¿Qué es un gorrilla? Son esos individuos que trabajan indicándote dónde y cómo debes aparcar. Si fuese en un parking sería un trabajo normal, pero realizan su labor en la vía pública, donde uno solo puede encontrar el sitio libre para dejar su coche sin ningún esfuerzo. Además, el gorrilla espera una recompensa económica por su labor, una especie de impuesto revolucionario ya que, de no pagarle, suelen amenazar con «no cuidar el vehículo» o «no responsabilizarse de lo que le pueda ocurrir», por poner dos ejemplos clásicos de los modos de coacción que tienen estos sujetos.
Hay localidades en las que la policía municipal se dedica a combatirles. Fantástico. Pero allí donde esto no ocurre todavía, hay varios trucos que pueden ser útiles:
1. La llamada: Si ves al gorrilla al acecho, coge el móvil y simula que hablas. Pasa más de tres minutos hablando sin parar y sin mirarle (muy importante este punto) y se irá a buscar otra víctima.
2. El beso: La más efectiva y gustosa de todas. Una vez parado el coche date un beso con tu pareja, lo más largo que podáis. Si va acompañado de tocamientos, mejor, que será más convincente. El gorrilla se acabará cansando de esperar.
3. La bronca: Si vas con un amigo, también puedes evitar a estos aparcacoches. Simulad que tenéis una bronca de órdago y, si estáis inspirados, lo ideal es que la alarguéis cuando hayáis salido del coche (con portazos y aspavientos incluidos). Si el gorrilla, pese a todo, se atreve a dirigirse a vosotros, miradle con cara de enfado y no le contestéis.
4. Barrera idiomática: Hacerse el sueco es una de las salidas más habituales del que quiere ignorar a alguien. Si, tras aparcar, el gorrilla se acerca, con el mejor acento posible le contestas: «Sorry sir, I don’t understand, I don’t speak spanish». Es válido cualquier idioma, incluso uno inventado.
5. Entrenamiento: Los gorrillas suelen recorrerse las calles en busca de presas y muchas veces tiene que darse una buena carrera para pillar a quien está aparcando. Si ves a uno así, simula que vas a escoger un sitio, espera, cuando le veas llegar tras el sprint, sal y busca otro hueco. En los foros aseguran que si varios conductores se dedican a hacer esto, el gorrilla se enfada y cambia de calle. Parece la manera más eficaz para boicotear su chantaje.
Vía: Packman
Foto: ABC