Peugeot 208 1.2 PureTech 130 CV EAT8: a prueba el premiado superventas

Pensando que el mercado no era un juego, el Peugeot 208 se abrió camino a zarpazos hasta destronar al Volkswagen Golf y convertirse en el líder del ranking de ventas de Europa. Un hito que la marca del león no conseguía desde 2007, cuando en el 207 todavía aparecía el felino francés luciendo su perfil plateado.

Ahora el león se ve visiblemente más feroz en este nuevo 208. Pero no sólo el diseño ha cambiado en esta carrera de fondo hasta convertirse en el campeón del mercado. Eso sí, estéticamente hay que decir que es bastante atractivo: por fuera, con sus colmillos LED y por dentro, con su doble escalón en el salpicadero. Por lo menos, bastante más divertido que sus competidores de segmento. ¿Por cuánto? Desde 17.890 euros.

El Peugeot 208 fue nombrado Coche del Año en Europa en el año 2020, un galardón que es de los más destacados del sector. Le ayudó a despegar en ventas y servía como reconocimiento a todas las novedades que introducía. En la votación se impuso por bastante a rivales como el Tesla Model 3, el Porsche Taycan o el propio Renault Clio.

Exterior

Aunque ya lleve tiempo en el mercado, lo cierto es que la estética del Peugeot 208 no se queda anticuada. Eso se debe a su carácter innovador, que hizo que en su momento sorprendiera a muchos usuarios gracias a unas líneas futuristas y atrevidas. De hecho, sigue girando cabezas a su paso gracias a un diseño que se inspiró en el del Peugeot 508. Destaca sobre todo la firma lumínica, con esas luces diurnas en disposición vertical que representan los colmillos del león y los faros principales con las tres garras; siempre con tecnología LED en las versiones superiores.

Otros detalles que no pasan desapercibidos en el diseño del Peugeot 208 son una parrilla ancha y con añadidos cromados para darle ese aspecto de 3D. Sobre ella, en el capó está el código numérico del modelo, mientras que el paragolpes toma un cariz deportivo en la parte inferior. Las llantas de 17 pulgadas llaman la atención, al igual que las molduras negras en los bajos de la carrocería que aparecen en el acabado GT de la unidad probada.

Desde el perfil se pueden ver unos voladizos realmente cortos y bastantes nervaduras en su carrocería. La gama de colores le hace más llamativo aún gracias a colores como el Amarillo Faro o el Azul Vértigo, que es el tono tricapa que lleva el nuestro.

Y desde la vista trasera tampoco se queda atrás su atractivo. Se vuelve a apreciar que lleva el nivel de equipamiento superior por la firma GT en el pilar C, mientras que se repiten los detalles en negro, como es el caso de su spoiler sobre el techo o la moldura que une los pilotos traseros.

También tienen tecnología LED y siguen representando el zarpazo del león con tres módulos verticales que le hacen ser muy reconocible por la noche. La parte inferior queda reservada para una especie de difusor en contraste y una salida de escape doble cromada que deja claro que estamos con una versión de gasolina.

El Peugeot 208 se encuadra de lleno en el segmento de los utilitarios. Lo hace con unas dimensiones que están más o menos en línea con las de sus rivales principales. Tiene una longitud de 4.055 mm, con una anchura de 1.745 mm y una altura de 1.430 mm. La distancia entre ejes está en 2.540 mm. Eso se traduce en que es apenas unos milímetros más pequeño que el Corsa, sacándole todavía un poquito al Clio o al Fiesta.  

Interior

Entrar en un interior de Peugeot es sinónimo de llevar el i-Cockpit. En este sistema hay mucha polémica, pues hay gente que lo adora y otra que lo odia. Yo tengo que decir que no es apto para todo tipo de usuarios, pues algunos estarán cómodos y encontrarán todo a la vista, mientras que otros no se adaptarán.

Yo tengo que decir que al no ser muy alto sí que consigo eso que busca Peugeot, que es dejar el volante achatado tanto por arriba como por abajo en una posición rebajada que permita ver la instrumentación digital justo por encima. Este modelo estrena una pantalla con vista en 3D que deja la información repartida a varios niveles.

Mientras que los más altos siguen buscando la pantalla y algunos de sus elementos, hay que decir que el i-Cockpit es totalmente personalizable y que hay varios modos disponibles en función de si queremos ver más o menos información. Se complementa a la perfección con una pantalla táctil principal de 10 pulgadas que sobresale en el salpicadero. Es de las más grandes del segmento y supera a las que tienen algunos rivales principales como serían el Renault Clio o el Ford Fiesta, aunque tenemos que mencionar algunos detalles.

La pantalla táctil principal tiene un tacto sobresaliente y también unos gráficos avanzados, así como una conectividad ejemplar con Apple CarPlay y Android Auto. Pero habría que sacarle la pega de aglutinar demasiadas funciones. Se nos antoja algo difícil llevar a cabo algunas tareas, ya que la climatización también se controla desde la pantalla de forma parcial.

Si es cierto que hay botones de acceso directo a los principales menús, pero sigue siendo necesario dar varios toques a la pantalla para realizar la acción y eso conlleva restar atención de la carretera. Por otro lado, sí que nos ha gustado cómo ha sido resuelta la consola central, con hueco para dos smartphones, uno cerrado para que no entre la tentación de mirarlo mientras conducimos.

Otro detalle en el que quiere sobresalir el Peugeot 208 es en la calidad percibida y lo completo de su equipamiento. En el primer aspecto, lo cierto es que cumple de sobra para tratarse de un utilitario generalista. Casi todos los plásticos tienen una buena realización y solamente le podríamos criticar el abuso del Piano Black en la zona de la consola central. Lo suple con detalles como los asientos dinámicos opcionales y su destacada tapicería mixta con Alcántara y costuras en contraste. El volante va a juego y, a pesar de que cuesta acostumbrarse a su forma, el tacto es notable.

El espacio disponible es uno de los puntos flojos que tiene el Peugeot 208. En las plazas delanteras no se nota demasiado, pero la segunda fila de asientos es bastante más justa que la de otros rivales. El espacio para las piernas podríamos considerarlo correcto, sobre todo para usuarios como yo que supero por poco el 1,70. Pero el hueco que queda para las cabezas no es suficiente y la mayoría irán rozando el techo. Lo mismo ocurre con la anchura debido a la plaza central. Mejor viajar cuatro aquí atrás y que no sean muy altos, a ser posible.

Maletero

Lo mismo ocurre con el maletero, que no es para tirar cohetes. Son 309 litros, suficiente para la mayoría de escapadas, pero todavía alejados de los 391 litros del Renault Clio que es un rival directo mucho más destacado en este aspecto. Por suerte, ofrece una boca de carga amplia y situada no demasiado alta. En esta superficie también tiene iluminación y ganchos para fijar la carga.

Nos hubiera gustado ver en este maletero algún detalle como el doble fondo para repartir la carga, pero no lo tenemos. Sí que se permite abatir los asientos traseros en dos partes (60:40) para conseguir una superficie que no es totalmente plana, tiene escalón, que llega hasta los 1.106 litros de capacidad.

Motor

La segunda generación del Peugeot 208 se asienta sobre la plataforma CMP de Stellantis y eso significa que su gama mecánica va a ser realmente aprovechable. Sorprende por ser uno de los pocos modelos del segmento B que mantiene el diésel en su oferta, con el 1.5 BlueHDi de cuatro cilindros que está disponible con 100 CV. La gasolina tiene más protagonismo gracias al 1.2 PureTech de tres cilindros, disponible en varios niveles de potencia. La de acceso es la atmosférica y se queda en 75 CV, aunque por encima hay un turboalimentado de 100 CV más aprovechable. El tope de gama es el de 130 CV que tiene nuestra unidad y que solamente puede ir con la transmisión automática EAT8.

Hay que decir que otra gran novedad de este ejemplar es que se pasó al lado eléctrico por primera vez en su historia. El Peugeot e-208 se beneficiaba de un sistema de propulsión eléctrico con motor de 136 CV y batería de 50 kWh para homologar una autonomía de 340 kilómetros. Recientemente se ha sumado el e-208 GT, que lleva el nuevo motor de 156 CV ligado a una batería de 54 kWh. Se posiciona como tope de gama gracias a sus prestaciones mejoradas y a sus 400 kilómetros de autonomía.

Comportamiento

Toca el deseado momento de ponerse al volante del Peugeot 208 de gasolina más potente. Hablamos del 1.2 PureTech de tres cilindros turbo que llega hasta los 130 CV y 230 Nm de par. Un motor que es más que suficiente para mover a un utilitario y que, además, le permite tener cierto carácter dinámico en algunas ocasiones. Ya estamos muy acostumbrados a tener motores de tres cilindros en coches de este tipo y lo cierto es que se trata de un acierto. Es bastante refinado a nivel de ruido y vibraciones, está bien aislado y en ningún momento es desagradable de conducir.

Del desempeño del motor, se podría decir que lo más destacado es su zona media, con el par máximo azotando a partir de las 1.750 rpm. Es muy aprovechable, aunque no es tan rápido como podría parecer. Acelera de 0 a 100 km/h en 8,7 segundos y su velocidad máxima es de 208 km/h. De hecho, probablemente el dato más notable que nos deja son las recuperaciones de 80 a 120 km/h en 6,6 segundos para hacer adelantamientos e incorporaciones con garantía. En todo caso, su comportamiento está altamente condicionado por la transmisión automática que es la única opción que acepta esta versión.

La versión tope de gama de gasolina solamente puede ir con la caja de cambios EAT8, la automática de convertidor de par ya mítica de Stellantis. A priori preferiría disponer de este coche con una buena caja manual para maximizar sensaciones, pero lo cierto es que el automático no está nada mal. Pega bastante en el conjunto y destaca por su suavidad, haciendo las transiciones entre marchas de forma casi imperceptible. A veces es un poco lento, pero eso también dependerá del modo de conducción. En todo caso, siempre permite un modo manual gracias a las levas tras el volante.

Hemos mencionado modos de conducción y hay que aclarar que son los habituales Eco, Normal y Sport. Lo cierto es que no hay diferencias notables en el comportamiento entre unos y otros, cambia ligeramente el tacto de la dirección, la reactividad del motor o el comportamiento del propio cambio. Con el Sport conseguimos sacar un poco más el carácter del Peugeot 208, mientras que el Eco permite ajustar un poco los consumos. En este sentido, decir que durante la semana de pruebas hemos rondando los 6,5 litros, algo más de los 5,4 l/100km que homologa esta versión, pero comprensible.

En la anterior generación hubo un 208 GTI by Peugeot Sport que era la “creme de la creme”. La versión deportiva, que tuvimos el placer de probar, utilizaba el motor 1.6 THP de cuatro cilindros para llegar a los 208 CV de potencia. Además de eso, contaba con una puesta a punto del chasis realmente acertada y al alcance de pocos. Un auténtico hot-hatchback que todavía recordamos con añoranza, pues no se va a repetir con ese formato.

A nivel de chasis, la puesta a punto de este modelo es sobresaliente. Me atrevería a decir que es uno de los más completos del segmento y de los que mejor sabor de boca dejan. No me extraña teniendo en cuenta lo bien que iba la generación anterior y ahora con la nueva plataforma podría decir que es un producto más maduro. Mejora sobre todo en el aplomo que ofrece en vías rápidas, con una suspensión realmente trabajada. Tiene un tacto firme sin llegar a ser duro, pues no hay que olvidar que el confort es la premisa a seguir por este utilitario.

Además de esa comodidad, lo que más destaca en este Peugeot 208 es lo dinámico que es en situaciones que para otros serían desagradables. En ciudad se encuentra como pez en el agua y se mueve con gracilidad por las calles gracias a una dirección muy directa por ese volante y con un tacto bastante preciso para lo que acostumbramos. También hay que mencionar agilidad en tramos de curvas debido a esa puesta a punto y a mantener su peso en 1.240 kg. En el caso del eléctrico puede que vaya a correr más, pero también se va a sentir más torpe.

Opinión coches.com

Que el Peugeot 208 fuera el coche más vendido en Europa el pasado año sorprende lo mismo que cuando recibió el premio al coche del año en 2020. Está claro que es un modelo que sigue una fórmula ganadora, pues de otra forma no habría sido posible estar tan arriba en ventas sin ser un SUV. Los motivos principales ya los hemos repasado durante la prueba, una personalidad fuera de lo común, un equipamiento muy completo y un comportamiento dinámico que encandila.

Todavía hay algunos más caros como el Opel Corsa o el Ford Fiesta, pero hay que tener en cuenta que una unidad como la nuestra supera los 17.890 euros que dijimos al principio. El acabado GT parte de 22.990 euros y con una mecánica superior como la nuestra y algunos extras superará los 30.000 euros, una tarifa ya muy a tener en cuenta para un coche de su tamaño.

Parece que la época de los utilitarios por 15.000 euros ya quedó en el olvido y que para ahorrar en la compra habrá que recurrir a páginas como Coches.com. Aquí tenemos las mejores ofertas de VN para que mires modelos como el 208 y también te permite financiarlo con buenas condiciones o tenerlo en la modalidad de renting.

Galería de fotos:

1/47Fotos

• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
• 
•