Un vehículo con las ruedas en mal estado puede provocar un accidente de tráfico por la escasa adherencia, ni que decir tiene que un pinchazo a altas velocidades puede ser muy peligroso si no se logra controlar el coche, por ello la importancia de revisar habitualmente el estado de tus neumáticos.
Comentar que según varios estudios se estima que más del 70% de los neumáticos tiene la presión más baja que la recomendada, y la mitad de los coches circulan con algún neumático con la presión tan baja como para sufrir un serio percance en cualquier momento. Unos datos muy negativos si se tiene en cuenta que factores como el consumo, la seguridad o el confort del propio vehículo dependen de ellos.
¿Cómo sabes si has sufrido un pinchazo?
¿Estás seguro de que no tienes un pinchazo en alguna de las ruedas de tu vehículo? Seguro que contestas con rotundidad y concisión: sí, estoy seguro. Pero es importante asegurarse al 100%. Algunas de las maneras de comprobar que se ha sufrido un pinchado es observar que la rueda está más baja de lo normal o si percibes un ligero siseo que delate la fuga de aire. También es posible que en plena conducción descubras que la dirección es mucho más dura esto es síntoma de un posible pinchazo. Por último, se pueden sentir bofetadas rítmicas al conducir, que pueden implicar que la goma se ha salido del eje.
Después de intentar concienciarte sobre el peligro de los neumáticos en mal estado y de cómo descubrir si tienes un pinchazo, vamos a ponernos en el supuesto de que has sufrido un pinchazo inesperado y es la primera vez que te pasa, por lo que no tienes mucha idea de como hacer para cambiarlo.
En caso de pinchazo lo primero que debes hacer es reducir la velocidad a la que estás circulando, encender las luces de emergencia y tratar de llegar a un área de descanso o gasolinera, ya que el arcén de la autopista puede ser un lugar muy peligroso. Si no tienes más remedio que parar en el arcén, señaliza correctamente tu vehículo y llama por teléfono a la asistencia en carreteras de tu seguro.
Si has llegado con éxito a una zona fuera de peligro asegúrate de apagar el motor, poner el freno de mano y el chaleco reflectante. Intenta aparcar el vehículo en una zona plana donde no haya gravilla o piedras que puedan entrar en contacto con el pinchazo en cuestión. Tras estas indicaciones, ya estás listo para comenzar a cambiar la rueda de tu vehículo.
Tranquilidad
No debes ponerte nervioso ante esta situación poco habitual a la que todos nos hemos enfrentado en algún momento de nuestra vida. Aseguráte de que todos salen del vehículo para evitar el peso. Ahora sí, respira hondo y adelante.
El manual de instrucciones
Antes de comenzar, echa un vistazo al manual. Seguramente encontrarás la posición exacta en la que debes colocar el gato. Normalmente el gato se encuentra junto con la rueda de repuesto, ubicada en la parte baja del maletero. Cuando saques la rueda comprueba que está correctamente hinchada y las llaves para aflojar los tornillos.
Colocar el gato
Cuando ya tienes todas las herramientas necesarias es momento de ubicar el gato en la posición indicada en el manual. Una vez colocado correctamente levántalo hasta que entre en contacto con el vehículo. Cerciónate de que el gato está posicionado correctamente, firme y en una parte plana. Es importante que este en su sitio pues sino puedes hacerte daño al accionarlo.
Acciona el gato
Una vez que todo está colocado en su sitio debes accionar el gato. Levanta tu vehículo hasta que la rueda de tu vehículo comience a querer levantarse del suelo. Seguidamente afloja un poco los tornillos que sujetan la rueda. Normalmente cada rueda suele estar atornillada con 4 o 5 pernos. No olvides que debes retirarlo en diagonal y no los aflojes del todo, solo un poco. En un primer momento puede costarte un poco desaflojarlos, ya que han sido instalados en talleres con herramientas potentes, pero no desesperes.
Después acciona el gato de nuevo para levantar el vehículo hasta que la rueda diste del suelo unos 15 centímetros. En un primer momento esta distancia te puede parecer exagerada pero no debes olvidar que la rueda que vas a colocar está hinchada y como es obvio necesita más espacio. No te asustes al ver tu coche «levitar» tanto las ruedas como la suspensión han sido diseñadas para aguantar el peso del coche. Por último, afloja los tornillos totalmente para poder sacarlos. Ahora si, ya tienes la rueda pinchada fuera.
Colocar la rueda nueva
A continuación coge la rueda inflada y sitúala en en el lugar donde estaba colocada la anterior. Para poder guiarte utiliza el primer tornillo. De este modo, te aseguras poder instalar el resto en el lugar correcto. Como ya hiciste al retirarlos asegúrate de hacerlo en diagonal.
Bajar el coche
A continuación, acciona el gato para bajar el vehículo hasta dejarlo al ras de suelo. Para finalizar retira el gato y aprieta los tornillos de la nueva rueda, asegurándote de que están bien instalados. Este paso es de vital importancia y tu seguridad depende de ello.
Después de realizar todas estas operaciones, ya estás listo para volver a iniciar la marcha. Recuerda que la rueda de repuesto no esta diseñada como una rueda normal, por lo que deberás acudir a un taller para cambiarla por un neumatico de prestaciones similares a los demás antes de alcanzar los 100 kilómetros recorridos.
Como has podido comprobar cambiar una rueda pinchada es mucho más sencillo de lo que parece en un primer momento por lo que no debes dejarte impresionar y deja a un lado los nervios, ellos son tu peor enemigo al volante.
Fuente: Adequate man