¿Por qué alguien va a querer dar de baja a un coche? Pues principalmente por dos motivos (y de ahí que existan dos modos de darlo de baja:
Baja temporal: Es habitual si el titular tiene un viaje largo o un laboral temporal al extranjero y no va a utilizar su coche en un largo periodo de tiempo. En estos casos, además de la documentación y trámites, es conveniente que sepas cómo cuidar un coche que pasará tiempo parado, que te ayudará a no encontrarte sorpresas a tu regreso. También se puede realizar esta baja cuando un coche es robado.
¿Por qué hacerlo? Pues básicamente, para ahorrarse un dinero. Mientras el coche está dado de baja temporal, no se pagarán impuestos de circulación, no es necesario tener al día la ITV y tampoco deberás contratar una póliza de seguros para el coche.
Ojo, hay que cumplir un requisito: debe permanecer en un garaje hasta que se regularice de nuevo su situación. Nada de dejarlo en la calle.
Baja definitiva: Cuando no quieres usar nunca más el coche, hay que darlo de baja para ahorrarte todos los gastos que acarrea un vehículo. No solo eso: abandonar un vehículo sin darlo de baja está penado con una multa entre 600 y 600.000 euros.
¿Dónde debes darlo de baja? En los desguaces CAT (Centro Autorizado de Tratamiento) o en la Jefatura Provincial de Tráfico.
Gestiones para dar de baja un coche
La baja definitiva puede hacerse mediate un desguace autorizado CAT. Son los únicos centros que pueden gestionar legalmente la baja definitiva en la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Asociación Española de Desguaces y Reciclado del Automóvil (tel. 91 593 12 66, www.aedra.org) te ayudará a encontrar el más cercano.
El proceso suele ser gratuito e incluye la retirada del vehículo con grúa (por eso no es necesario ITV en regla o el seguro obligatorio), siempre que cuente con al menos las dos ruedas traseras y el conjunto del bloque mecánico. En función del vehículo, su estado y características incluso es posible que te den una compensación por el coche (habitual en vehículos con menos de 10 años que proceden de un siniestro, harán antes una valoración previa)
El propio CAT se encarga también de entregar la documentación en la Jefatura de Tráfico. En el porpio desguace se firma la solicitud de baja definitiva (o el mismo día de la retirada con grúa). Además del coche, es necesario contar con su ficha técnica, el permiso de circulación del vehículo y una fotocopia de tu DNI o NIE. Ojo, que si el vehículo está a nombre de una empresa o un fallecido, podrás necesitar algún papel más. De todos modos, cuando avises al CAT para conseguir la baja definitiva, te informarán de todo lo que será necesario en cada caso concreto.
¿Es posible recuperar dinero?
Dos o tres días laborables más tarde se hace entrega al propietario del vehículo de un Certificado de Destrucción el justificante de baja definitiva de la DGT. Sirven para que tu municipio anule el impuesto de circulación (IVTM). Si ya lo habías pagado, puede solicitar en tu Ayuntamiento que te devuelvan la parte pagada de más. Se paga anualmente, pero se calcula por trimestres y es posible recuperar la parte proporcional al período no disfrutado.
Las compañías de seguros no suelen realizar devolución alguna por períodos no disfrutado. A lo sumo, conservarán ese importe y lo descuentan si contratas con ellos otro seguro. Eso sí necesitas acreditar la baja y destrucción del vehículo para que la póliza no se renueve automáticamente.
Por último, recordarte que las bajas definitivas son irrevocables desde febrero de 2004, como su propio nombre indica). Solamente los vehículos dados de baja con fecha anterior podrán rehabilitarse. Esta figura se creó con el único objetivo de destruir el vehículo tras su descontaminación y tratamiento. Para lo demás existen las bajas temporales.
Fuente: RO-DES