Comenzaremos por la parte que ha levantado más polémica: el nombre. ¿Ferrari “LaFerrari”? ¿En qué demonios estaban pensando los responsables de la marca italiana? Para explicarlo nada mejor que recurrir a las palabras del propio Luca Cordero de Montezemolo, presidente de Ferrari durante la presentación que ha tenido lugar en el Salón del Automóvil de Ginebra:
«Hemos decidido llamar a este modelo LaFerrari porque es la máxima expresión de lo que define a nuestra empresa: la excelencia. La excelencia en materia de innovación tecnológica, rendimiento, estilo visionario y la pura emoción de la conducción. Dirigido a los coleccionistas, este es un coche realmente extraordinario que incluye soluciones avanzadas que, en el futuro, encontrarán su camino en el resto de la gama, y representa el punto de referencia para toda la industria automotriz. LaFerrari es la máxima expresión de una compañía única, con una ingeniería y un diseño sin igual fruto de los conocimientos adquiridos por nuestra experiencia en la Fórmula 1».
Solamente se fabricarán 499 unidades a un precio estimado de 1,3 millones de euros la unidad ¿Cuánto tardará en agotarse toda la producción?
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Pero vamos a centrarnos en lo que realmente aporta este “LaFerrari”: A nivel estructural el chasis está compuesto con nada menos que 4 tipos diferentes de fibra de carbono, moldeado a mano y curado en autoclave, en el mismo Departamento de Competición que realiza estas labores para la Scuderia de Fórmula 1, lo que ha contribuido de forma sustancial a un aumento espectacular de la rigidez torsional (un 27%), a la vez que se ha disminuido considerablemente el peso.
El reparto de peso alcanza una distribución óptima, recayendo el 59% del mismo en el tren trasero (y por tanto un 41% en el delantero), gracias a haber conseguido centrar la masas, situándolas entre los dos ejes y, a la vez, lo más cerca posible del suelo, para rebajar el centro de gravedad, con las consiguientes mejoras a nivel dinámico, y eso que los ingenieros tuvieron que lidiar con el peso extra del sistema híbrido de propulsión.
Por su parte el habitáculo presenta como gran singularidad el hecho de que el asiento del piloto se encuentra en una posición fija y es todo el conjunto de mandos (volante y mecanismos auxiliares, así como el pedalier) los que se desplazan longitudinal y verticalmente para adaptarse perfectamente a las medidas de su afortunado propietario. El puesto de conducción es lo más próximo que se puede encontrar en el panorama actual al copkit de un Fórmula 1, no en vano han contribuido a su desarrollo los pilotos oficiales de la marca: Fernando Alonso y Felipe Massa.
Ferrari LaFerrari 2013. Motor
Si importante es todo lo referido a la arquitectura de tan singular modelo, no lo es menos el sistema de propulsión, sobre todo teniendo en cuenta que se trata del primer Ferrari movido por un sistema híbrido. Pero si en otros modelos generalistas estas palabras podrían hacernos caer en el desaliento, en cuanto a las prestaciones se refiere, en el caso del último modelo de la firma italiana significa todo lo contrario, gracias a su evolucionado HY-KERS System.
El propulsor es un V12 a 65º de 6.262 centímetros cúbicos que entrega una potencia máxima de 800 CV a 9.000 rpm (lo que supone una potencia específica de 128 CV por litro) siendo capaz de alcanzar un régimen máximo de 9.250 rpm (algo insólito en un motor de esta cilindrada), por su parte el par motor máximo es de nada menos que 700 Nm a 6.750 rpm. A ello hay que sumarle el motor eléctrico, que aporta un total de 120 Kw (163 CV), con lo que la potencia final alcanza un descomunal valor de 963 CV, consiguiendo, además, unas emisiones de CO2 de tan solo 330 g/km.
Con tan poderosa planta propulsora las prestaciones son de “otra galaxia”, con una velocidad máxima que supera los 350 km/h, o lo que resulta más increíble, con unos valores de aceleración de 0 a 100 km/h en menos de 3 segundos, de 0 a 200 km/h en menos de 7 segundos o de 0 a 300 km/h en 15 segundos. Otro parámetro que nos da idea de sus prestaciones es el tiempo conseguido en la “pista de casa”, el Circuito de Fiorano, donde ha sido capaz de rodar en 1´ y 20”, lo que significa 5 segundos más rápido que el Ferrari Enzo y 3 segundos más rápido que el Ferrari F12 Berlinetta, por tanto constituyéndose como el modelo más rápido de la firma de Maranello.
El sistema híbrido está compuesto por 2 motores eléctricos desarrollados conjuntamente con Magneti-Marelli (uno alimenta a las ruedas motrices y otro a los elementos auxiliares), mientras que el conjunto de baterías, situado en la parte más baja del chasis, se ha desarrollado en el mismo departamento de la Scudería Ferrari donde se fabrica el KERS del monoplaza F138 que este año pilotará “nuestro” Fernando Alonso. Estas baterías pueden cargarse por 2 vías: la primera mediante la energía acumulada en las frenadas y la segunda mediante el par motor sobrante, que el V12 produce en dosis considerables, ya que en vez de enviarlo a las ruedas, se convierte en energía para almacenarse en los acumuladores.
Ferrari LaFerrari 2013. Equipamiento
Otro aspecto fundamental de este superdeportivo italiano es el hecho de que dispone de aerodinámica activa, lo que le permite ajustar en tiempo real la configuración del coche para un óptimo agarre en cualquier circunstancia, todo ello gracias a numerosas horas de trabajo en el túnel de viento del equipo de Fórmula 1, de forma que todos los apéndices aerodinámicos, difusores o alerones cumplen una función específica, generando carga cuando sea necesario, sin por ello comprometer su excelente coeficiente de penetración.
Los frenos, como siempre, han sido elaborados por Brembo integrándose junto con el sistema híbrido (recuperación de energía): Las pinzas de mayor tamaño han sido aligeradas al máximo y muerden unos descomunales discos carbonocerámicos para asegurar un tremendo poder de detención. Por su parte las ruedas también están a la altura de las circunstancias, con neumáticos P-Zero, firmados por Pirelli, en dimensiones 265/30 R 19 en el tren anterior y 345/30 R 20 en el posterior.
Fuente: Ferrari
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