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Luis Ramos Penabad

Los diez coches (y medio) más icónicos del comunismo

A los más jóvenes el telón de acero les sonará a esa parte de la historia que apenas daba tiempo a estudiar en calse, pero hace apenas un cuarto de siglo media Europa daba la espalda a la otra mitad. Y fue hace 25 años, con la caída del muro de Berlín en la noche del 9 al 10 de noviembre de 1989, cuando esta situación comenzó a revertirse.

No vamos a realizar un repaso histórico o social de los acontecimientos que produjeron esa separación, que duró prácticamente desde el final de la Segunda Guerra Mundial, en el periodo conocido como Guerra Fría. Entonces, las dos potencias mundiales, Estados Unidos y la URSS, tensaban la cuerda sin llegar a romperla… y menos mal. Se trataba de dos concepciones muy diferentes del mundo, totalmente antagónicas. Y eso afectó a todo, incluida la automoción.

En los países comunistas de Europa tener un coche en propiedad era toda una odisea. Sin embargo, en ellos se fraguaron todo tipo de vehículos, desde los puramente funcionales a otros muy innovadores, que hoy son codiciados artículos de colección. Hemos querido rescatar diez de ellos (la selección no ha sido tan fácil como crees, y aún nos duele haber dejado fuera a coches como el mítico Yugo o el Wartburg 353, que llegó a venderse en España a principio de los 90). Pero, sin duda, se trata de un recorrido bastante heterogéneo por la peculiar era soviética del automóvil, como podrás ver. Echa un vistazo, camarada.

1. Tatra 603

Reconozco que tengo una especial predilección por Tatra, la marca que buscaba la perfección aerodinámica. Los ingenieros de Checoslovaquia realizaron antes de la Segunda Guerra Mundial maravillas como el Tatra T87 (cuyos rasgos fueron copiados por el Beetle y llegaron a denunciar a Porsche por ello… hasta que Hitler actuó). Ya bajo el dominio comunista, fabricaron coches como este Tatra 603, un símbolo del refinamiento reservado a los altos miembros del partido único, que mantuvo detalles como la aleta dorsal el T87.

No era común ver un Tatra 603 en las calles. Se trataba de uno de los coches de mejor rendimiento de la época, ya que con us motor de 99 CV era capaz de superar nada menos que 160 km/h. Por eso quizá se convirtió en un icono… de lo que podía haber sido y no fue. Se fabricaron tres versiones de este coche de lujo entre 1956 y 1975… pero los modelos más antiguos se devolvían a la fábrica, para ser canjeados por modelos más nuevos, de ahí que los coches más viejos se desmontasen y reconstruyesen al estilo actual. Ese es el motivo por el que la mayoría de Tatra 603 tengan casi el mismo diseño exterior, con independencia de su fecha de producción original. Durante los 20 años de producción del coche, se fabricaron 20.422 unidades, todas a mano.

2. ZIL-114

Esta limusina es una muestra de la excelencia de la ingeniería soviética… y de hasta dónde podían llegar los celos de los líderes comunistas. Resulta que el ZIL 111 se estaba quedando bastante anticuada respecto de los vehículos equivalentes de Estados Unidos… y se dieron órdenes de mejorarla como fuese. Así surgió el ZIL 114, con unas prestaciones excepcionales (realizaba el 0-100 km/h en 12,8 segundos), hasta tal punto que los presidentes de la Rusia possoviética siguieron utilizándola (hasta que Yeltsin los sustituyó por Mercedes). Eso si, Putin se plantea desde hace tiempo rescatar la marca.

Su coetáneo «más allá del Politburó» fue el ZIL-117, un sedán de lujo que se confunde fácilmente con una limusina soviética debido a su tamaño. El coche se presentó en el Autopron (precursor del Salón de Moscú) en 1977. Equipaba un motor V8 de 6,9 litros con el que alcanzaba entre 190 y 201 km / h. Tenía unas depuradas líneas modernas y aunque se fabricó un número muy limitado de unidades… una pudo verse en Casino Royale, la película de 2006 de James Bond.

3. Lada Riva

El Lada Riva (VAZ 2107) es el representante de los años en los que el comunista comenzó a perder el ritmo vertiginoso que imponía el capitalismo. Fue uno de los coches que más tiempo estuvo en funcionamiento, ya que se fabricó desde 1975 hasta 2012. Tiene sus raíces en la copia rusa del Fiat 124, el Lada Zhiguli (VAZ 2101)…

El original había sido coche del año en Europa en 1967, pero el Lada Riva no avanzó mucho respecto a él. De hecho, la última remesa del Lada 2017 alcanzaba una velocidad máxima de 150 km/h y contaba únicamente con una radio y un ventilador como únicos accesorios. En la época dorada, la ciudad industrial de Togliatti, llegó a producir hasta 700.000 de estos vehículos al año.

4. Dacia 1300

Este producto de los ingenieros rumanos tiene muchas similitudes con Renault 12 que conocimos aquí… si bien «el nuestro» era producido por ingenieros capitalistas. No se trató de un gran coche, ni destacaba en absoluto por prestaciones… pero fue muy emblemático, ya que era de los preferidos por la clase media, lo que lo hizo muy popular (se trataba de un modelo fiable, capaz de recorrer muchos kilómetros).

5. Trabant 601

Quién le diría al Traban 601 (conocido popularmente como Trabant o Trabi), que sería uno de los coches que apareciera en dos de nuestra listas (lo destacamos también en los coches alemanes más importantes). Fue el coche más común de la RDA (Alemania del Este) y, en esencia, fue la respuesta comunista al «coche del pueblo» de la otra Alemania, el Volkswagen Beetle.

Se produjo durante 27 años en Zwickau, prácticamente sin actualizarse (en realidad el Trabant 601 es la tercera generación del modelo, pero también la más conocida y la que estuvo mayotr tiempo en producción). Su éxito se fundamentó en ser muy asequible, su fiabilidad y gran autonomía. Además, era muy sencillo de reparar y mantener.

Fue avanzado en algunos aspectos cuando se lanzó en 1963, como el hecho de ser un tracción delantera, su construcción monocasco, la suspensión independiente… y sobre todo por su carrocería de fenoplast, un material creado con resina fenólica, algodón y serrín, que aprovechaba los excedentes de algodón y madera de la RDA), pero los motores eran anticuados. Pese a ello, los alemanes del este aún lo añoran y tener uno es todo un privilegio (se considera chic).

6. GAZ 69

Sí, los soviéticos también tenían su Jeep. El GAZ 69 era un 4×4 que se fabricó en Gorki entre 1953 y 1972. A imagen y semejanza del Jeep, hubo versiones destinadas al uso militar (muy utilizadas en la década de los 70 en Afganistán)… y también de uso civil. A día de hoy todavía hay muchos circulando, debido a su robustez y fiabilidad mecánica. Es muy común verlo en países de Suramérica, África y en Asia, sobre todo en la península indochina (Camboya, Laos, Mongolia y Vietnam), en zonas en donde no existen vías asfaltadas.

7. Skoda 110R

Cuando uno echa un ojo a la oferta actual de coches nuevos de Skoda observa que su éxito se basa en crear vehículos 100% funcionales, repletos de soluciones prácticas y que suelen ser los reyes por capacidad de maletero de sus segmentos. Pero hubo un tiempo en que los checos hacían coches pasionales (más allá de las siglas RS) , como el 110R, un pequeño coupé de tres puertas fabricado entre 1970 y 1980 que rebosa elegancia por todos sus poros.

No sólo eso, su rendimiento lo colocaba en competición a la altura de los Porsche 911… costando una décima parte. Eso con las especificaciones RS (propulsores de 1.8 y 2.0 litros), ya que originalmente contaba con un cuatro cilindros de 1.107 cc en posición trasera, acoplado a un cambio manual de cuatro relaciones… Con él alcanzaba 145 km/h y aceleraba de 0 a 100 en 18,5 segundos. Se fabricaron 56.902 unidades, pero los márgenes de beneficio eran escasos… y los checos debieron dejar su producción. Sí, incluso los soviéticos miraban la rentabilidad ¿o qué pensabas?

8. Melkus RS 1000

Este pequeño coupé con alas de gaviota se ganó el apodo de Ferrari de Oriente. Se trataba de un deportivo único de la Alemania Oriental, que era movido por un motor Warburg de tres cilindros de dos tiempos montado en posición central. Se fabricaron 101 unidades, entre 1969 y 1979, la mayor parte con el propulsor de 992 cc (con el que alcanzaba una velocidad máxima de 175 km/h, ya que apenas pesaba 60 kg). En la fábrica de Dresden también se fabricaron algunas con un motor de 1.200 cc, que otorgaban más prestaciones al Melkus RS 1000. Hoy en día se conservan casi todas las unidades que se construyeron y es bastante apreciado. Y es que un deportivo tricilíndrico no es algo habitual.

9. Volga GAZ-21

El GAZ-21 fue el primer coche con el nombre Volga. Desarrollado en la década de 1950, cuando los coches occidentales equivalentes tenían un perfil bajo y largo, el GAZ-21 tenía un aspecto radicalmente diferente. Junto con su altura inusual, el coche venía repleto de un sistema robusto de suspensión, un motor potente y tratamiento anticorrosivo inusual para la época.

Esta berlina de cuatro puertas se fabricó por la empresa estatal GAZ entre los años 1956 y 1970 y entre los particulares fue en todo un símbolo de poder, sobre todo desde que se interrumpió la fabricación de modelos con seis cilindros en 1959, ya que el Volga GAZ 21 se convirtió en el coche más grande y lujoso que se vendía a particulares en la URSS (si bien también lo usaban servicios públicos como la Policía o bomberos). Este modelo de propulsión trasera montaba un motor 2.2 de gasolina de 70 CV, acoplado a una caja de cambios de tres velocidades (manual o automática). Eso sí, llegó a montar algunos propulsores V8 de 5.52 litros de cilindrada, que rendían hasta 150 CV de potencia.

10. Lada Niva

Puede que el mercado occidental se haya rendido a los SUV pequeños en pleno siglo XXI… pero el Lada Niva (VAZ-2121) se adelantó décadas a esta tendencia de consumo. Fue descrito por sus creadores como «el Renault 5 sobre un chasis de Land Rover» y tenía un formato innovador para la époica: arquitectura monocasco con suspensión delantera independiente.. como los SUV de hoy en día (pero con muchísimas más capacidades todoterreno que la mayoría de ellos, todo sea dicho, gracias a su tracción total permanente y su bloqueo manual del diferencial central.

Se trató del primer vehículo de VAZ no basado en un modelo Fiat (sí contaba con mecánicas italianas). Comenzó a fabricarse en 1977 y, gracias a su prestaciones mecánicas, su barato mantenimiento y su robustez extrema todavía perdura en el mercado con pocas modificaciones (incluso podría llegar al espacio, según algunos). En la URSS era muy popular como ambulancia de zonas rurales o vehículo militar y lo utilizaban también fuerzas policiales y empresas de servicios públicos.

10,5. SMZ

No nos hemos podido resistir a ampliar la lista… pero solamente un poco, por tratarse de un coche un tanto especial. El SMZ era un microcoche fabricado en Rusia específicamente para conductores discapacitados. Se distribuyeron en la URSS de forma gratuita (o con muchos descuentos) a través del sistema de bienestar social de la Unión Soviética (oficialmente no se vendían a nadie sin discapacidad). Después de cinco años de uso, el arrendatario tenía que devolver su «silla de ruedas a motor» (así se les conoce comúnmente) a una organización de asistencia social y se les daba una nueva.

Hoy en día se han convertido en una pieza de colección, por lo raro que resulta dar con uno. Los modelos más comunes fueron el SMZ S-3A (cabrio, en la foto), un monocilíndrico de dos tiempos de 346 cc que rendía 10 CV, producido entre 1958 y 1970 y el SMZ S-3D, entre 1970 y 1997, con un motor algo más capaz.

Fuentes: Dmarge, Wikipedia. Topweb

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