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Mario Nogales

Mazda MX-5 RF 2.0 Skyactiv-G 184 CV, prueba a fondo del icono reinterpretado

Lo que en 1920 empezó como una empresa dedicada al corcho y sus derivados, actualmente ha llegado a ser un referente en el mundo de la automoción. Tener la oportunidad de probar el Mazda MX-5 RF es la mejor forma de celebrar el centenario de la marca de Hiroshima. El motivo principal es que es uno de los pocos coches actuales que tienen ese factor X, ese algo tan especial que solamente se puede experimentar poniéndose al volante como vamos a hacer nosotros a continuación.

Hay que decir que el deportivo japonés tiene más de tres décadas a sus espaldas y que esta es la cuarta generación, la ND. En este tiempo se ha convertido en el descapotable más vendido del mundo y, además, ahora hay dos opciones donde elegir. Por un lado, se mantiene el cabrio con capota de lona, más tradicional y purista, y por el otro lado también llegó hace poco este RF, el Retractable Fastback que introduce un techo duro retráctil para ser una opción diferente.

La tendencia a comprar solo SUV y su reducida practicidad ha hecho que se reduzca considerablemente el número de destapotables compactos disponibles en el mercado. A pesar de que ser vehículos prácticamente de nicho, todavía tienen un aura que los hace muy especiales a ojos de los aficionados más puristas. Si van acompañados de cualidades como el motor atmosférico, la propulsión o el bajo peso como este Mazda MX-5 RF; la fórmula gana enteros enormemente como vamos a analizar a continuación.

Exterior

En un mundo en el que los coches han ido creciendo en dimensiones generación tras generación, lo cierto es que sorprende tener un tamaño tan reducido como el de este Mazda MX-5 RF. Se trata de un biplaza que ni siquieras llega a los 4 metros de largo, concretamente son 3.915 mm de longitud, 1.735 mm de anchura y apenas 1.236 mm de altura. La distancia entre ejes se queda en 2.130 mm.

Cuando vemos el exterior, lo cierto es que se percibe a la perfección el lenguaje de diseño Kodo tan característico de la marca. En este descapotable se transforma para tener unas líneas más afiladas y se potencia en un frontal con un capó alargado, unos faros LED en forma de lágrima y una parrilla situada en una posición muy baja. A ambos lados hay unas pequeñas tomas de aire en las que se han puesto las antiniebla.

El lateral del Mazda MX-5 RF es, probablemente su vista más singular. Es donde se diferencia de la variante de capota de lona, pues aquí tenemos una silueta de targa que se consigue con estas jorobas detrás de los asientos, que corresponden a los arcos traseros. Con ese capó tan largo, el habitáculo queda en una posición muy retrasada. Aunque lo realmente interesante es enseñaros la apertura del techo duro retráctil, algo que se hace en apenas 12 segundos manteniendo pulsado un botón.

Cuando está descapotado no quedan unas formas de cabrio puro, sino más bien del targa que mencionamos al solo prescindir de la sección de techo justo encima de las cabezas. En todo caso, pasamos a una zaga bien reconocible en la que destacan unos pilotos traseros circulares que quieren hacer un guiño a las generaciones previas, un paragolpes bastante abultado que le da presencia y una salida de escape doble en el lado derecho.

Mencionar también que al tratarse de la versión Dark Red Edition, este ejemplar tiene la carrocería pintada en el color negro Jet Black, unas llantas BBS de 17 pulgadas en el mismo tono y algunos detalles en el interior que vamos a ver ahora a continuación.

Interior

Pasamos al habitáculo biplaza del Mazda MX-5 RF, el cual también tiene algunos detalles interesantes. Para comenzar, todo gira alrededor del conductor, que es el verdadero protagonista en el coche. Destaca su sencillez y ergonomía, con todos los mandos a mano y sin demasiados alardes. En la parte central del salpicadero sobresale una pantalla de 7 pulgadas que es la encargada de controlar el infoentretenimiento.

Tiene la peculiaridad de que se puede manejar de forma táctil en parado o a bajas velocidades, pero que durante la marcha hay que recurrir al mando HMI situado en la consola central. Aunque no tiene los gráficos más avanzados, es intuitiva y cuenta con conectividad tanto con Android Auto como con Apple CarPlay.

Si seguimos observando la parte central nos topamos con unos controles de la climatización analógicos con tres ruletas muy simples, al fin y al cabo, son monozona. En la consola central, además del mando HMI, también tenemos una palanca de cambios muy cortita y con el pomo circular, junto a un freno de mano tradicional que nos saca una sonrisa.

Desde el asiento del conductor queda a mano un volante de un tamaño y un tacto exquisito, totalmente circular, sin la tendencia de achatar la parte inferior. La instrumentación es bastante tradicional, con una gran esfera en la parte central para las revoluciones, a la derecha una más pequeña para la velocidad y a la izquierda una pequeña pantalla que hace las veces de ordenador de a bordo.

La calidad de los acabados en el Mazda MX-5 RF es notable, más cuando se trata de una edición como la que tenemos entre manos. Los asientos deportivos van tapizados en cuero color rojo Burdeos, un color que se repite en algunas molduras como en las puertas o la parte baja del salpicadero. Destacan que en el Dark Red Edition también contamos con algunos elementos de equipamiento destacados como los asientos calefactados o el sistema de sonido Bose con altavoces en los propios reposacabezas.

Aunque teniendo en cuenta su tamaño, podemos esperar que la habitabilidad sea limitada. Solamente hay dos plazas y el acceso es algo complicado debido a su posición tan baja. Cuando vamos descapotados no habrá demasiados problemas, pero con el techo puesto, la altura es bastante justa. En mi caso, con poco más de 1,70 me encuentro a gusto en el Mazda MX-5 RF, pero los usuarios que superen el 1,80 estarán incómodos. Los asientos tienen regulación manual en inclinación y profundidad. Por suerte, el volante también es regulable.

Otro detalle a tener en cuenta es que apenas hay huecos portaobjetos en este modelo. No están los habituales de las puertas, solo hay uno muy pequeño delante de la palanca de cambio y otro en el reposabrazos también insuficiente. De hecho, no tenemos ni la guantera convencional, que ha sido sustituida por este hueco entre los asientos. También hay otro hueco oculto tras el asiento del acompañante y dos portabotellas que se colocan aquí.

Maletero

Si el espacio interior es justo, lo mismo podemos esperar del maletero. Encontrar el botón que lo abre no es tarea fácil, pues queda en una posición baja y oculta en el lateral derecho. Nos deja una boca de carga angosta unas formas de baúl algo limitadas. Son 127 litros de capacidad, tres menos que en la versión de capota blanda, válidos para una escapada de fin de semana para dos personas y poco más.

Nosotros hemos viajado con él y hemos descubierto que se pueden alojar dos maletas de mano, aunque mejor que sean blandas y no rígidas para adaptar su posición. Luego también quedaría algo de hueco en los laterales para abrigos o bultos pequeños, pero poco más.

Equipamiento

Aunque los niveles de equipamiento de Mazda solían ser los Origin, Evolution y Zenith; en este MX-5 RF se simplifica ligeramente. Al tratarse de un tope de gama en sí mismo, el acabado de acceso es el Zenith Sport. Ya cuenta de serie con elementos como faros Full LED, llantas de 17 pulgadas, asientos Recaro calefactados, climatizador automático, sistema MZD Connect con pantalla de 7 pulgadas y navegación integrada, sistema de sonido Bose con 9 altavoces, sensores de aparcamiento, control de crucero, avisador de ángulo muerto o detector de tráfico trasero.

Por encima queda el acabado Zenith (a secas), el único que se puede seleccionar con el cambio automático, que suma el techo duro retráctil del color de la carrocería (de serie solo en negro), tapicería de cuero completa en negro o las levas al volante. Aunque en este caso tenemos como protagonista al tope de gama, a la edición especial Dark Red Edition.

Como su propio nombre indica, este ejemplar destaca por el color negro Jet Black de la carrocería, que va a juego con las llantas BBS de 17 pulgadas en el mismo acabado. En el interior lo que llama la atención es la tapicería de cuero en rojo burdeos que recubre los asientos deportivos. También integra algunas ayudas como la frenada en ciudad con detección de peatones, el reconocimiento de señales de tráfico o el detector de fatiga.

Motor

La gama mecánica del Mazda MX-5 es bien conocida ya por todos. Son dos bloques de gasolina los que están disponibles, el primero de 1.5 litros con 132 CV solo está disponible con el Soft Top y es suficiente para pasar un buen rato a bordo del descapotable. El segundo, la única opción para el RF y que aparece bajo nuestro capó, es el 2.0 Skyactiv-G, una mecánica de cuatro cilindros atmosférica con 2.0 litros que capacidad que ahora ha aumentado su potencia hasta los 184 CV y 205 Nm.

Esta mecánica destaca por su elevada relación de compresión de 13:1 y también por poder subir prácticamente hasta las 7.500 vueltas. Puede ir con una caja de cambios manual de seis velocidades o con una automática con el mismo número de relaciones y siempre entrega su potencia en el eje trasero. Con la última actualización consiguió mejorar sus prestaciones ligeramente y ahora puede acelerar de 0 a 100 km/h en 6,8 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 220 km/h. Aunque en este coche lo interesante no es cuanto corra, sino cómo lo haga.

Comportamiento

Empezar a hablar de la experiencia al volante del Mazda MX-5 RF 2.0 Skyactiv-G 184 CV manual requiere repasar uno de los valores que la marca lleva por bandera y que es conocido como Jinba Ittai. Haciendo referencia a la perfecta unidad de los jinetes japoneses con sus caballos para ejercer con precisión el tiro con arco. Aplicando a un coche viene a señalar la conexión especial de la persona con la máquina que se consigue a través de una posición de conducción ideal, muy cercana al suelo.

Aquí entra también en juego la exposición a los elementos gracias a la posibilidad de ir descapotados. El Mazda MX-5 RF está hecho para ser disfrutado a cielo descubierto, de eso no hay duda, aunque también hay algunos aspectos a tener en cuenta. Sin capota y por encima de 100 km/h hay que levantar la voz para tener una conversación normal. Con el techo duro retráctil puesto, la insonorización es bastante buena, pero todavía seguirá por debajo de la que podría tener un coupé puro de otra marca. Aún así este aislamiento acústico y térmico es mejor que en la versión de capota de lona.

Y yendo descapotados poco importa que lleve un sistema de sonido Bose con altavoces en los reposacabezas. Aquí siempre vamos a preferir el característico sonido del motor de cuatro cilindros y 2.0 litros, amplificado a través del sistema de escape. No es que sea nada estridente ni que su volumen sea demasiado elevado, pero destaca por su naturalidad, es una sinfonía bonita. Además de sonar, también anda bastante bien a pesar de su condición de atmosférico.

Que los MX-5 prescindan de la turboalimentación podría ser una mala noticia para muchos usuarios, pero nosotros creemos que es un acierto. Es una forma de distinguirse y de entregar sensaciones que ya casi parecían perdidas en el tiempo. Es un gusto la forma en la que entrega la potencia, permitiéndonos estirar prácticamente hasta las 7.500 vueltas. Aunque su potencial está a partir de las 3.500 rpm, lo cierto es que tampoco resulta demasiado perezoso en bajas.

En todo caso, para salir de esas situaciones, siempre podemos recurrir al magnífico cambio manual que equipa el Mazda MX-5 RF. No concebimos escoger este modelo en automático por razones obvias. Estamos sin duda ante uno de los mejores del mercado por su tacto directo, por esa palanca de recorridos cortos y la precisión que presenta. La verdad es que es un elemento adictivo y que invita a subir y bajar marchas constantemente, con una carretera revirada de por medio, si no es mucho pedir.

Porque precisamente en ese ámbito es donde se puede comprobar las bondades del chasis de este modelo. Es puro equilibrio y ligereza, no hay que olvidar que cuenta con un reparto de pesos perfecto (50:50) y que arroja sobre la báscula apenas 1.073 kg de peso. Se aprecia principalmente en esas carreteras más ratoneras, en las que sufren otros modelos de mayor tamaño. Ahí podría sacarle los colores a ejemplares que incluso le doblen en potencia.

Porque al final el Mazda MX-5 RF sigue esa filosofía de «quítame un kilo antes de darme un caballo» y eso lo hace tan especial y divertido. Destaca el uso de una suspensión deportiva firmada por Bilstein que es bastante rígida para conseguir transmitir aún más (y que convierte a los resaltos y badenes en completos enemigos), además de una dirección que es de lo mejorcito del mercado. Transmite mucho más que la mayoría, es precisa, directa y no tiene tanta asistencia como en otros rivales.

Llegados a este punto nos surge una pregunta: ¿tiene sentido para el día a día? Pues lo cierto es que podría tenerlo. Para los que no sea un handicap su escasa habitabilidad, se encontrarán con un coche válido para la mayoría de situaciones. Y también bastante económico de mantener. Tras más de 1.500 kilómetros junto a este MX-5 RF 2-0 Skyactiv-G 184 CV se nos queda un consumo medio de 6,5 litros, algo que nos ha sorprendido para bien y que lo sitúa por debajo de la mayoría de crossover del mercado.

Opinión coches.com

Está claro que en los tiempos que corren, este es un coche prácticamente único, con unas cualidades que muy pocos siguen. Es un descapotable, es biplaza, es atmosférico, es manual, de propulsión… En definitiva, uno de los coches más puristas y más especiales en el mercado actual. En mi caso, igual optaría por la versión con capota de lona, pero es indudable que el Mazda MX-5 RF es más aprovechable en algunos sentidos. Además, hay que destacar esa estética arrebatadora, un interior pequeño pero muy buen resuelto y un comportamiento inimitable.

Con el motor 2.0 y ese peso pluma, es uno de los coches más divertidos de conducir y que más sensaciones al volante transmite. Probablemente no es la mejor opción para desplazamientos diarios, eso está claro, pero como coche de capricho para disfrutar de algunos momentos no tiene rival. Eso sí también hay que pagarlo, pues esta edición especial tiene un precio de 38.485 euros. Aunque pueda parecer algo caro, no hay muchos coches que te saquen tantas sonrisas por euro invertido.

Mazda MX-5 RF 2.0 Skyactiv-G 184 CV
8.1Nota
Lo mejor
  • Diseño diferenciado
  • Motor atmosférico y cambio manual
  • Chasis ligero y de tacto muy deportivo
Lo peor
  • Habitáculo justo para los más altos
  • Aislamiento acústico justo
  • Precio elevado de la edición especial
Diseño9
Habitabilidad6.5
Acabados8.5
Maletero6.5
Equipamiento8
Motor9
Comportamiento9.5
Calidad Precio7.5

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