc.

El salpicadero nos deleita con un buen aspecto gracias al uso de plásticos blandos de agradable tacto, estando presidido en su parte superior por una gran pantalla táctil de 7 pulgadas que parece querer escaparse del lugar donde va anclada, y que lo mismo vale para mostrarnos la información del navegador que para manejar el equipo de audio o el teléfono sincronizado mediante Bluetooth, además de configurar diversos aspectos del vehículo.

Su funcionamiento es correcto y las transiciones entre menús se realizan de forma rápida, en su contra debemos señalar algunos reflejos debidos a su inclinación y lo tortuoso que resulta a veces encontrar algunas funciones, un hándicap importante a la hora de manejarla en marcha…

Justo debajo se sitúan los aireadores centrales, fácilmente regulables y, si continuamos descendiendo los mandos del warning, bloqueo de puertas y sistema de climatización bi-zona. Y un poco más abajo una toma de corriente de 12 voltios y las entradas auxiliares de audio.

La palanca de cambios cae muy en su sitio, con un pomo quizá demasiado anguloso para que se adapte perfectamente a nuestra mano y con un recorrido excesivo entre sus ubicaciones, aunque su precisión es buena y será difícil que erremos una marcha.

Los asientos delanteros, en el caso de la unidad probada, estaban forrados en cuero y contaban con multitud de reglajes mecánicos con los que encontrar fácilmente la postura más adecuada. Destacan especialmente por su comodidad y por los prominentes resaltes laterales a la altura de la cintura y las pantorrillas. Ello impedirá que nos movamos en exceso a la hora de afrontar curvas a fuerte ritmo. También era destacable en nuestra unidad la inclusión de la función de calefacción, muy útil en días de pleno invierno.

En su contra hemos de decir que no comprendemos muy bien la escasa altura de los respaldos, que dejan al descubierto los hombros y permiten un excesivo vaivén de la parte superior del tronco. También nos parece que se ha desaprovechado el hueco existente debajo de los asientos, ubicados más altos que en el 208, para incluir, por ejemplo, unas prácticas cajoneras de las que tan necesitado se encuentra este modelo.

Los asientos posteriores, a pesar de estar configurados para tres ocupantes, carecen del espacio suficiente, sobre todo en anchura, para los mismos. Por lo tanto viajarán más cómodamente dos pasajeros que, gracias al aumento de las dimensiones de este modelo, lo harán ahora sin estrecheces ni tener que doblar las piernas en exceso. Estos asientos pueden abatirse asimétricamente para aumentar la capacidad de transporte.

Maletero

El maletero es uno de los grandes beneficiados del aumento general de dimensiones frente al 208, si aquel se conformaba con un volumen de apenas 285 litros, el nuevo 2008 incrementa su capacidad hasta los 360 litros que, aunque no sea una cifra para tirar cohetes, sí al menos permite transportar con cierta solvencia el equipaje de una familia en sus desplazamientos de fin de semana o de vacaciones.

Además mejora sustancialmente tanto por la mayor regularidad de sus formas, que facilita estibar mejor los enseres, como por una altura de carga bastante baja (60 cm) y por el mayor tamaño del portón trasero que, también, posibilitará cargar bultos de mayores proporciones. Cuenta además con ganchos y anillas donde sujetar redes de carga o pulpos para evitar que los bultos campen a sus anchas.

En caso de necesidad se pueden abatir los asientos por partes, de forma asimétrica (60/40) para aumentar la zona de carga. La operación resulta muy sencilla y, gracias al plegado de su base, se forma una superficie totalmente plana de gran utilidad. En caso de renunciar a las plazas traseras dispondremos de un volumen total de 1.194 litros. Además disponemos de dos zonas portaobjetos a ambos lados, que disponen de una cincha de sujeción una, y una red la otra.

Debajo de la zona de carga, encontramos una rueda de repuesto de emergencia, además de una bandeja con todo lo necesario para su cambio (gato, llave de tuercas, etc.) Lo curioso del caso es que hay espacio de sobra para llevar una rueda de dimensiones idénticas a las otras cuatro, por lo que os recomendamos, sobre todo si transitáis por pistas o fuera del asfalto, la adquisición de una rueda de estas medidas para evitaros situaciones comprometidas en caso de pinchar.

Equipamiento

Este pequeño crossover francés puede adquirirse con tres niveles de equipamiento diferentes:

Access. Es el más básico, y en él ya se incluyen elementos tales como:

  • Control de estabilidad (ESP), ABS
  • Dirección asistida eléctrica
  • Airbags frontales, laterales delanteros y de cortina
  • Regulador / Limitador de velocidad
  • Elevalunas eléctricos delanteros

  • Indicador de relación de cambio óptimo (GSI)
  • Llantas de acero 15″ con embellecedor
  • Barras de techo cromadas
  • Asiento conductor con ajuste de altura
  • Banqueta trasera abatible 1/3, 2/3 con 2 fijaciones Isofix de 3 puntos
  • Ordenador de a bordo
  • Rueda de repuesto de emergencia

  • Faros diurnos Led
  • Alerón trasero
  • Tiradores de puerta en color carrocería
  • Embellecedor superior de puertas traseras cromo brillante
  • Molduras laterales inferiores

Active. Que sobre el anterior incluye, además:

  • Climatizador manual
  • Stop & Start en motorizaciones diésel
  • Pantalla táctil Radio trituner con 6 Altavoces
  • Una toma USB y una toma Jack
  • Kit Manos Libres, Streaming audio

  • Volante compacto multifunción de cuero regulable en altura y profundidad
  • Guantera iluminada y refrigerada
  • Llantas de acero 16″ con embellecedor
  • Faros antiniebla
  • Función Hill Assist (excepto motor VTi 82 manual)

Allure. El más completo siendo, además, el que equipaba nuestra unidad de pruebas. Añade a todo lo anterior los siguientes elementos:

  • Climatizador automático bi-zona
  • Llantas de aluminio 17″ con neumáticos M+S All Seasons
  • Sistema Grip Control con selector en la consola central
  • Paragolpes delantero y trasero «ADVENTURE»
  • Faros antiniebla con función cornering

  • Parrilla específica
  • Molduras laterales inferiores cromadas
  • Elevalunas eléctricos traseros
  • Detector de obstáculos trasero
  • Retrovisores cromados exteriores abatibles eléctricamente
  • Molduras laterales inferiores de puerta cromadas

  • Instrumentación con filo en LED azul y pantalla central LCD color
  • Asientos delanteros «Dynamique»
  • Tapicería Semi TEP
  • Techo iluminado PEUGEOT LED TRACK
  • Pack Visibilidad

Podemos adquirir un Peugeot 2008 desde 14.040 € (del Access 1.2 VTi 82 CV con cambio manual de 5 velocidades). Mientras que la variante Allure 1.6 e-HDi 92 CV con cambio manual de 5 velocidades está disponible desde 19.640 €.

En nuestro caso el modelo probado contaba con el siguiente equipamiento adicional:

  • Color Blanco Nacarado —– 630 €
  • Cuero Claudia Mistral —– 1.000 €
  • Llantas de aleación 17» diamantadas Eridan Negro Brillante —– 100 €
  • Navegador, segunda toma USB, lector CD MP3 en la guantera y Peugeot Connect SOS —– 800 €

Por lo que el precio final ascendía hasta los 22.170 €. Una cifra que consideramos muy ajustada para la gran cantidad de equipamiento disponible aunque, como siempre, puedes encontrar el mejor precio para este Peugeot 2008 Allure 1.6 e-HDi 92 CV a través del buscador de Coches.com, además de conseguir el seguro que mejor se adapte a tus necesidades.

Motorización

En el apartado mecánico el Peugeot 2008 ofrece diversas posibilidades, tanto en gasolina como en diésel.

Entre los primeros se encuentra el 1.6 VTi de 4 cilindros, atmosférico, con 1.598 centímetros cúbicos que ofrece una potencia de 120 CV a 6.000 rpm y un par máximo de 160 Nm a 4.250 rpm, con dicho propulsor es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 196 km/h o acelerar de 0 a 100 km/h en 9,5 segundos. La otra opción es el moderno tricilíndrico 1.2 VTi, de 1.199 centímetros cúbicos, 82 CV de potencia a 6.000 rpm y un par máximo de 118 Nm a 2.750 rpm, que puede montar tanto un cambio manual de 5 velocidades como uno automático, Efficient Tronic Gearbox, también de 5 relaciones. Es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 169 km/h (manual) o de 171 km/h (automático ETG), a la vez que consigue acelerar de 0 a 100 km/h en 13,5 segundos (manual) o en 15,9 segundos (automático ETG).

Por lo que a las motorizaciones movidas por gasóleo respecta encontramos el 1.6 e-HDi de 4 cilindros y 1.560 centímetros cúbicos que entrega 115 CV a 3.600 rpm y un par máximo de 270 Nm a 1.750 rpm (285 Nm con overboost en 3ª, 4ª, 5ª y 6ª velocidad) lo que le permite alcanzar una velocidad máxima de 188 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 10,4 segundos.

Por último tenemos el propulsor montado en la unidad cedida para esta prueba, que no es otro que el 1.6 e-HDi de 4 cilindros, con una cilindrada de 1.560 centímetros cúbicos, que proporciona una potencia de 92 CV a 4.000 rpm y un par máximo de 230 Nm a 1.750 rpm. Puede estar acoplado a una caja de cambios automática ETG de 6 relaciones o, como en nuestro caso, una manual de 5 velocidades.

Su velocidad máxima se establece en 181 km/h (manual) o 180 km/h (ETG), mientras que alcanza los 100 km/h partiendo de parado en 11,5 segundos (manual) o en 13,3 segundos (ETG). Los consumos oficiales varían entre los 4,7 l/100 km del ámbito urbano (4,1 l/100 km con ETG) hasta los 3,6 l/100 km del interurbano (idéntico con ETG), con un gasto mixto de 4,0 l/100 km (3,8 l/100 km con ETG), mientras que las emisiones de CO2 se establecen en 103 g/km (98 g/km con ETG).

En nuestro caso los consumos reflejan las variaciones conocidas en este tipo las mediciones pero, sorprendentemente se alejan bastante poco de las cifras facilitadas por la marca, con un consumo urbano de 5,1 l/100 km, por carretera y autovía de 4,4 l/100 km y un gasto medio de 4,6 l/100 km. Se trata de un auténtico mechero que nos ha sorprendido muy gratamente, a pesar de contar tan sólo con una caja de 5 velocidades, aunque suponemos que también tiene mucho que ver el escaso peso del conjunto, de apenas 1.160 kg. Tampoco podemos pasar por alto el exquisito funcionamiento del sistema Stop&Start, que se muestra rápido y eficaz, además de no provocar molestas vibraciones en la parada o el arranque, como si hemos experimentado en otros dispositivos de este tipo.

Si tenemos en cuenta que la capacidad del depósito de combustible es de 50 litros, podremos alcanzar una autonomía teórica de casi 1.100 kilómetros.

Comportamiento

Dado el innegable uso lúdico de este modelo os propongo un hipotético viaje vacacional con la familia para poner a prueba al Peugeot 2008 en los más variados escenarios:

Una vez que abandonamos nuestro domicilio habitual, tras haber colocado debidamente el equipaje en su aprovechable maletero, los primeros metros discurrirán entre el denso tráfico urbano. A pesar de su apariencia externa elevada y algo más voluminosa que la del modelo urbano del que deriva (el Peugeot 208), se desenvuelve casi tan bien como él entre el resto de vehículos. Incluso su ligera altura adicional facilita una mayor visibilidad del entorno, que puede resultar muy útil a la hora de anticipar una maniobra o, por ejemplo, encontrar aparcamiento.

Los consumos se muestran realmente comedidos, tanto por un propulsor poco glotón como por el excelente funcionamiento, ya mencionado anteriormente, de su sistema Stop & Start de última generación. Las suspensiones elevadas, aunque de tarado algo más enérgico que las de su hermano pequeño, facilitan transitar por las zonas más bacheadas de nuestras calles, mientras que los sistemas de climatización y de audio harán más amena la espera en el atasco de turno. Las maniobras de estacionamiento resultan sencillas pero, incluso, para los más sibaritas está disponible como opción el sistema Park Assist que, por 350 €, hará esa labor por nosotros.

Una vez que conseguimos abandonar la urbe, y el tráfico se despeja, podemos tomar la autovía por la que recorreremos los próximos cientos de kilómetros. El propulsor diésel se muestra voluntarioso, sobre todo en las primeras relaciones del cambio, permitiéndonos alcanzar la velocidad de crucero sin demasiadas dificultades. Tampoco le resulta complicado mantenerse dentro de los límites legales establecidos, aunque en quinta velocidad (debido a su largo desarrollo) resulta algo más perezoso a la hora de recuperar en una larga pendiente o realizar un adelantamiento, haciéndose necesario bajar una marcha para recobrar empuje. Esto es más evidente si se circula con cuatro pasajeros a bordo y su correspondiente equipaje.

Los ruidos aerodinámicos son muy contenidos y solo algún pequeño rebufo parásito, que no pudimos identificar, y el mayor rumor provocado por los neumáticos mixtos en su roce con el asfalto, romperán con el silencio que disfrutaremos en su interior. En cualquier caso no resulta nada molesto. La trayectoria se mantiene fácilmente, no siendo especialmente propenso a la influencia del viento lateral.

Cuando abandonamos la autovía para tomar una carretera nacional de montaña veremos que el Peugeot 2008 mantiene el tipo muy dignamente. Por su mayor altura libre al suelo pudiera parecer que, quizá, las inclinaciones laterales estarían a la orden del día. Nada más alejado de la realidad. Su tarado de suspensiones específico sujeta muy bien la carrocería, permitiendo mantener un ritmo bastante alto en este tipo de recorridos.

Seguramente tengamos que levantar el pie del acelerador más por las quejas del resto de ocupantes que por sus aptitudes dinámicas. Sólo si hacemos un uso intensivo de los frenos, descendiendo un puerto, cargados a tope, veremos que en frenadas sucesivas éstas se alargarán ligeramente, pero nada preocupante que no se solucione dejándolos refrigerarse, con lo que recuperarán prontamente su efectividad.

En el último tramo de nuestro viaje se hace necesario salirnos de la carretera para abordar esa pista forestal que nos conducirá a la casa rural donde pasaremos el fin de semana con la familia. Si llevásemos un monovolumen convencional o una berlina, esto podría convertirse en un serio hándicap (y no digamos nada si el terreno está húmedo por las últimas lluvias). Aunque tampoco esperes encontrarte ante el Peugeot 2008 DKR, el arma que la firma del león pondrá en manos de Carlos Sainz para intentar ganar la próxima edición del Rally Dakar.

Afortunadamente este Peugeot 2008, aunque no cuenta con tracción total, sí dispone de Grip Control, que la marca francesa define como un “sistema de optimización de la motricidad en condiciones de baja adherencia”. En realidad no es otra cosa que una serie de programas específicos, y más permisivos, del control de estabilidad ESP que permiten optimizar la tracción en diferentes circunstancias, regulando el par motor entregado y frenando las ruedas en función del terreno y de la opción elegida.

Cuenta con 5 posibilidades de actuación, seleccionables desde un mando giratorio en la consola central. Desde un modo Standard (para condiciones normales de la vía), pasando por el modo Nieve (específico para este tipo de elemento), modo Todocamino (facilita circular por terrenos deslizantes como barro o hierba), modo Arena (permite el deslizamiento de las dos ruedas motrices a la vez) y, por último, el modo ESP Off (que desconecta totalmente el ESP y el Grip Control, hasta 50 km/h, encomendando la responsabilidad del avance a la destreza del conductor).

Pero lo más importante, ¿el sistema funciona? En nuestras pruebas con terreno ligeramente embarrado, tierra suelta, agua, e incluso nieve, sí apreciamos una mejora de la motricidad con respecto a un turismo convencional. Donde éste tenía serias dificultades para avanzar (o directamente en algún caso se veía obligado a dar media vuelta) el pequeño crossover francés pasaba con aparente facilidad. Aunque también hay que tener en cuenta su mayor altura libre al suelo y sobre todo la presencia de unos excelentes neumáticos M+S que se agarraban francamente bien al terreno. Habría que probar el mismo modelo con neumáticos convencionales para obtener conclusiones definitivas.

Veredicto de Coches.com

Si tus necesidades familiares te obligan a tener un único vehículo para todo uso, pero no quieres que sus dimensiones sean excesivas para desenvolverte bien en el tráfico urbano y, por otro lado, los monovolúmenes te parecen demasiado sosos y aburridos, además de carecer de la posibilidad de transitar por pistas de tierra y caminos entonces este Peugeot 2008, con sus poco más de 4 metros de longitud, puede entrar entre las opciones para ocupar próximamente tu plaza de garaje.

A pesar del excelente rendimiento del propulsor probado, si vas a usar el vehículo frecuentemente con varios ocupantes y equipaje (por ejemplo en desplazamientos vacacionales o de fin de semana) sería preferible decantarse por la versión más potente de entre las propulsadas por gasóleo. Ese plus de potencia adicional y la caja de cambios de 6 relaciones facilitarán que vuestra experiencia dinámica sea mucho más satisfactoria, aunque conlleve un mínimo consumo adicional.

Su versatilidad, facilidad de uso, bajo consumo, una estética agraciada, la posibilidad de utilizarlo fuera del asfalto y una mayor capacidad de transporte respecto al modelo urbano equivalente le hacen sumar unos puntos definitivos en nuestra valoración final.

En cualquier caso se trata de un producto muy completo el ofrecido por la marca francesa que dejará contentos a aquellos que se decidan a adquirirlo contando, además, con un precio muy competitivo.

Galería de imágenes:

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