2022 fue el año elegido para poner al día dos modelos muy importantes en la historia de Ford en Europa, el Fiesta y el Focus. Pues bien, hasta nuevo aviso, los pedidos de ambos modelos para el continente se han restringido severamente por la falta de componentes.
Esto significa que solo se pueden pedir modelos preconfigurados hasta un nuevo aviso, ya que el fabricante de automóviles responde a plazos de entrega excesivamente largos, según una publicación hermana. Son modelos, tanto el utilitario como el compacto, con una buena aceptación y la renovación de ambos hizo aumentar la demanda y actualmente tienen plazos de entrega de hasta 12 meses en algunos casos para varias series de modelos, aseguraba un portavoz de Ford.
«Cerramos la disponibilidad de pedidos a concesionarios en el Ford Focus y Ford Fiesta, entre otros, hace algún tiempo», decía el mismo portavoz. «No obstante, estamos ofreciendo el volumen de producción disponible a nuestras concesiones, en forma de unidades preespecificadas basadas en demanda del cliente.»
Desde la empresa añaden que esta es la forma que tiene Ford de garantizar que se puedan cumplir los pedidos de los clientes y que la capacidad de producción disponible se emplee de la mejor manera posible.
Markus Thal, jefe del comité de empresa en la fábrica de Ford en Saarlouis, Alemania, que construye el Focus, confirmó la medida inusual y dijo que los pedidos que se reciben actualmente se entregarán bien entrado 2023. Actualmente no sería posible entregar un Focus antes de la próxima primavera.
Según los representantes de los empleados, Ford ahora espera una producción anual de solo 117.000 Focus para el año en curso, por debajo de las 195.000 unidades planeadas originalmente. Para 2023, todavía hay planeadas alrededor de 143,000 unidades, según Thal. No está claro si se podrá lograr esta cifra, ya que la producción está fuertemente influenciada por la Guerra de Ucrania y los cuellos de botella en la cadena de suministro, especialmente para semiconductores, así como el mercado energético.
Por si todo esto fuese poco, falta por conocer cómo reaccionará la fuerza laboral en la planta de Saarlouis ante la decisión de la empresa de fabricar sus nuevos Ford eléctricos en Valencia, España, en lugar de Saarlouis, lo que se suma a las preocupaciones de los trabajadores sobre el futuro de la planta.
Fuente: Automobilwoche
Vía: Autonews