No voy a caer en el populismo barato de ciudadano clasista. Creo en la política y en los políticos. Creo en un colectivo que en mayor medida accede a los puestos de responsabilidad pública con vocación de servir, aunque como siempre ocurre con casi todo, hay unos pocos con actitud de servirse que manchan el buen nombre de unos muchos.
Nos quejamos y con razón los españoles del elevado índice de corrupción que salpica a nuestra clase política, pero aunque mal de muchos consuelo de tontos, el pillaje del dinero de todos no es patrimonio exclusivo nacional.
Unos cuantos miles de kilómetros al norte, concretamente en Bélgica, ha tenido lugar la inauguración de lo que muchos ya han calificado como “la carretera de la vergënza” y aunque usted lector piense que esa camino embarrado por el que transita cada mañana no se queda atrás, tiene difícil superar a esta magna estupidez.
La carretera ha costado la nada desdichable cantidad de 300.000 euros con una distancia de tan solo 5 kilómetros. A lo largo de su recorrido, 250 señales ubicadas a los lados advierten del estrechamiento de la carretera, además de otras con los límites de velocidad y algunas que especifican normas de tráfico específicas del país.
En su primer día de funcionamiento ya han ocurrido varios accidentes y todavía se pueden notar los restos de algún siniestro. Incluso algún conductor se ha atrevido a grafitear un mensaje para los responsables de la obra; “estáis loco”, se puede leer en uno de los muros de protección.
Por su parte, estos, los “irresponsables” de tal atrocidad han intentado explicarse, argumentando que “queríamos ensanchar la carretera para que pudieran circular camiones en ambos sentidos y además evitar una trayectoria completamente recta ya que esto animaba a los conductores a aumentar la velocidad”.
En su descargo, la policía ha declarado que la empresa encargada de llevar a cabo las obras se ha limitado a seguir las directrices marcadas por las autoridades locales.
Imagina ahora verte en esta carretera (por cierto, la han vuelto a cerrar para hacer «arreglos»).
Vía: Standarmadness