Daimler mantiene su apuesta por el diésel. A pesar de que las ventas van en caida libre en todo el continente, este nuevo Mercedes C 300 de que llega al mercado en la primera mitad de 2019 es la muestra palpable de ello. Se trata de un híbrido enchufable con un motor de gasóleo como base, ligado a un eléctrico.
Esta nueva variante del Mercedes Clase C 2018 se mueve gracias a un motor diésel de 2 litros con 194 CV de potencia y 400 Nm de par (el OM 654 de la nueva generación de mecánicas) que trabaja asociado a un motor eléctrico de 90 kW (122 CV). La potencia total del conjunto es de 306 CV y un excelente par de 700 Nm desde apenas 1.400 rpm.
El motor eléctrico se surte de una batería de ión de litio con 13,5 kWh de capacidad, energía con la que puede recorrer en modo totalmente eléctrico nada menos que 57 km, a velocidades de hasta 130 km/h. Esto lo hace merecedor del distintivo Cero del etiquetado energético de la DGT. Con el cargador instalado a bordo, de 7,4 kW de potencia, es posible recargar la batería al 100 por 100 de su capacidad en apenas 1,5 horas si se instala un Wallbox. De utilizar una toma de corriente convencional, se tardaría en recargar por completo unas cinco horas.
El Mercedes C 300 de cuenta con la caja de cambios automática 9G-Tronic de nueve relaciones, que envía el par a las ruedas traseras. No hay posibilidad de equipar la tracción total 4Matic, al menos por el momento.
Las prestaciones son muy buenas, ya que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 5,6 segundos mientras que el gasto medio se ha cifrado en los 1,4 l/100 km. La velocidad máxima está limitada a 250 km/h. El consumo eléctrico es de 18,7 kWh/100 km. Estas cifras son algo peores (salvo la velocidad máxima, que es idéntica) si se elige con la carrocería familiar, el Clase C Estate.
No hay muchos cambios estéticos exteriores, salvo la denominación del modelo y la toma de electricidad, ubicada en el lado derecho del paragolpes trasero (zona poco habitual, pero que puede resultar cómoda de usar). En el interior hay también algunos cambios en la instrumentación y la batería acaba restando algo de espacio al maletero, que en el modelo convencional es de 480 litros.
Desde Mercedes cuentan que han resuelto los problemas de compatibilidad entre motores diésel y la tecnología híbrida con un filtro de partículas diésel específico. Los filtros de partículas han de trabajar con temperaturas de gases elevadas… algo que contrasta con el espíritu de los híbridos, cuya función principal es mover el coche con el motor apagado. El filtro es capaz de regenerarse de forma parcial, sin tener que estar completamente lleno. El motor eléctrico ayuda a alcanzar también la temperatura necesaria de los gases para conseguirlo.
De todos modos, no será la única apuesta híbrida enchufable de la marca. La marca ha confirmado que habrá otras variantes asociadas a un motor de combustión de gasolina y en la gama actual del Clase C ya está el Mercedes C 200 de 184 CV con un sistema microhíbrido de 48V. Teniendo en cuenta que este cuesta 44.500 euros, el nuevo Mercedes-Benz C 300 tendrá un precio bastante superior.
Fuente: Daimler
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