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Pruebanoticias/
Luis Ramos Penabad

Toyota Avensis 150D Advance a prueba: ¿cabe un sedán en la familia?

En las últimas décadas el mercado ha cambiado mucho en lo tocante a los gustos de los consumidores cuando toca elegir un coche para la familia. El auge de los monovolúmenes primero y los SUV después han arrinconado a los sedanes del segmento D, cuyas ventas son ya menos de la mitad que hace un lustro. Es un espacio en el que ya solamente parecen sobrevivir las marcas premium.

Con este difícil panorama se presentó el Toyota Avensis 2015, un intento de demostrar que todavía hay espacio para los generalistas. Diseñado en Bélgica con Europa en mente, sustituye al Avensis 2012, una renovación del modelo lanzado en 2009.

Los cambios van mucho más allá de un lavado de cara. Además de la revisión estética de rigor, se renovaron motores y equipamientos del Avensis. Y es que no están solos resistiendo. En los últimos años han pasado por nuestra sección de pruebas el nuevo Volkswagen Passat, el nuevo Ford Mondeo, el renovado Peugeot 508, el Kia Optima… y hay otros, como el Renault Talisman. ¿Serán los cambios que anuncia el sedán de Toyota suficientes para sobrevivir en este cada vez más reducido, pero competido mercado? Otros rivales, caso del Seat Exeo o del Honda Accord ya abandonaron el barco.

Nos ponemos una semana al volante de este Toyota Avensis 2015 para comprobarlo. Nos promete la habitabilidad de siempre, ahora con motores más eficientes y un mayor equipamiento en el que prima la seguridad. Y bajos costes de mantenimiento, un valor residual por encima de otros generalistas, gran relación calidad precio… argumentos que sin duda podrán convencer a un gestor de flotas. De hecho, suponen el 75% de las ventas ¿Pero a un cliente particular? Veámoslo.

Exterior

Nos contaban los responsables de la marca en la presentación del nuevo Toyota RAV4 Hybrid 2016 (ver prueba) que este era el producto pensado para las familias. Habían percibido que, tras el Auris o el Verso, les costaba mantener al cliente en la marca. ¿Solución? Hacer crecer al RAV4 (tanto, que han tenido que lanzar un sustituto para el segmento, el CH-R 2016, que llegará a finales de año

Te contamos esto para ver lo complicado que resulta hacer una berlina que conquiste a la vista. El Toyota Avensis 2015, que el fabricante continúa considerando su buque insignia en Europa, ha pensado que, añadiendo algunos de los elementos que triunfan en otros modelos, el éxito debería estar asegurado.

Los últimos lanzamientos de la marca se basan en dos conceptos. Por un lado el Keen Look (imagen potente) y Under Priority (prioridad inferior). De este modo, en el frontal del nuevo Toyota Avensis el emblema de Toyota es mucho más prominente, colocado sobre una parrilla superior más pequeña (recuerda vagamente al Mirai) que está delimitada por unos faros de diseño afilado con tecnología LED en nuestra versión (halógenos en la más básica). La parrilla inferior, ahora rematada en negro brillante crece bastante y los faros antiniebla pasan a los extremos, para el coche tenga una imagen más moderna, con un toque incluso de agresividad.

El lateral, sin embargo, es mucho más tradicional. En un aparcamiento (subterráneo, no hay fotos) coincidí aparcado al lado con uno de los modelos anteriores. Apenas hay cambios. Tan solo un embellecedor en la parte más baja, que consigue, eso sí, darle una imagen con más aplomo y unas nuevas llantas de aleación, que pueden ser de 17 o 18 pulgadas.

En la zaga tampoco hay demasiados cambios, más allá de unas ópticas, menos cuadradas que antes y unidas por una barra cromada. El color de nuestra unidad está también entre las novedades de la gama 2015.

¿En resumen? Pues una imagen bastante conservadora, aderezada con los nuevos detalles que incluye la marca en sus últimos lanzamientos, sin duda pensando en conquistar a un público más joven… con el que, sinceramente, creo que la batalla está perdida. Es un diseño más contundente sin duda, pero no tanto para perder la imagen seria que es la que buscan los clientes habituales del modelo. Al menos no les ha quedado un pastiche.

Interior

Cuando abres la puertas observas que la calidad de materiales está muy en lo que ofrece la marca: calidad, pero sin concesiones al lujo. Los acabados son discretos, sin alardes, con plásticos duros en las zonas bajas del coche, en lugares de más fácil acceso. Es un coche funcional y así lo parece.

Sí hay cambios de diseño, con un nuevo salpicadero, a imagen y semejanza de otros modelos de la marca. La consola central la preside una pantalla táctil de 8 pulgadas, que incluye el nuevo sistema multimedia denominado Toyota Touch 2, de buena visibilidad y manejo intuitivo. En ella se muestra la navegación, el sistema de infoentretenimiento o las imágenes de la cámara de visión trasera. Bajo ella se sitúan los mandos del sistema de climatización, con su propia pantalla de información, pero que se replica cualquier cambio en la superior.

Los relojes de la instrumentación tienen también una imagen más moderna si la comparamos con el anterior modelo… pero lejos de los cuadros de instrumentación digitales que encontramos ya en otros modelos del segmento. Además, el cristal produce algunos reflejos por la forma en que se ha colocado. Se sitúan a ambos lados de una nueva pantalla de 4,2 pulgadas retroiluminada en azul, donde se visualizan datos del ordenador de a bordo.

El conjunto es bastante sobrio, sí, pero con los elementos claves de buena calidad, como los nuevos asientos, muy cómodos (si bien no sujetan demasiado el cuerpo), o el volante, forrado en piel y de un tacto muy bueno (posiblemente lo mejor del coche). Pensado para pasar muchas horas al volante.

Hay algunas cosas que no nos convencieron, como el espacio delante del cambio de marchas, con una protuberancia que impide dejar nada ahí (el lugar habitual donde dejar el móvil). Además de tener un difícil acceso por esa curiosa forma, no puede dejarse ahí nada porque los laterales están cerrados y los objetos pueden caerse. También se ha ubicado el freno de mano eléctrico en una posición extraña, escondido tras el volante.

Destaca sobre la media, sobre todo en espacio disponible para los ocupantes, tanto en las buenas plazas delanteras como en las traseras. En estas últimas, eso sí, un tercer ocupante irá bastante cómodo porque el espacio donde irán sus piernas es casi plano. Su respaldo, no obstante, no es tan cómodo como los de sus acompañantes. Curioso, cuanto menos, que no tengan salida de aire, algo muy habitual en vehículos de su tamaño… e incluso más pequeños.

Maletero

El Toyota Avensis 2015 puede cargar sin problema con el equipaje de cinco pasajeros. Tiene 509 litros de capacidad. Bajo el piso hay un kit repara pinchazos, aunque hay espacio suficiente para una rueda de repuesto (opcional).

Cuando uno abate los respaldos de los asientos traseros (puede hacerse en una proporción 60:40) se gana mucho espacio, pero no es aprovechable del todo debido a que hay un pequeño escalón. No cuenta con él, viendo las imágenes, la carrocería familiar Touring Sports, mucho más cómoda para cargar enseres voluminosos, además, por el portón trasero. Sí cuenta el sedán con una abertura para poder llevar objetos largos utilizando cuatro plazas (como unos esquís), gracias al hueco en el reposabrazos central.

Equipamiento

Ya habíamos explicado en detalle los distintos niveles de equipamiento del Toyota Avensis 2015. La gama se estructura en base a tres niveles de acabado: Bussines (pensado para flotas), Advance (el más racional) y Executive (el más equipado). A estos se pueden añadir una serie de paquetes opcionales que incluyen elementos como el navegador o el techo solar (solamente en el Sports Tourer).

Nuestra unidad contaba con el acabado intermedio Advance, sin duda el más recomendable para un particular. Puede combinarse con cualquiera de los motores de la gama. No faltan elementos como los faros LED, llantas de 17 pulgadas, la pantalla central táctil con cámara de visión trasera, climatizador bizona, ajuste lumbar eléctrico en el asiento, sensores de lluvia y luces, tapicería de los asientos en tela y Alcantara, lunas traseras oscurecidas… pero sobre todo el Toyota Safety Sense, un sistema de seguridad integral que gestiona el aviso de colisión inminente y la frenada autónoma de emergencia, junto con elementos más comunes como la alerta por cambio de carril (sin acción sobre el volante) o las luces automáticas inteligentes con gestión de largas / cortas mediante detección de otros vehículos.

Gracias a un equipo de cámaras y sensores, que recogen la información de todo lo que rodea al coche, se avisa al conductor de una posible salida del carril o la presencia de un obstáculo delante. El sistema precolisión funciona a velocidades de entre 10 y 80 km/h. Ante una inminente colisión, se advierte al conductor. Si este no actúa, el coche reduce la velocidad en unos 30 km/h, reduciendo la posibilidad de sufrir un grave accidente.

Además sumaba el interesante paquete con el Toyota Touch2 & GO: navegador, conectividad Bluetooth avanzada y acceso a aplicaciones. Un equipamiento muy completo que hace que resulte muy poco atractivo recurrir al acabado Executive, que suma sistema de entrada inteligente, tapicería totalmente en piel, inserciones en madera, navegador, asientos delanteros eléctricos con función de memoria, faros LED autodireccionables y llantas de 18 pulgadas

Realmente, por los 29.100 euros de su precio recomendado, si bien existen ofertas del Toyota Avensis en concesionario oficial que lo dejan en el entorno de los 23.000 o 24.000, es un precio tentador. Hablamos siempre asociado al motor diésel 150D, que ahora desgranamos en profundidad.

Motor

El motor de acceso es un propulsor de gasolina de 1,8 litros con una potencia máxima de 147 CV y 180 Nm de par, asociada a una caja de cambios manual de seis velocidades como con una automática CVT, cuyo funcionamiento ha sido refinado.

En un coche de este tipo, orientado a viajes en carretera, tendrán mucha más aceptación los motores diésel. Como Toyota ya no desarrolla estas mecánicas, son de procendencia BMW. El motor de accesoes el D-4D de 1,6 litros, con una potencia máxima de 112 CV y 270 Nm de par. Se trata de una versión que homologa consumos y emisiones muy bajas, de 4,2 l/100 km y 108 gr/km de CO2, que probamos en el Toyota Verso.

La unidad que tenemos entre manos, el Avensis 150D, equipa el otro motor diésel, un D-4D de 2,0 litros y 143 CV que desarrolla 320 Nm de par entre 1.750 y 2.250 rpm. Sus consumos homologados son algo más altos, pues anuncia 4,5 l/100 km pero las emisiones se quedan en 119 g/km, justo para estar exento de pagar impuesto de matriculación.

Las prestaciones que anuncia no son escalofriantes, pero más que suficientes para la gran mayoría de conductores. Y es que acelera de 0 a 100 km/h en 9,5 segundos, y si uno sigue con el pie a fondo alcanzaría 200 km/h. Veamos ahora cómo va en marcha.

Comportamiento

Al pulsar el botón de arrranque, comprobamos que, una vez que entra en calor, se trata de un coche poco ruidoso, que pide recorrer kilómetros con él. Cuenta Toyota que ha trabajado en realizar una insonorización extra con estos propulsores, con un tapiz extra en el suelo, por ejemplo. Se suma al confort general que todo el sensamblado de las piezas es muy bueno. Puede que falle en texturas, pero no en la ejecución. No se oye un grillo por más rota que esté la carretera.

Así pues, tenemos un coche que aisla bien del exterior, con un motor de escasa sonoridad y a este confort se suma la suspensión. Filtra muy bien todas las irregularidades del piso, `pero controlando bien al coche en curvas… sin que eso suponga un tacto deportivo ni mucho menos. Lo que menos me convenció fue la dirección, que transmite muy poco y da la sensación de tener que girar mucho el volante hasta que el coche empiece a girar. Cómoda, eso sí, como lo es la caja de cambios, de tacto liviano y recorridos largos, acompañado de un embrague también muy suave.

El motor mueve al coche de forma estupenda (no viajé en ningún momento muy cargado, pero sí con cuatro y cinco ocupantes), tanto en ciudad como en carretera. Lo recomiendo antes que el 115D de 112 CV, que puede que se quede escaso en algunas situaciones. Y es que el Avensis anuncia un peso de 1.550 kg, que una vez cargado puede elevarse bastante.

Se trata de un coche de carácter viajero. Un rodador nato que gusta de carreteras amplias para circular a velocidades de crucero. Ahí resulta fabuloso y cómodo. En cuanto lo sacas de su hábitat, no se encuentra tan cómodo. Y es que como decíamos, la configuración y diseño de dirección, suspensiones y cambio no ligan muy bien con curvas cerradas y cambios de ritmo.

Ya quedado meridianamente claro que es un coche cómodo, por encima de todo. En ciudad, a ritmos tranquilos se comporta de forma estupenda. La dirección, asientos… todo se ha orientado hacia un confort que anima a emplearlo en la urbe. El espacio es muy bueno y es un coche fabuloso para moverse en familia y hacer los desplazamientos habituales. Sobre todo cuando miras el consumo. Es realmente comedido y cuesta ver trayectos en los que se superen los 6 l/100 km, salvo en recorridos urbanos muy cortos. Ahí es donde un híbrido resultaría mucho más adecuado, pero si queremos una motorización así con una carrocería sedán, habrá que salirse de Toyota… pero no muy lejos. Ahí está el Lexus IS 300h (ver prueba).

Veredicto coches.com

La conclusión es clara. El Toyota Avensis 150D es un coche cómodo, espacioso y no muy caro (que no barato), con consumos comedidos, sobre todo si te lanzas a la carretera a devorar kilómetros. Toyota ha decidido no jugar la liga del dinamismo, prestaciones y acabados cercanos a los premium, que es donde se ha embarcado la mayoría. ¿Le saldrá bien la jugada? Desde luego, estas carrocerías, como contábamos al principio, han sido abandonadas por la mayoría y la propia marca ya indica que los particulares serán minoría. Y se nota que no han querido descuidar a la clientela de flotas.

La gran calidad de rodadura, en parte gracias a su buen aislamiento acústico, lo hace aconsejable para conductores tranquilos que realicen muchos km al año, ya que el funcionamiento de sus mandos prima la suavidad, no la búsqueda de sensaciones al volante. Y en cuanto al motor, este de 143 CV nos parece el más adecuado para el tamaño y peso del coche.

Los cambios de diseño, más notables en el interior, no han cambiado su aspecto serio y funcionarial. Hay mucho espacio interior, con espacio muy bueno para cuatro y más que correcto para cinco y tampoco olvida el espacio para las maletas (es uno de los mejores del segemento en este sentido). El equipamiento de serie está a la altura, con una dotación de tecnología de conectividad y de seguridad notable.

Hay que reconocer lo evidente, Toyota ha hecho un buen trabajo en este aspecto. Se nota que la forma no ha predominado sobre la función, y que el Avensis ha sido diseñado para mostrar un gran confort de marcha y una gran habitabilidad. Posiblemente estemos hablando de sus rasgos más destacados. Si a esto le sumamos ese incremento en la calidad, la mejora del diseño, y la tecnología de última generación, estamos ante una buena berlina. Se nota que el 75% de los Avensis fabricados estará destinado al mercado de flotas.

Toyota Avensis 150D
7.4Nota
Lo mejor
  • Comodidad de marcha
  • Habitabilidad interior y maletero
  • Consumos del motor 2.0 diésel
Lo peor
  • Falta de sensaciones al volante
  • Materiales del interior por debajo de los de sus rivales
  • Ciertos detalles de diseño del habitáculo
Diseño7
Habitabilidad8
Acabados7.5
Maletero8.5
Equipamiento7.5
Motor7
Comportamiento6.5
Calidad Precio7.5

Galería de fotos:

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