Tres empresas energéticas han abierto las puertas de la primera planta de amoniaco verde del mundo, en la ciudad de Ramme, Dinamarca. Aseguran que puede producir 5.000 toneladas de amoniaco verde al año, a partir de energía solar y eólica, por lo que evitará 8.200 toneladas de emisiones de dióxido de carbono al año.
Esta cifra de producción tiene en cuenta la fluctuación natural de la energía generada por los paneles solares y las turbinas eólicas de la planta. La idea es optimizar el ciclo de electrólisis y síntesis de amoniaco en función de estas fluctuaciones y mejorar la rentabilidad en todo el proceso.
Así pues, el trío formado por Topsoe, Skovgaard Energy y Vestas se ha adelantado a muchos otros proyectos en la producción de amoniaco verde a gran escala. Recibió apoyo en forma de 11 millones de euros (más de 12 millones de dólares) del Programa de Desarrollo y Demostración de Tecnología Energética de Dinamarca.
La producción de amoniaco gris, que emplea combustibles fósiles, es actualmente la habitual en todo el mundo y representa en torno al 1,2% de las emisiones globales de dióxido de carbono. Según la consultora McKinsey, eliminar esa cantidad reduciría las emisiones equivalentes a 1,5 veces las de Francia en su conjunto.
El amoniaco verde es un sustituto directo de su homólogo gris para la fabricación de fertilizantes y usos industriales. Cambiar el amoniaco verde por el gris es una de las formas más fáciles de reducir las emisiones de la agricultura. Además, a medida que los países avanzan hacia la producción de más energía renovable, se prevé que la producción sea aún más barata.
¿Por qué hablamos aquí del amoniaco verde? Pues se utiliza principalmente para fabricar fertilizantes (alrededor del 70% del suministro mundial), pero otro uso es el transporte de hidrógeno de forma segura y económica… y también existe el potencial de utilizar amoniaco como combustible energéticamente eficiente.
La planta danesa podría allanar el camino para más instalaciones de producción de amoniaco ecológico en todo el mundo. De hecho, la firma canadiense FuelPositive anunció en julio que ha puesto en funcionamiento un sistema escalable de producción de amoniaco ecológico en Winnipeg. Eso sí aún necesitas unas certificaciones para poner en marcha sus máquinas, antes de fabricar amoniaco ecológico a casi la mitad del coste que el amoniaco gris (y directamente en el lugar para los agricultores). Y hay otros proyectos en otras partes del globo.
Puede parecer poco reducir un 1,2 % las emisiones de CO2 a nivel mundial, pero es de las reducciones más factibles y menos dolorosas que se pueden esperar en un futuro inmediato… ya que la tecnología está ya disponible para implementarse.
Fuente: Topsoe