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Gonzalo Yllera

Prueba contacto: Mercedes-Benz Clase E 350 BlueTEC 4MATIC Estate

Tras una intensa jornada de pruebas en la que habíamos disfrutado de la deportividad más extrema al volante del Mercedes-Benz Clase A 45 AMG, o del lujo más sublime a bordo del Clase S 350 BlueTEC tocaba la última toma de contacto del día, para lo cual nos decidimos por el Mercedes-Benz Clase E 350 BlueTEC 4MATIC Estate, la versión familiar de la recientemente renovada berlina Premium de la firma de la estrella.

Dice Mercedes-Benz que el Clase E es el modelo más importante de toda su amplia gama, seguramente el más representativo, por lo que no podía quedarse atrás respecto a la dura competencia y tocaba realizar una puesta al día, a la espera de una remodelación completa (quizá dentro de un par de años…). Por lo tanto, en este caso no podemos hablar de un vehículo totalmente nuevo, pero sí de una renovación muy acertada estéticamente y que incorpora los últimos avances tecnológicos disponibles en el amplio surtido del que presume la marca de la estrella, entre los que se encuentran, por ejemplo, los nuevos y eficientes motores o los sistemas de asistencia a la conducción.

Exterior

La nueva fisonomía de la Clase E comienza por su renovado frontal, más acorde con la estética actual de la firma germana, donde se han sustituido los cuatro faros de la anterior generación por dos de mayores dimensiones, que incluyen cuatro parábolas en su interior (de diferente diseño en función del sistema de iluminación elegido).

Hay disponibles dos diferentes posibilidades de configuración, por un lado está la línea de equipamiento Elegance, con el radiador clásico de la marca y la estrella de Mercedes sobre el capó, y por otro la línea Avantgarde, con un frontal más deportivo que integra una gran estrella en la calandra delantera. Nuestra unidad disponía de este último acabado a lo que había que añadir el paquete AMG, que le aportaba más dinamismo, con lo que teníamos delante de nosotros una berlina familiar de indudable atractivo, pero sin perder un ápice de la clase y distinción de la que siempre ha hecho gala Mercedes-Benz.

Este paquete firmado por el preparador oficial de la firma germana incluye nuevos paragolpes delantero y trasero, además de faldillas laterales y unas preciosas llantas de aleación con un diseño de 5 radios dobles, donde se montan neumáticos en medidas 245/40 R 18. También se añaden discos de freno delanteros de mayor tamaño y perforados, pinzas de freno con el logo de la marca, tren de rodaje deportivo, doble salida de escape y un paquete óptico específico.

Si bien la vista frontal no difiere con respecto al resto de Clase E, es en la lateral y trasera donde verdaderamente apreciaremos la singularidad de esta versión familiar (Estate según el argot de la firma germana).

Lateralmente la mitad delantera es idéntica a la de la berlina, pero es a partir de las puertas traseras donde la tradicional caída del pilar C ahora es sustituida por un cuerpo adicional, con otro cristal lateral más, y se suma un pilar D, de caída más vertical, que permite dar cabida a un mayor volumen de carga. Las suspensiones rebajadas y las grandes ruedas del paquete AMG contribuyen a darle una apariencia más asentada y baja, no exenta de dinamismo.

En la parte trasera, obviamente, dispondremos de un gran portón de apertura y cierre eléctrico que dará acceso a un maletero de grandes proporciones, con un plano de carga muy bajo. Los grandes grupos ópticos están divididos en dos partes y están compuestos en su totalidad por elementos tipo LED. La parte inferior está marcada por la presencia de dos grandes salidas de escape en acero inoxidable pulido, a ambos lados, integradas dentro de un difusor de atractivo diseño.

Interior

El diseño interior de este Clase E también se ha visto remozado, con una ligera actualización que, en el caso de la versión probada, adicionalmente se beneficia del kit de personalización AMG (al igual que ya mencionamos en lo referido a su aspecto exterior), compuesto entre otras opciones por: volante deportivo AMG de 3 radios con la parte inferior ligeramente achatada, apoyabrazos central y de las puertas en color negro con costuras en contraste, techo interior de tela en color negro, tapizado de cuero negro con costuras también en contraste, pedales deportivos en acero inoxidable cepillado con inserciones de goma, asientos deportivos delanteros de mayor sujeción, alfombrillas con distintivo AMG y por último el cambio automático con sistema de levas, detrás del volante, Direct Select y modo de accionamiento manual.

Los acabados son de primer nivel. Las calidades nunca defraudan en un modelo que lleva la estrella de 3 puntas en su frontal y, claro está, este no iba a ser el caso. Los materiales empleados y los ajustes rayan a un nivel superior, no se producen molestos ruidos parásitos, ni crujidos o vibraciones. La lista de posibles opciones o combinaciones de colores y texturas es extensísima, al igual que el equipamiento multimedia, por lo que deberéis tener muy claro vuestras preferencias para no perecer en el intento y que vuestra cuenta corriente sufra un serio revés…

Es posible encontrar la postura perfecta de conducción en tan sólo unos instantes, debido a la multitud de reglajes disponibles, tanto de los asientos como de la columna de dirección. Gracias a los asientos opcionales que montaba esta versión, la sujeción lateral es excelente, reteniendo el cuerpo incluso en los más fuertes apoyos. No resultan duros y, a pesar de que los disfrutamos menos kilómetros de lo deseado, no tienen pinta de que precisamente maltraten el cuerpo, antes al contrario…

Las plazas traseras son también amplias y cómodas y dos adultos viajarán sin ningún tipo de agobio, con suficiente espacio tanto para las piernas como para la cabeza. La plaza central, como siempre, mejor sólo para ocasiones puntuales o cortos desplazamientos. Además sus respaldos pueden plegarse por partes asimétricas para ampliar de esta forma la capacidad del maletero o transportar bultos de grandes dimensiones, sin necesidad de recurrir a molestos accesorios en el techo.

Lo que seguimos sin comprender es la obsesión que aún tienen algunos ingenieros de la marca germana en hacer perdurar en el tiempo el antidiluviano sistema de accionamiento del freno de estacionamiento, manteniendo el pedal accionado por el pie izquierdo y un tirador manual, que en conjunto resulta lento y sumamente engorroso, cuando hasta los modelos más modestos de la firma de la estrella ya montan sistemas electrónicos inteligentes. Esperemos que para la próxima remodelación se abandone en el baúl de los recuerdos.

Maletero

El maletero es una de las grandes bazas de esta versión con un volumen de carga de nada menos que 600 litros en condiciones normales de utilización, que puede incrementarse de forma notoria al abatir parcial o totalmente los asientos traseros (en una proporción 60/40), ascendiendo en este último caso hasta los 1.855 litros. Debajo del piso existe un compartimento adicional, con una capacidad de 132 litros, donde guardar pequeños objetos que no queremos que estén a la vista. Opcionalmente puede disponer del sistema Hands-Free Access que, como su propio nombre indica, permite abrir o cerrar el portón trasero sin utilizar las manos, moviendo el pie por debajo del paragolpes.

No sólo resulta fundamental el amplio volumen del maletero, sino que las formas regulares también facilitan estibar la carga de forma correcta, aprovechando al máximo hasta el último centímetro cúbico de su interior. Gracias a ello en las vacaciones familiares no habrá necesidad de privarse prácticamente de nada.

Motorización

El motor de la versión probada es el mismo que pudimos disfrutar en la anterior prueba en el Mercedes-Benz Clase S 350 BlueTEC, que si ya se mostraba brillante en una gran berlina de lujo como aquella con sus más de 1.955 kg en la báscula, en el Clase E no le va a la zaga, aunque pese incluso algo más (2.035 kg, pues esta versión sufría un ligero sobrepeso al contar con la tracción integral permanente 4Matic), otorgándole un dinamismo superlativo, muy a tono con la posible utilización a la que va destinado. En ello también tiene mucho que ver el cambio automático 7G-Tronic Plus que conjuga a la perfección con este propulsor.

Cabe recordar de manera somera los datos que ofrece este motor: se trata de un V6 diésel sobrealimentado, colocado longitudinalmente, con una cilindrada de 2.987 centímetros cúbicos, que es capaz de entregar una potencia máxima de 252 CV a 3.600 rpm y un par máximo de nada menos que 620 Nm entre 1.600 y 2.400 rpm. Las prestaciones se muestran mucho más que suficientes, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 7 segundos justos y una velocidad máxima de 240 km/h.

Este propulsor diésel nos ha impresionado por la suavidad de marcha que proporciona, por su poderoso par motor desde bajas revoluciones que permite contundentes aceleraciones, además de por lo frugal que resulta. No pudimos realizar nuestras mediciones habituales, pero según los datos proporcionados por el fabricante alemán cuenta con un consumo medio homologado de 6,5 litros/100 km (siendo de 7,9 litros/100 km en ciudad y de 5,7 litros/100 km en recorridos interurbanos) todo ello con unas emisiones de CO2 de 173 g/km, cumpliendo la exigente normativas de gases de escape Euro 6, que entrará en vigor en el año 2015.

Comportamiento

El peso se deja sentir, pero es un coche que brilla a gran altura en cuanto a comportamiento. El excelente trabajo realizado en el diseño de las geometrías de ambos trenes permite un guiado casi milimétrico, sin apenas esfuerzo. Además esta variante Estate incorpora en el eje trasero la suspensión neumática con regulación de nivel integrada, que mantiene la altura de la carrocería independientemente de la cantidad de carga que transportemos.

En una jornada meteorológicamente tan complicada como la que vivimos por tierras cántabras, con piso muy deslizante, debido al agua-nieve que caía en ocasiones, que convertía las carreteras en auténticas pistas de patinaje y que no permitía demasiadas alegrías con el acelerador, la confianza que nos proporcionaba este modelo, dotado de la eficaz tracción total permanente 4Matic y de las numerosas ayudas electrónicas de las que dispone, supuso que el recorrido de pruebas se convirtiera en un auténtico placer a nivel de conducción.

En carreteras de curvas se mostraba suficientemente ágil, siempre iba por el sitio aunque forzásemos la situación a propósito, lo cual dado sus dimensiones y peso es todo un elogio. En ello tenía mucho que ver el tren de rodaje deportivo de altura rebajada. Lamentablemente no pudimos probarlo en vías de alta velocidad, pero todo indicaba que también haría gala de una estabilidad superlativa.

Las maniobras a baja velocidad se realizaban con un elevado confort, gracias a la suavidad de la dirección, mientras que el ángulo de giro, dadas sus dimensiones, tampoco era excesivo. No obstante a la hora de aparcar contaremos con diversas ayudas que nos harán la tarea más sencilla.

Veredicto de Coches.com

Está disponible un Mercedes-Benz Clase E Estate desde 46.800 €, concretamente la versión E 200 CDI Estate (con motor diésel de 4 cilindros y 136 CV, acompañado de un cambio manual de 6 velocidades). La versión probada parte desde los 68.100 €, pero con las opciones montadas la factura final crece hasta los 95.736,63 €, y podría ser incluso mucho mayor a poco que nos dejemos seducir por la interminable lista de opciones que ofrece la firma de la estrella.

Frente a la creciente hornada de modelos SUV hay padres de familia que siguen prefiriendo una gran berlina para realizar sus desplazamientos, por su comodidad, capacidad de mantener cruceros altos con suma facilidad o por la distinción que aportan. Si hace falta más espacio es cuando se decantan por las versiones familiares y si además viven en una zona donde las inclemencias meteorológicas hacen constantemente de las suyas (o les gusta, por ejemplo, subir a esquiar…), entonces eligen una variante dotada de tracción total. Teóricamente este tipo de vehículos presentan un mejor dinamismo que los SUV por su más bajo centro de gravedad, por unas suspensiones que retienen más la carrocería y unas geometrías más encaminadas a ofrecer un comportamiento deportivo… No es que sean ni mejores ni peores (pues dentro de la misma marca se ofrecen modelos SUV que harían enrojecer a muchas berlinas generalistas por su excelente comportamiento) sino modos diferentes de apreciar la conducción y por lo tanto la vida…

En unos se valorará más la sensación de seguridad que aportan, por ir sentados más altos que los conductores de los demás vehículos, por su mayor volumen, que parece intimidar al resto de usuarios de la vía o por la posibilidad de rodar por pistas de tierra y, en cambio, otros apreciarán el sentarse más cerca del suelo, en un modelo más silencioso (por su mejor aerodinámica y ruedas menos ruidosas) con menor consumo y un mejor dinamismo.

Como siempre la decisión final te corresponde a ti, pero si te ha gustado este Mercedes-Benz Clase E 350 BlueTEC 4MATIC Estate podemos ayudarte a encontrar el mejor precio en el buscador de Coches.com, además de las mejores ofertas en seguros.

En cualquier caso a lo largo de estos tres artículos os hemos mostrado tres versiones muy diferentes dentro de la inmensa gama de Mercedes-Benz, que van desde un compacto deportivo, tocado por la varita mágica de AMG, y de comportamiento extremo, hasta una gran berlina de representación calificada como “el mejor automóvil del mundo”, pasando por un familiar de excelente comportamiento y dinamismo.

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