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Gonzalo Yllera

Range Rover Sport SDV6 HSE, prueba a fondo

Presentado en el Salón de Nueva York 2013 por el mismísimo James Bond (Daniel Craig), esta segunda generación del Range Rover Sport provocaba una notoria expectación, tanto por el exitoso precedente de la anterior entrega del modelo británico, como por la gran aceptación y favorables críticas que había recibido la renovación de su hermano mayor, el mítico Range Rover.

Pocos, muy pocos vehículos aúnan bajo una misma carrocería la posibilidad de trasladar a sus ocupantes a los eventos más chic de la ciudad, donde destaca por su diseño y elegancia y, al mismo tiempo, ser capaz de batir récords de velocidad en el desierto como el establecido el pasado año al cruzar el Empty Quarter, el mayor desierto de arena del mundo que se extiende a lo largo de la Península Arábiga. También en 2013 entró en la historia de la conocida subida a Pikes Peak («la carrera hacia las nubes»), ya que ningún vehículo de producción en serie había recorrido tan rápido sus casi 20 kilómetros.

La competencia es dura, con rivales que se sitúan a un nivel muy alto, entre los que destacan vehículos tan prestigiosos como el BMW X6, cuya versión xDrive 40d con 306 CV de potencia probamos hace algunos meses, o el todopoderoso Porsche Cayenne S Diesel.

Pero el Range Rover Sport no tiene necesidad de inquietarse porque es un modelo que se caracteriza por ofrecer prácticamente el mismo nivel de equipamiento, suntuosidad y comodidad del Range Rover y, a la vez, ha sido dotado de un comportamiento más deportivo en carretera, sin por ello desmerecer en un apartado tan importante para la firma británica como la conducción off-road, donde deja literalmente plantados al resto de sus rivales, que no pueden seguirle cuando el terreno se complica ¿Estaremos ante el vehículo total?. Vamos a comprobarlo:

Exterior

Las líneas externas resultan realmente impactantes y nos sitúan justo a medio camino entre las atractivas y rompedoras (en su momento) del Range Rover Evoque y las sumamente elegantes del Range Rover de última generación, mezclando sabiamente elementos de ambos modelos, que han sido combinados de forma magistral.

Este nuevo estilo de diseño, iniciado en sus hermanos alcanza aquí un nivel superior siendo, bajo nuestro punto de vista, el más logrado de los tres. El cuidadoso estudio aerodinámico al que ha sido sometido supone la pérdida de las formas rectilíneas de la anterior generación, habiendo mutado hacia otras más fluidas aunque, no por ello, carentes de fuerza.

La carrocería de aluminio ha sido tratada con las más avanzadas técnicas de soldadura, mientras que otras partes se han unido mediante pegamentos o resinas lo que consigue una gran resistencia pero, a la vez, un considerable ahorro de peso. Si a ello le sumamos la presencia de un chasis monocasco, realizado también íntegramente en aluminio, la reducción de peso supone más de 420 kg respecto a la anterior generación.

El frontal muestra un aspecto más moderno y aerodinámico, donde destacan unos grupos ópticos más finos y alargados con elementos LED que remarcan su agresividad, una parrilla frontal apreciablemente inclinada hacia atrás y unos bordes más marcados. Por si quedaba alguna duda sobre su origen un gran logo de la marca se sitúa justo encima de la calandra.

El carácter deportivo se ve potenciado por la gran profusión de plásticos de diferentes formas y texturas y la presencia de numerosas aberturas de refrigeración, que nos indican la necesidad de un gran caudal de aire, para alimentar el propulsor o refrigerar los intercoolers y frenos. El aire caliente es extraído del vano motor mediante otras rejillas situadas en el capot y en las aletas delanteras. Mientras que en la parte inferior unas protecciones plásticas ejercen la función de cubrecarter, ante un improbable golpe cuando se afronten terrenos abruptos.

En conjunto el frontal destaca por un aspecto verdaderamente intimidante. Sus formas imponen una presencia que no pasará desapercibida y desde el primer momento intuyes que va a ser un vehículo rápido, muy rápido…

En nuestro caso la unidad cedida por Land Rover España estaba decorada en un bonito color, denominado Mariana Black, remarcándose esas dosis de deportividad gracias a la inclusión del Dynamic Pack que incluía, entre otros elementos, la calandra frontal, las tomas de aire de las aletas delanteras y del capó, aparte de el recubrimiento de los retrovisores exteriores en acabado Gloss Black, así como el contorno de los faros antiniebla, las tapas de las argollas de remolque o el embellecedor del portón trasero. También pertenecen a este equipamiento las sobredimensionadas pinzas de freno Brembo, pintadas en un llamativo color rojo.

En la vista lateral apreciamos mejor las nuevas líneas que definen a este modelo, muy trabajadas en el túnel de viento, para conseguir un coeficiente Cd de tan sólo 0,34. La prominente zona delantera continúa en un parabrisas más tendido que deja paso a un techo muy largo y descendente, que parece flotar en el aire (al estar pintado en contraste con una tonalidad Indus Silver, mientras que los diferentes pilares se han coloreado en negro…). El techo acaba en un prominente alerón, que da paso a al portón trasero.

La marcada línea de cintura asciende progresivamente hasta la parte posterior del vehículo, como queriendo encontrarse con el techo. Entre ambos delimitan la zona acristalada que permite una notable visibilidad lateral a sus ocupantes. Desde el exterior, al estar tintados los cristales en la zona trasera, se aumenta la sensación de fuerza que trasmite este Range Rover Sport. Toda la parte inferior está protegida por plásticos en la misma tonalidad del resto de la carrocería, para evitar reparaciones de importancia ante los pequeños golpes producidos al circular fuera del asfalto.

En un SUV Premium como este no podían faltar unas llantas espectaculares, y las que montaba nuestra unidad de pruebas eran una auténtica preciosidad, de 21 pulgadas de diámetro y con un diseño de cinco radios triples (denominadas “Style 15”), calzaban unos neumáticos Pirelli Scorpion Verde All Season en medidas 275/45 R21 110Y M+S, de buen rendimiento tanto en carretera como ante su uso fuera de ella.

La parte trasera no desentona en absoluto con el resto del conjunto, con el mismo aspecto masivo, desde la zona superior presidida por un gran spoiler, que esconde el limpiaparabrisas y en el que está incrustada la tercera luz de freno, hasta la parte inferior dotada de voluminosas protecciones plásticas, donde se encastran las salidas de escape.

Entre medias un gran portón da acceso al enorme maletero con el que ha sido dotado a este Range Rover Sport. Los diversos logos identificativos de la versión destacan sobremanera sobre el color de la carrocería, mientras que los grupos ópticos, de un diseño similar a los de la parte delantera y compuestos también por elementos LED, garantizan la correcta visibilidad posterior de este SUV.

A pesar de que, como ya hemos comentado, sus dimensiones son algo más contenidas que las del Range Rover (149 milímetros más corto y 55 milímetros más bajo), no por ello resultan menos aparatosas, con una longitud de 4,850 metros y una anchura de 2,073 metros (con retrovisores plegados) y de 2,220 metros (con ellos sin plegar).

La altura varía desde los 1,780 metros (en posición estándar) hasta los 1,845 metros (en posición todoterreno). Además la suspensión neumática puede bajar 50 milímetros adicionales para facilitar el acceso al interior del vehículo. La batalla (distancia entre ejes) se establece en 2,923 metros.

Los ángulos característicos también son sumamente importantes a la hora de realizar una conducción fuera del asfalto, con un ángulo de entrada de 24,3° (33,0°), un ángulo ventral de 19,4° (27,2°) y un ángulo de salida de 24,9° (31°). Entre paréntesis las medidas efectuadas en la posición todoterreno.

Aunque también es de destacar la altura libre, con el fin de no golpear los bajos, con 213 milímetros (posición estándar) y 278 milímetros (posición todoterreno). Por último, la máxima profundidad de vadeo es de 850 milímetros (y a fe que, como podréis ver en el apartado referido al comportamiento, la pusimos verdaderamente a prueba).

Interior

Nada más abrir la puerta del conductor y acomodarnos en su interior nos trasladamos a otro mundo, donde los parámetros habituales pasan a quedar completamente obsoletos, encontrándonos ante una nueva referencia en lo que a calidad y diseño de interiores se refiere.

Quien esperara encontrar una profusión de mandos, relojes, botones o palancas de todo tipo quizá se sienta un poco decepcionado, pero es que responde fielmente al conocido y alabado concepto de la elegancia británica que se ve representada en un diseño casi minimalista con abundancia de líneas rectas, que delimitan diferentes niveles y volúmenes.

Pero no sólo resulta sorprendente por sus formas, sino por el tratamiento dado a los materiales, mezclando cuero y metal, junto a la inigualable calidad de éstos, que nos dejará literalmente boquiabiertos, todo ello combinando a la perfección con la deportividad del resto del vehículo.

El interior es amplio y luminoso (debido también al gran techo panorámico de cristal), con una sensación de amplitud muy de agradecer, y no sólo para los ocupantes de las plazas delanteras, permitiéndoles disfrutar de una estancia relajada y confortable.

La cantidad de opciones de personalización disponibles resulta totalmente abrumadora, con la posibilidad de elegir hasta tres combinaciones de colores para cada una de las secciones y una gran variedad de acabados.

La elevada posición de conducción es otra de las características que no podía faltar, sentados sobre unos asientos de impecable ejecución y calidad que recogen el cuerpo a la perfección, sujetándolo aunque practiquemos una conducción deportiva, tal y como nos exige el espíritu de este modelo. Son regulables eléctricamente en múltiples posiciones y cuentan con memorias para personalizarlas al gusto de cada conductor.

Frente a nosotros encontraremos un volante multifunción con unas dimensiones idóneas y un considerable grosor, forrado en cuero de fabuloso tacto. Desde él podremos gobernar un gran número de funciones del ordenador de a bordo, del equipo de audio, navegador, etc. Justo detrás se sitúan las levas que permiten controlar manualmente el cambio automático de 8 velocidades, además de los mandos de luces o limpiaparabrisas.

El cuadro de relojes está protegido en su parte superior por una cubierta para impedir que cualquier reflejo nos moleste a la hora de conducir. Está compuesto por dos grandes esferas para velocímetro y cuentarrevoluciones (aunque dependiendo del nivel de equipamiento puede instalarse una pantalla TFT con relojes virtuales), mientras que en el centro se ha colocado una pantalla multifunción a color donde se visualizan un sinfín de parámetros del vehículo, pudiendo configurarse éstos en función de nuestros gustos. A la derecha del cuadro se encuentra el botón de arranque que pone en marcha el poderoso propulsor.

El salpicadero destaca por la sencillez y simetría de sus líneas maestras, sólo rotas por los aireadores centrales y la gran pantalla táctil que gobierna todo el sistema multimedia y de navegación de este poderoso SUV. Curiosamente, pese a su gran inclinación la información se visualiza perfectamente incluso aunque el sol incida directamente sobre ella.

La consola central desciende como una prolongación de esta zona del salpicadero, uniéndose con el gran túnel central que separa a ambos ocupantes de la parte delantera. Y allí se ubican los minimalistas controles del sistema de climatización. Pero no os dejéis engañar puesto que esa sencillez luego se traduce en una gran eficacia y potencia para enfriar (o calentar) rápidamente todo el volumen de aire del interior de vehículo. Además este sistema, en nuestra unidad, permitía individualizar en cuatro zonas diferentes la temperatura deseada por cada uno de sus ocupantes.

Muy a mano, y sobre el túnel central encontramos la palanca que gobierna el cambio automático de 8 velocidades, de origen ZF. Es de agradecer su presencia en un vehículo más deportivo que sus hermanos de gama, frente a la ruleta ya conocida (compartida también con algunos modelos de Jaguar), permitiendo elegir más rápidamente la marcha a engranar o su manejo secuencial.

A continuación se sitúa el mando, esta vez sí giratorio, de control del sistema Terrain Response 2 que, como veremos más adelante, gestiona automáticamente el modo de tracción más indicado para cada tipo de terreno. Junto a él encontramos el mando de la suspensión neumática con el que podremos controlar la altura de la carrocería a la hora de afrontar los terrenos más complicados. Mientras que a la derecha de esta zona disponemos de una pequeña guantera, con una tapa deslizante para ocultar lo que guardemos en su interior.

El espacio para los ocupantes de los asientos traseros es considerable, tanto en altura como en longitud, permitiéndoles viajar con todo tipo de comodidades gracias, también, a unos asientos de impecable diseño, que admiten casi tantas regulaciones como los delanteros. Aunque por dimensiones acogen a tres adultos sin problemas, las marcadas formas de banqueta y respaldo están más pensadas para dos ocupantes, con un gran apoyabrazos central basculante.

Nuestra unidad, además, disponía de la opción de una tercera fila de asientos, que se ocultan debajo del suelo del maletero. Están pensados más para niños aunque, en viajes cortos, pueden ser perfectamente usados por adultos. Su accionamiento es de tipo eléctrico, con los controles situados a ambos lados del habitáculo, y también en el maletero. Para acceder a ellos los asientos de la segunda fila se deslizan y basculan hacia adelante.

Maletero

Aunque se trate de una versión de carácter más deportivo, no por ello se deja de lado la vertiente lúdica y práctica cuando, por ejemplo, se afronta un viaje o una salida vacacional. Aquí cuenta mucho la presencia de un buen maletero donde transportar todo lo necesario, y el Range Rover Sport no va precisamente mal dotado en este aspecto.

Si situamos los asientos de la segunda fila en la posición más vertical, contará con una capacidad de nada menos que 784 litros, que se reparten en una altura de 767 milímetros y una anchura de 1.285 milímetros, pudiendo llegar a una longitud de 1.143 milímetros. Sus formas cúbicas garantizan un óptimo aprovechamiento del interior disponiendo, además, de unos recios ganchos, para anclar una red o pulpos con los que sujetar la carga. En el interior se aprecia nuevamente el espíritu Premium que preside este modelo, al estar forrado hasta el último recoveco por una gruesa y resistente moqueta de excelente calidad.

En caso de que necesitemos transportar bultos de gran tamaño bastará con que pleguemos los asientos de la segunda fila (en una proporción 40/60) para poder casi llevar a cabo una mudanza. Y es que aunque la altura y la anchura siguen siendo de 767 y 1.285 milímetros respectivamente, la longitud se extiende hasta los 1.871 milímetros, con lo que el volumen de carga puede llegar a ser de 1.761 litros.

La apertura y cierre del maletero se realiza de manera eléctrica, pudiendo variar la altura del portón para que, por ejemplo, no peque en el techo de un garaje. El único problema que vemos radica en que la altura del plano de carga es algo elevada, lo que no representará mayor dificultad mientras no pretendamos subir bultos muy pesados….

Como ya hemos comentado en el apartado anterior, esta unidad de pruebas contaba con la opción de 7 asientos (5+2), con los dos últimos escondidos bajo el piso del maletero de forma que, cuando están desplegados, reducen de forma notable la capacidad de carga de este modelo. Al mismo tiempo imposibilitan la existencia de una rueda de repuesto (ni siquiera de emergencia) y por lo tanto lo que encontramos, debajo de los citados asientos, es el omnipresente kit compuesto por un líquido reparapinchazos y el compresor para hinchar la rueda.

A nuestro modo de ver, y a no ser que estas dos últimas plazas sean estrictamente necesarias, preferiríamos optar por la versión de 5 asientos y disponer de al menos una rueda de repuesto. Quizá con el kit nos baste para un pinchazo producido en carretera, pero dadas las excelentes cualidades todoterreno de este modelo…

Equipamiento

Otra de las señas de identidad de la firma británica es la de ofrecer a sus clientes un amplísimo equipamiento en todos sus modelos. Aunque la dotación de serie es suficiente, en función del acabado elegido, es tal la cantidad y calidad de las opciones, accesorios o variantes que sería merecedora por sí sola de un par de artículos adicionales. Por tanto no os vamos a aburrir con ello, destacando tan sólo los más importantes. No obstante si queréis pasar un rato interesante no tenéis más que acceder al configurador on-line de la marca para daros cuenta de la ingente cantidad de posibilidades que ofrece…

Desde la versión básica ya cuenta entre el equipamiento de serie con elementos tales como:

  • Cristales reforzados en puertas delanteras y traseras y ventanas fijas traseras
  • Parabrisas laminado acústico
  • Elevalunas eléctricos (delanteros y traseros) con bloqueo a distancia (cierre global)
  • Limpiaparabrisas sensibles a la lluvia
  • Retrovisores exteriores con función de auto-oscurecimiento marcha atrás
  • Faros automáticos

  • Faros traseros LED
  • Transmisión automática de ocho velocidades con Commandshift
  • Suspensión neumática en las cuatro ruedas (4CAS)
  • Capacidad de remolque 3.500 kg
  • Caja transfer de una sola velocidad (solo marchas largas)
  • Terrain Response
  • Sistema Stop/Start inteligente
  • Alarma perimétrica

  • Control de distancia de aparcamiento trasero con pantalla
  • Panel de instrumentos combinado TFT / LCD
  • Pantalla táctil de ocho pulgadas
  • Conexión telefónica Bluetooth con streaming de audio
  • Control por voz – Sistema de control intuitivo mediante la voz con función «Diga lo que ve» (SWYS)
  • Entradas AUX

Merece especial atención el equipamiento de seguridad, donde podemos encontrar:

  • Luces de emergencia en frenadas bruscas
  • Monitor de presión de neumáticos (TPMS)
  • Control de aceleración en pendientes (GAC)
  • Control de liberación de frenos en pendientes (GRC)
  • Freno de estacionamiento electrónico
  • Dirección electroasistida sensible a la velocidad (EPAS)
  • Asistencia en frenadas de emergencia (EBA)

  • Sistema de frenos antibloqueo (ABS)
  • Control de frenada en curvas (CBC)
  • Control dinámico de estabilidad (DSC)
  • Distribución electrónica de la fuerza de frenada (EBD)
  • Control de tracción electrónico (ETC)
  • Control de descenso de pendientes (HDC)
  • Airbags de conductor y pasajero delantero (laterales, frontales, tórax y pelvis)
  • Control de estabilidad antivuelco (RSC)

En cuanto a los precios respecta, es posible adquirir un Range Rover Sport desde 66.000 € (del Range Rover Sport S, con motorización TDV6 de 3 litros y 258 CV). El Range Rover Sport HSE con Dynamic Pack y motor SDV6 de 3 litros de 292 CV parte desde los 85.900 €. En el caso de la unidad probada, disponía del siguiente equipamiento adicional:

  • Color exterior Mariana Black (Premium Metalizado) —–  2.420,00 €
  • Techo totalmente panorámico corredizo en contraste Indus Silver —– 2.780,00 €
  • Asientos eléctricos 5+2 con aire acondicionado y asientos traseros abatibles 60/40 —– 2.970,00 €
  • Parabrisas delantero con filtro solar —– 680,00 €

  • Cristales «Privacy» —— 540,00 €
  • Retrovisores exteriores calefactables, de ajuste y plegado eléctrico, memoria y antideslumbrantes —– 330,00 €
  • Iluminación interior ambiente configurable —– 380,00 €
  • Alfombras de goma —– 157,10 €
  • Cambio mediante levas Premium —– 60,00 €
  • Climatizador 4 zonas (conductor y pasajeros con una salida auxiliar trasera) —– 1.430,00 €
  • Cámaras Surround (incl. Juction View) —– 880,00 €

  • Sensor de vadeo con monitorización de ángulo muerto, sensor aproximación de vehículos y detector tráfico marcha atrás —– 1.060,00 €
  • Sensor de reconocimiento de señales de tráfico con alerta de cambio involuntario de carril —– 790,00 €
  • Acceso sin llave —– 1.210,00 €
  • Control de crucero adaptativo con sistema de seguridad a baja velocidad y freno inteligente —– 2.200,00 €
  • Equipo de Audio Meridian Surround (825w) 19 altavoces —– 1.540,00 €
  • DAB —– 490,00 €

Por lo tanto el importe final ascendía hasta los 105.817,10 € (gracias a los nada menos que 19.917,10 € en opciones que montaba nuestra unidad). Una cifra que se alcanzaba sin incluir ni mucho menos todas las opciones disponibles, y que sólo está al alcance de unos pocos privilegiados…

De cualquier manera siempre puedes encontrar el mejor precio para este Range Rover Sport gracias al buscador de Coches.com, donde, además, también lograrás el seguro más económico para tu vehículo.

Motorización

La gama de motores disponibles para este modelo resulta muy completa tanto por variantes pero, sobre todo, por el potencial que despliegan, convirtiendo en cualquiera de los casos al Range Rover Sport en un auténtico tiro.

En lo referido a motorizaciones movidas por gasóleo hay tres unidades diferentes: El TDV6 de 3.0 litros y 258 CV, el SDV6 también de 3.0 litros y 292 CV y, por último, el SDV8 de 4.4 litros y 339 CV. Por lo que respecta al máximo (y único) exponente de la gama de gasolina encontramos el V8 Supercharged que entrega 510 CV de potencia y un par máximo de 625 Nm, provenientes de un 8 cilindros en V y 5 litros de cilindrada, sobrealimentado mediante un compresor volumétrico, con lo que es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 225 km/h (250 km/h con el kit Dynamic) y acelerar de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos. Las emisiones de CO2  son de 298 g/km.

Como novedad, incluso existe una versión SDV6 Hybrid, que puede ofrecer hasta 340 CV de potencia y un descomunal par máximo de 700 Nm, gracias a lo cual puede alcanzar una velocidad punta de 210 km/h (225 km/h con el kit Dynamic) y acelerar de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos, con unas emisiones de CO2 de 169 g/km.

Pero ya centrándonos en la versión que nos ocupa esta semana os podemos contar que se trata de un propulsor de 6 cilindros en V, situado en posición longitudinal, con una cilindrada de 2.993 centímetros cúbicos que emplea unos nuevos inyectores de 8 orificios con los que atomizar mejor el combustible, además de un turbocompresor secuencial en paralelo, apoyado por dos intercoolers, con lo que se garantiza un empuje constante desde bajas vueltas y en todo el abanico de revoluciones. La potencia así obtenida es de 292 CV a 4.000 rpm y un par máximo de 600 Nm a tan sólo 2.000 rpm. Con unas emisiones de CO2 de 199 g/km.

No podemos más que deshacernos en elogios hacia este propulsor, mostrándose con total seguridad como la opción más equilibrada de toda la gama (menos peso que el SDV8, con una escasa diferencia en prestaciones y menor consumo). Mueve con asombrosa facilidad los 2.115 kilogramos que pesa en vacío este Range Rover Sport (bastantes más en orden de marcha) como si tal cosa, garantizando unas prestaciones de escándalo y aceleraciones fulgurantes en toda la gama de revoluciones y condiciones de carga.

La velocidad máxima alcanza los 210 km/h (pero opcionalmente, con el Dynamic Pack, puede incrementarse hasta los 222 km/h). La aceleración de 0 a 100 km/h la realiza en apenas 7,2 segundos.

Además no resulta especialmente sediento para el tremendo potencial que es capaz de desplegar, gracias a la eficaz gestión del combustible por parte de la electrónica y a la presencia de un sistema Stop&Start de rápida actuación. Los valores oficiales van desde los 8,7 l/100 km en ciudad, hasta los 6,8 l/100 km en recorridos interurbanos, con un consumo combinado de 7,5 l/100 km.

Nuestras cifras se muestran ligeramente más altas, pero tampoco en exceso, con un consumo urbano de 9,8 l/100 km, en carretera de 7,7 l/100 km y, finalmente, un gasto de combustible medio de 8,7 l/100 km. En conducción todoterreno la cifra se va claramente por encima de las dos cifras al abusar de las marchas cortas y del pedal del gas. Por lo tanto con una capacidad de depósito de 80 litros, la autonomía puede llegar a algo más de 900 km en condiciones reales.

Comportamiento

En ciudad es un auténtico mastodonte que, de manera sorprendente, se maneja con inusual facilidad (si obviamos sus dimensiones generales). La considerable altura a la que vamos sentados nos permite otear el horizonte y estar al tanto de todo cuanto ocurre a nuestro alrededor. Además gracias a la inestimable ayuda de las diversas cámaras que rodean el vehículo, obtendremos una visión periférica, muy útil tanto a la hora de aparcar, como al salir a un cruce sin apenas visibilidad.

La dirección asistida eléctrica de suave tacto, la capacidad de absorción de baches que nos garantiza la suspensión neumática, junto al gran tamaño de los neumáticos además de la inmediata respuesta del motor, gestionada eficazmente por la caja de cambios automática de 8 relaciones contribuyen a que la circulación por la ciudad se convierta en un mero trámite para ir de un punto a otro.

También hemos de reconocer que su tamaño intimida bastante al resto de conductores y será muy raro que alguno de ellos se atreva a disputarnos un hueco o a meternos el morro para impedir que cambiemos de carril…

Dadas las peculiares características de este Range Rover Sport no será raro que frecuentemos carreteras de montaña, para practicar actividades al aire libre, sea cual fuere la estación del año. Os podemos asegurar que no tendremos problemas para llegar al lugar que nos propongamos.

No cabe ninguna duda de que nos encontramos ante uno de los SUV más deportivos del mercado, y en nuestro puerto favorito o en esa carretera ratonera que conocemos, casi sin tráfico, podremos rodar muy muy rápido con un poco de práctica, aunque siempre deberemos ser conscientes de sus dimensiones superlativas y del considerable peso que se pone en movimiento. Esto se manifiesta en una ligera tendencia a hincar el morro (subviraje) a la entrada de las curvas, que es de inmediato corregida por la electrónica. En esta versión dotada del Dynamic Pack cuenta con un programa específico del sistema Terrain Response que configura una suspensión más firme, con menor balanceo de la carrocería, además de una dirección más directa o una respuesta instantánea del propulsor, a la vez que los cambios de marcha se realizan de manera fulgurante.

Este cambio automático ZF de ocho velocidades funciona tan bien que en un uso habitual le dejaremos actuar por su cuenta, con total satisfacción por nuestra parte pero, si queremos llevar a cabo una conducción más decidida por carretera de curvas, bastará con seleccionar la posición “S” de la palanca y realizar a partir de ese momentos los cambios de marcha con las levas situadas detrás del volante que, a diferencia de otros modelos, sí cuentan con el tamaño adecuado.

Los frenos, firmados por el especialista Brembo son de unas dimensiones muy generosas, con discos ventilados en ambos trenes, de 380 mm en el tren delantero por 365 mm en el posterior. Su funcionamiento resulta espectacular, apoyados en unos anchos neumáticos, siendo capaces de detener todo su tonelaje en escasísimos metros y además en repetidas ocasiones, por ejemplo bajando un puerto de montaña. El tacto no se viene abajo, nos dan una gran confianza pese a su duro trabajo, permitiéndonos parar al modelo inglés dónde y cuándo queramos.

Claro que, lo que resulta una verdadera maravilla en un SUV como éste, es su capacidad para devorar kilómetros por autopista o autovía. El tiempo se nos hace muy corto, tanto por las altas velocidades que es capaz de alcanzar sin apenas darnos cuenta como por el silencio y la comodidad con la que trata a los pasajeros. Nunca tuvo tanta razón de ser aquel término de “salón rodante”.

Sentados en semejante butacones nos dan igual las inclemencias meteorológicas o el estado del firme, disfrutando de una agradable conversación o escuchando nuestra pieza musical favorita en el fantástico equipo de audio. Con un guiado imperturbable, una capacidad superlativa de las suspensiones para absorber las irregularidades del terreno o una facilidad pasmosa para mantener cruceros legales en octava velocidad, gracias al poderío de su propulsor.

Además las ayudas electrónicas guiadas por cámara, como el Control de Crucero Adaptativo (ACC), nos permitirán mantener constante la distancia con el vehículo que nos precede (incluso hasta llegar a detenernos totalmente), avisarnos del cambio involuntario de carril, reconocer las señales de tráfico, realizar el cambio inteligente de luces largas a cortas o alertar al conductor sobre posibles impactos en los laterales del vehículo.

Ya hemos analizado su comportamiento en ciudad, carretera, o autopista, pero no podíamos dejar pasar la oportunidad de comprobar sus cualidades fuera del asfalto. ¿Nos encontraríamos ante un modelo que sólo serviría para ir a la ópera, al que le daría alergia al barro?

Estamos seguros que un gran porcentaje de sus propietarios nunca, o casi nunca, realizarán una conducción extrema por campo con este vehículo. Yo si me hubiera gastado más de 100.000 € en él, seguramente tampoco lo haría. Pero la tradición de la marca británica, creadora de algunos de los todoterreno más eficaces de la historia, nos obligaba a ello, aunque ponía el listón muy alto…

Así que ni cortos ni perezosos nos dirigimos al Centro de Perfeccionamiento Bercimuel, un circuito ubicado en la bella localidad segoviana que le da nombre y regentado por nuestro compañeroJaime Sornosa, al que los más talluditos conoceréis del mundo de la competición por su cariñoso apelativo de Correcaminos.

Estas instalaciones están especializadas, entre otras muchas cosas, en la realización de cursos de conducción off-road contando con un circuito diseñado exprofeso para la práctica de este deporte, donde podríamos explorar al máximo las cualidades del Range Rover Sport, eso sí, en un entorno totalmente seguro.

Un total de 16 zonas teníamos por delante, con todo tipo de zanjas, crestas, cruces de puentes, pendientes laterales, subidas y bajadas pronunciadas, rocas e incluso vadeos. ¿Sería capaz de salir indemne el Range Rover Sport de este reto?

Contábamos con la dificultad añadida de que la unidad prestada para lo ocasión por Land Rover era la variante Dynamic, más orientada a la utilización en asfalto, con unos descomunales neumáticos no especializados, y que carecía del Pack Todoterreno, que se puede adquirir opcionalmente, y que dispone de una caja de transferencia con reductora, un reparto de par por defecto 50/50% delante y detrás, más un bloqueo al 100% en el eje trasero.

Nuestro sistema, más sencillo pero a la vez 18 kg más ligero, contaba con un diferencial central tipo Torsen que distribuía automáticamente el par al eje con mayor adherencia, pudiendo variar el reparto entre el delantero y el trasero, partiendo de unos valores iniciales del 42 y el 58% respectivamente.

Pero, ¿quién dijo miedo? Guiados por la experiencia en estas lides de “Correca”fuimos superando cada una de las zonas con inusitada facilidad y eso que, como veis en las fotografías que acompañan esta prueba no nos cortamos un pelo a la hora de explorar los límites del Range Rover Sport, que se empeñaba en dejarnos siempre en ridículo…

Ponía de manifiesto el potencial de su mecánica diésel y, sobre todo, un par máximo a bajas vueltas que te permite pasar por donde quieras, siempre que quepas. Aunque no conviene olvidar tampoco la contribución de una suspensión neumática que eleva el coche lo suficiente para evitar rozar en las zonas más comprometidas, mejorando ostensiblemente sus ángulos característicos. Una auténtica sorpresa el nivel alcanzado por este SUV, ¿o deberíamos decir todoterreno?

Una vez acabada esta experiencia bastó con darle un manguerazo para que recuperara su señorío y distinción.

Veredicto de Coches.com

El Range Rover Sport es uno de los SUV Premium más deseados del momento, no en vano como podéis ver en revistas, periódicos o portales de internet las más importantes, y adineradas, personalidades de todos los ámbitos (empresa, deporte, cine…) disfrutan de este modelo en su garaje.

Aunque no te hace falta ser un afamado actor de Hollywood o un futbolista de relumbrón para poseerlo, sólo será necesario que tengas una cuenta corriente lo suficientemente desahogada. Y ¿qué te ofrece este Range Rover Sport a cambio?:

Una estética singular, de líneas elegantes, que mostrará a los cuatro vientos que has alcanzado el éxito económico. Un interior diseñado para ofrecer las más altas cotas de lujo y comodidad a sus ocupantes, con un amplísimo despliegue tecnológico tanto en el ámbito de la seguridad como del entretenimiento. Un rodar cómodo y silencioso digno de las mejores berlinas de representación, acompañado de un dinamismo sorprendente, cuando las circunstancias así lo requieren y, por último, una capacidad extraordinaria para desenvolverse fuera del asfalto, heredera de la mejor tradición de la marca británica.

No sé si estaremos ante el “vehículo total”, como nos preguntábamos al inicio de esta prueba, pero si no lo es, desde luego se le aproxima mucho…

Nuestro agradecimiento al Centro de Perfeccionamiento Bercimuel por su colaboración para la realización de esta prueba.

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