La Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) propone al Gobierno una dotación presupuestaria de 10 millones de euros para acabar con los retrasos acumulados en los exámenes prácticos de conducir. De continuar así, esta situación podría derivar en el colapso del sistema este verano, teniendo en cuenta que muchos examinadores cogerán vacaciones en estas fechas y muchísima gente aprovecha los meses estivales para sacarse la licencia.
Los 10 millones de euros servirían para contratar a 324 examinadores más, que según la CNAE sería el número perfecto para revertir la situación de déficit de forma definitiva. Estos se sumarían a los 756 examinadores actuales, de los que hay solo 610 realmente activos entre bajas de enfermedad y vacaciones.
La CNAE defiende la viabilidad de la propuesta presupuestaria porque, según sus cálculos, se generaría un beneficio de aproximadamente 50 millones de euros de facturación. Esto se calcula en base a los 114,5 millones de euros que facturo la DGT en 2016 en concepto de Tasas de examen.
Las investigaciones de la CNAE revelan que el número mínimo para desbloquear la situación de forma provisional, sería la contratación de 213 examinadores más, lo que requeriría de una inversión de 6,5 millones de euros que generaría unos beneficios a la DGT de 32 millones.
El número óptimo de nuevos examinadores (324), generaría una capacidad de 900.000 exámenes, mientras que el mínimo para salir de la actual situación llevaría a un incremento de casi 600.000 nuevos exámenes. Cada funcionario tiene una capacidad de 2.795 exámenes anuales.
La actual plantilla de examinadores generaba en 2016 para la DGT una facturación de 114,5 millones de euros (109,7 millones en 2015), con un gasto estimado en salarios de 24 millones de euros, y unos gastos operativos de alrededor de 17 millones de euros, aproximadamente un 15% de lo ingresado. La recaudación casi triplica los 41 millones del coste total del servicio.
Fuente – CNAE