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Prueba BMW X6 2015 67.7
Pruebanoticias/
Luis Ramos Penabad

Nuevo BMW X6: prueba contacto del buque insignia de la gama X

Fue en 2008 cuando BMW presentaba el BMW X6 original. Después de adentrarse con éxito en el mundo de los SUV y todoterrenos (hoy en día, uno de cada tres BMW vendidos son de la gama X), la marca de Baviera hizo una apuesta arriesgada. Partiendo del BMW X5, un todoterreno grande y lujoso, decidió darle un aire de coupé. Eso limitaba claramente su habitabilidad, pero el nuevo concepto de SAC (Sports Activity Coupé) fue poco a poco calando. Y de qué manera. Desde entonces se han vendido la friolera de 260.000 unidades. Todo un éxito que demuestra que ser osado, en ocasiones, tiene su recompensa.

Aquel X6 original tuvo un restyling en 2012 (ver prueba) y, hasta ahora, ha campado a sus anchas en un mercado global donde no ha tenido competencia seria. Decimos «hasta ahora» porque, viendo las cifras de ventas, Daimler ya ha reaccionado presentando el GLE Coupé y apostamos que, tarde o temprano, Audi contará con un producto similar en sus filas (¿basado en el TT Offroad Concept que conocimos en el Salón de Pekín?)

Así pues, por primera vez BMW tendrá rivales de entidad en este nuevo segmento que ellos mismos inventaron. La respuesta llega de la mano de la segunda generación del X6, con cógigo de denominación F16. Lo conocimos en septiembre y poco después ya vimos la versión de alto rendimiento, el X6 M 2015 y cómo lucía con el paquete M Performance. Además, ya no está solo. Le acompaña un hermano menor, el BMW X4 (que conocimos en directo), lanzado hace poco al mercado. Parece una forma de mostrar a sus futuros rivales toda su artillería, para tratar de amedrentarles.

Su base estructural es la tercera generación del X5 y sigue apostando por su inconfundible y robusta carrocería de marcado estilo coupé. La marca nos anuncia también cambios en todos los frentes, que refuerzan su peculiar carácter. Hemos tenido la oportunidad de conocerlo en persona y probarlo durante unos cuántos kilómetros. Estas son nuestras impresiones.

Exterior

No ha habido cambios radicales en el diseño exterior del BMW X6. Era un coche que impresionaba, por tamaño y contundencia de sus líneas, y lo sigue haciendo. El cambio de plataforma ha hecho que crezca en dimensiones. Ahora es 32 mm más largo que la generación saliente, 23 mm más alto, pero mantiene su anchura. El BMW X6 F16 coquetea con los cinco metros de longitud y con sus casi dos de ancho (1,98). Otras cotas, como la distancia entre ejes (2.933 mm) y las vías (1.644 mm, delante, y 1.706 mm, detrás) son calcadas a la de la anterior generación.

Cada vez que me había topado con un BMW X6 una sensación de inferioridad me sobrecogía. Es un coloso que impresiona. De hecho, cuando conocí en persona al X4 me pareció mucho más equilibrado, en una escala más humana, si me permites la definición. Como por arte de magia, a pesar de que el coche es más grande, como has visto, los diseñadores de BMW han logrado que, con algunos detalles sea menos voluminoso.

Uno de los elementos que le da un aire más liviano es el nuevo frontal. Se abandonan las aristas y formas cuadradas para adoptar unas líneas más redondeadas. Los faros, bixenón de serie con tecnología LED (Full LED en esta unidad, opcionales), ocupan ahora un lugar predominante, mucho mayor en el frontal. Están unidos a los riñones clásicos de la marca. Bajo ellos hay un paragolpes rediseñado por completo, que dibuja una forma de X, en busca de optimizar los flujos del aire.

Sin duda el frontal, que copia muchos rasgos del X4 y de otros modelos de la marca, se sigue demostrando poderoso. El capó es también más alto para mejorar de ese modo la aerodinámica, que se queda en un excelente Cx de 0,32 (antes era de O,33 Cx). Lo recorren cuatro líneas, dos a cada lado, que le dan un aspecto más musculoso.

A esa aerodinámica contribuyen también las branquias (air breathers) que observamos en el lateral, tras los pasos de rueda. Combinadpos con los air curtains (delante) se minimizan las turbulencias de aire desde la zona delantera y el interior de las enormes llantas que montaba nuestra unidad. Se trata de unas llantas multiradio negras de 20 pilgadas, con  neumáticos Dunlop SP Sport Maxx RT GT 275/40 106 W en el eje delantero y 315/35 110 W en el trasero.

Es, posiblemente, la vista que menos ha cambiado. Conserva la caída del techo característica a partir del pilar central y ahora una línea de expresión a la altura de las manetas de las puertas consigue que el coche parezca que está en movimiento incluso en parado.

Otro acierto, en mi modesta opinión, han sido los cambios en la trasera. Antes el diseño del coche no parecía demasiado natural cuando uno lo veía desde la retaguardia. Ya no parece un mazacote elevado, gracias a que se han bajado la posición de las ópticas posteriores de LED, con un diseño en forma de L.

Sobre ellos, la caída del techo se remata sobre la tapa del maletero. Si te fijas, verás que no cuenta con limpiaparabrisas, ya que la caída es tan pronunciada que no lo necesita. También ha cambiado el diseño del paragolpes trasero, ahora mucho más deportivo. Tiene un acabado metálico y rodean las salidas de escape, situadas en los extremos. En esta unidad, con mootr diésel, son redondas, pero en los motores de gasolina tienen una forma trapezoidal muy atractiva.

Interior

Una vez que pasamos al interior, observamos que los cambios son más notorios. EL diseño del salpicadero es prácticamente idéntico al del BMW X5, si bien la marca nos apuntaba que su guía de diseño había sido el BMW Serie 6… y el panel del control era idéntico al del Serie 7, la berlina de lujo de la gama. Los remates y materiales empleados están a la altura de lo que esperas de uno de los modelos estrella del fabricante bávaro, con superficies acolchadas y cuero por doquier.

El diseño del salpicadero muy horizontal, forrado en piel y con diferentes capas y elaturas. En él destaca sobremanera la pantalla multifunción BMW Professional, realmente soberbia, por funcionamiento (mediante en mando i-Drive situado ntre los asientos) como por tamaño. Le da un aspecto realmente vanguardista al coche. Su predominio se debe su nueva situación, más alta para evitar estar encastrada como antaño.

Esta pantalla Integra diversas funciones, como la cámara de 360 grados, capaz de ofrecerte una completa visión periférica  de lo que ocurre alrededor del vehículo, la cámara trasera, que te ayudará en maniobras, ya que la visibilidad hacia detrás no es el fuerte de este vehículo y otra cámara delantera, que ayuda a solventar situaciones cuando te aventuras por caminos. También, por supuesto múltiples funciones multimedia, el navegador y los sistemas de BMW Connected Drive. Nunca lo había probado antes, por cierto. El coche va equipado con una tarjeta SIM. Llamas y te solucionan la vida. Pedí la dirección de un lugar y la enviaron al navegador. Así de sencillo. No hace falta andar buscando ubicaciones en listados interminables. Me pareció muy útil.

El cuadro de mandos también es completamente digital. Su diseño cambia en función del modo de conducción seleccionado, con un botón situado entre los asientos.. De esta forma, en el modo Eco Pro (en la foto superior) predominan los tonos azules y el cuentarevoluciones es sustituido por un indicador de conducción eficiente. Si pasamos al modo Sport o al Sport Plus adquirirá tonos rojos.

Por lo demás, el interior me pareció bastante espacioso, algo lógico si tenemos en cuenta que estamos ante un vehículo muy grande. Los butacones delanteros son fabulosos. Son asientos anchos, pero qeu al mismo tiempo sujetan bastante bien en las curvas y que se pueden configurar con diferentes tipos de piel. Contaban en nuestra unidad, incluso, con orejeras que te abrazan la cabeza y que, cuando viajas de pasajero, te animan a echar una cabezadita sin temor a estropearte el cuello.

En este sentido, hay que indicar una importante mejora en las plazas traseras. Originalmente el X6 nació como un modelo de cuatro plazas (2+2). Más tarde corregirían esto, ya que la gente acababa solicitándolo con la banqueta convencional… porque siempre hay que llevar a cinco en alguna ocasión.

Ahora es realmente utilizable por cinco personas (si bien el central no irá tan cómodo como en un lateral). Se trata de un coche ancho, pero la plaza central quedaba limitada por el túnel de transmisión. Los ingenieros se han puesto manos a la obra y han conseguido ocultarlo bajo el piso para que quede un espacio diáfano para las piernas. El único pero de esas plazas es que a quienes midan más de 1,80 metros pueden acabar deseando que el dueño del coche hubiese comprado un X5… y que el acceso a las mismas no es muy amplio por la forma de la carrocería.

Maletero

El espacio de carga en el maletero ha aumentado ligeramente desde los 570 hasta los 580 litros. También aumenta el volumen que resulta cuando se abaten los tres asientos traseros (ahora en configuración 40:20:40). Si en la anterior generación el espacio era de 1.450 litros, ahora crece hasta los 1.525 litros.

Debajo del piso del maletero hay un espacio más que aprovechable, que se mantiene abierto gracias a un amortiguador hidráulico. El portón del maletero se abre mediante un botón interior, con el mando de la llave y se puede cerrar también pulsando un botón situado en el portón.

Existe otro sistema, mediante unos sensores ubicados bajo el paragolpes posterior. Son capaces de detectar el movimiento de un pie bajo ellos y de este modo el portón se abre de modo automático, sin que así haya que dejar la impedimenta en el suelo para poder abrirlo. Es una solución muy práctica que ya emplean muchos monovolúmenes y SUV como el Ford Kuga.

Equipamiento y personalización

El equipamiento de serie del nuevo BMW X6 es mucho más completo que el anterior, al nivel de lo que uno espera en un coche de un precio tan alto. Incluye sin sobrecoste elementos destacables como faros bi-xenón, llantas de aleación ligera de 19 pulgadas, accionamiento automático del portón del maletero,  llamada de emergencia inteligente en caso de accidente, interior en piel, climatizador bizona, cámara de visión de marcha atrás, sistema de ayuda al aparcamiento, control de crucero con función de frenado y espejo retrovisor interior con función automática de antideslumbramiento, entre otros.

Como corresponde a un vehículo de su alcurnia, la lista de opcionales es casi infinita. Dentro de este apartado, se puede completar la dotación con el sistema de proyección de información en el parabrisas Head-Up Display, así como otras ayudas a la conducción, como el sistema de visión nocturna BMW Night Vision con haz de luz dirigido automáticamente Dynamic Light Spot y con función de reconocimiento de personas y el conjunto de tecnologías Driving Assistant (incluye aviso de salida de carril y función de frenado automático ante peligro de colisión).

De serie cuenta con asientos delanteros calefactables de serie (los de la plazas traseras son opcionales. También puede mejorarse el climatizador bizona por el nuevo sistema de cuatro zonas, con regulación independiente de cada una de las mismas.

Y en el apartado tecnológico tampoco se queda atrás. El nuevo BMW X6 2015 está disponible el nuevo navegador Professional, con sistema táctil de control Touch Controller, un dispositivo que también podrán disfrutar los ocupantes de las plazas traseras a través de las nuevas pantallas colocadas detrás de los asientos delanteros. Para los amantes del sonido de calidad de alta fidelidad, se podrá montar el sistema Bang & Olufsen High End Surround Sound System.

La estética del nuevo SUV podrá variarse con la línea de diseño Pure Extravagance, que primará los detalles más lujosos y de calidad, además del kit M, ideal para los amantes de las sensaciones más deportivas con detalles estéticos agresivos y modificaciones en el chasis que mejoran las cualidades dinámicas del X6. Y si todo esto es poco y el bolsillo nos lo permite, siempre podrá optarse porque el departamento BMW Individual haga realidad nuestros sueños. Y no es broma. Clara Alonso, diretcora de producto de la gama X, nos contó el caso de un ruso que quería el coche del color de su casa y el interior como las cortinas. Tras comprobar a qué pantone correspondían, se cumplieron sus deseos.

Motores

Los motores del nuevo BMW X6, incrementa en algunos de los casos su potencia máxima al tiempo que son más eficientes. Homologan de media hasta un 22% menos de consumo, para cumpir así todos ellos la normativa contaminante Euro 6. Todos los propulsores van asociados al cambio automático Steptronic de 8 velocidades con convertidor de par y su consumo bajo se ve ayudado por elementos aerodinámicos como tapas de accionamiento automático en las entradas de aire de la parrilla o los neumáticos de baja resistencia a la rodadura.

Todos los X6 cuentan de serie con la tracción integral permanente xDrive, algo que le distingue levemente del X5, que en su gama sí que se puede elegir en versión sDrive de dos ruedas motrices (las traseras).

La oferta diésel cuenta con el 3.0 litros de seis cilindros en línea con tres niveles de potencia, que se diferencian en su sistema de alimentación. El propulsor de acceso es el 30d de 258 CV (13 CV más que el anterior) con turbocompresor de geometría variable. Le sigue el 40d de 313 CV (antes, 306 CV, que probamos a fondo) y sistema TwinTurbo con dos turbocompresores. El M50d de 381 CV con sistema TwinPower Turbo con tres unidades turbo y firmado por BMW Performance completa el trío.

Actualmente la oferta de gasolina la conforman dos mecánicas. Arranca con el X6 35i con motor 3.0 de seis cilindros en línea TwinPower Turbo de 306 CV, y la completa el X6 50i con motor 4.4 V8 TwinPower Turbo biturbo de 450 CV (antes, 408 CV). La próxima primavera llegará el BMW X6 M con 575 CV (20 CV más que su antecesor).

¿Y cuál de todos estos motores hemos elegido para dar una vuelta? Pues el BMW X6 xDrive30d, la «modesta» versión de acceso. Su motor diésel de seis cilindros en línea de 3.000 cc rinde 258 CV y un par máximo de 560 Nm (+ 20 Nm), disponible entre las 1.500 y 3.000 vueltas. A pesar de que con este propulsor puede parecer poca cosa para mover un coche de casi 2.065 kg de peso, anuncia una aceleración de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos (–0,8 segundos que el anterior). Y anuncia consumos de 6,0 litros…

Comportamiento BMW X6 xDrive 30d

Cuando mi compañero Gonzalo Yllera pasó una semana de invierno con el BMW X6 4.0d tuve la oportunidad de probarlo brevemente, apenas unos 20 km por un tramo de curvas. No fue santo de mi devoción. Era potente, mucho, pero las inercias y el puesto de conducción tan elevado, con el centro de gravedad del conductor tan elevado, no me daba confianza. Gonzalo me decía que con el paso de los km uno ya iba ganando confianza y los límites del coche estaban muy lejos… si bien no al nivel del BMW X6 M que había probado en el Jarama, claro.

Con esa corta experiencia al volante de un X6 y un montón de prejuicios me subí a este coupé tan peculiar, pensando que, si le digo a Colin Chapman que voy en un deportivo de 2.065 kg (85 menos que antes), y diésel, le da algo. Su motor es bastante refinado, eso es innegable. El confort de marcha en autovía es excepcional, al nivel de una berlina. Y mirando de reojo las cifras que me chiva el ordenador de a bordo los consumos no son disparatados. A velocidades legales veo factible acercarse a las cifras de homologación.

Pero tocaba de nuevo afrontar zonas viradas. El propulsor empuja bien. No es que te pegue contra el asiento, pero es solvente. Y empieza el baile… Bueno, la verdad es que ni tanto. La dirección es muy precisa y el coche apenas se balancea, apoyando de un lado a otro de forma que transmite bastante más seguridad de la que imaginaba. En ocasiones, ir sentado tan alto es la que te provoca esa sensación de que se puede ir, pero la realidad es que el coche se mantiene bastente firme en la trazada.

Sí, el coche se muestra dinámico, y eso que no contaba con el chasis M adaptativo, el de un enfoque más deportivo, con un ajuste de la suspensión más firme, muelles neumáticos en el eje posterior y amortiguadores con ajuste variable. Hay varias configuraciones además de esta. Desde la básica Confort (con amortiguadores de ajuste variable y muelles neumáticos en el eje posterior, pasando por la Dynamic, que montaba nuestra unidad. Ya incluye el DCC Dynamic Performance Control, que reparte la fuerza del motor de manera independiente entre las dos ruedas traseras (mediante un diferencial con dos embragues multidisco accionados por motores eléctricos) y con supresión activa de inclinaciones Dynamic Drive. La tercera, denominada Profesional, combina los elementos de las dos anteriores.

Opinión coches.com

No cabe duda de que el BMW X6 es un gran coche. Y con el motor 3.0d me ha sorprendido gratamente. Su precio base es de 75.300 euros, supera al de sus alternativas de potencia similar en el segmento de los SUV premium. A su favor, su estética diferenciada del resto y su gran comportamiento dinámico, si bien hay que reconocer qu eno se trata de un deportivo y, en zonas ratoneras las inercias acaban notándose.

Si, como yo, pensabas que el BMW X4 podría robarle ventas, hay diferencias. El X4 es más bajo (78 mm menos), pero sobre todo más corto (-206 mm) y estrecho (-108 mm). También cubica 80 litros menos de maletero. El X6 ofrece una gran capacidad de rodadura, un pisar firme en autovías y un gran comportamiento en curvas rápidas. Ya lo habíamos comprobado en la anterior generación y esta se demuestra aún más refinada y eficiente.

¿Algo más? Nos falta un punto del SAC (Sports Activity Coupé). Sin ser deportivo, podemos considerar que, desde luego, hace gala del apelativo Sport. A pesar de su altura, podemos admitir que se trata de un Coupé. Flaquea un poco más en el apartado de Activity.

Desde luego, cuenta con una excelente tracción total con diferencial y buenas cotas: una altura libre de 21 cm, un ángulo de ataque de 25º y un ángulo de salida de 22,5º. Son valores idénticos que la anterior generación, salvo el ángulo ventral, ahora de 20º, que es algo superior. Pero se trata, al menos con los neumáticos que monta, de una alternativa pura de asfalto. Es posible circular por caminos de tierra (y lo hicimos), pero no me aventuraría a afrontar una situación más complicada, al menos con ese calzado. Y con otro, su comportamiento en asfalto sin duda no sería tan eficaz. De todos modos, sería como acudir con un traje de alta costura al monte. Se puede, sí, pero nunca luciría como en la pasarela.

BMW X6
7.7Nota
Lo mejor
  • Línea poderosa y dinámica
  • Mejoras de equipamiento de serie
  • Comportamiento dinámico y consumo
Lo peor
  • Precio elevado, sobre todo respecto al BMW X5
  • Pocas capacidades offroad
  • Acceso a plazas traseras incómodo
Diseño7.5
Habitabilidad7.5
Acabados8
Maletero7.5
Equipamiento8
Motor8
Comportamiento8.5
Calidad Precio6.5

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