Cuando estamos al volante, la velocidad a la que conducimos puede influir en nuestra capacidad visual y en la percepción del entorno. En esta ocasión vamos a hablar del conocido «efecto túnel«, un fenómeno que puede poner en peligro la seguridad en la carretera.
En esencia, el efecto túnel hará que veamos con nitidez lo que tengamos en frente de nosotros y está asociado a las altas velocidades y en algunos casos a la ingesta de alcohol, la mejor solución siempre es prudencia y cero alcohol, pero profundicemos en el tema.
¿Qué es el efecto túnel?
El efecto túnel es el progresivo estrechamiento del campo de visión de un conductor. Se manifiesta a medida que aumenta la velocidad del vehículo o cuando se ha consumido alcohol. Este efecto recibe su nombre debido a la sensación que crea en el conductor: es como si estuvieras circulando por un oscuro túnel en el que no puedes ver lo que sucede a tus lados.
Con el efecto túnel, el conductor solo puede ver con claridad lo que está justo frente a él. Esta limitación no solo afecta su habilidad al volante, sino también su capacidad para reaccionar a estímulos externos durante la conducción. La velocidad difumina todo lo que se encuentra en la periferia del campo de visión, eliminando señales de tráfico, peatones, otros vehículos y cualquier suceso en los laterales de la carretera.
El efecto túnel no requiere velocidades extremas; comienza a notarse a partir de los 100 km/h y se vuelve crítico a velocidades de 140-150 km/h. A velocidades más bajas, el ángulo de visión del conductor es de 104 grados, pero a 65 km/h, disminuye a 70 grados. Circular a 130 km/h lo reduce a unos escasos 30 grados. A 150 km/h, el conductor solo puede ver con claridad lo que está dentro de un angosto ángulo de 18 grados, dejando todo lo demás fuera de tu campo de visión.
¿Cómo evitarlo?
La DGT nos ofrece una única respuesta para evitar caer en las garras del Efecto Túnel: respetar las señales de tráfico y circular a una velocidad moderada que esté dentro de los límites establecidos para la vía en la que conduces.
Es fundamental recordar que el exceso de velocidad puede tener múltiples consecuencias negativas, incluida la fatiga al volante y un mayor riesgo de distracciones. Cuanto más rápido conduzcas, mayores serán las posibilidades de cometer un error.
El objetivo es maximizar tu campo de visión. Al hacerlo, podrás captar todas las señales e información que provienen del entorno exterior. Esto te permitirá reaccionar con eficacia ante situaciones de emergencia y minimizar las consecuencias.
Conducir bajo los efectos del alcohol también aumenta el efecto túnel y disminuye la visión periférica. Además, el alcohol nos resta campo visual, reduce los reflejos, aumenta el riesgo de error y hace que subestimemos la velocidad a la que circulamos. Este cóctel, unido a la pérdida de información del efecto túnel incrementa notablemente el riesgo de sufrir un accidente.
En resumen, el efecto rtúnel es un fenómeno real que afecta a los conductores a altas velocidades. Para garantizar tu seguridad en la carretera y la de los demás, es crucial conducir de manera responsable y respetar los límites de velocidad. Al hacerlo, ampliarás tu campo de visión y estarás mejor preparado para afrontar cualquier situación imprevista.
La DGT nos recuerda que la seguridad vial es responsabilidad de todos. No sólo evitas el Efecto Túnel al conducir de manera adecuada, sino que también contribuyes a crear un entorno más seguro para todos los usuarios de la carretera. Safety first!
Fuente: DGT y Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Andalucía.