El coche es todavía más económico cuando toca viajar en familia

Los dos meses de verano concentran el uso del coche privado en España, hasta el punto que se realizan casi el 20 % de los km que conducen al año los particulares. En 2021 (año con restricciones por Covid-19 todavía), nueve de cada diez españoles eligieron el coche como medio de transporte para viajar en verano, la mayoría (un 59 %) en familia.

Las ventajas del coche frente a otros transportes son evidentes: comodidad para ir de puerta a puerta, no debes ceñirte a horarios concretos ni a planificaciones previas y permite desplazamientos en el punto de destino sin depender de nadie más. Tradicionalmente está la baza económica… ¿pero sigue siendo el coche competitivo con el precio de los combustibles desbocados, marcando récords semana tras semana?

A mediados de junio la gasolina establecía un nuevo máximo histórico. Los datos del  Boletín Petrolero de la Unión Europea indicaban que la gasolina se vendía a un precio medio de 1,917 euros. El gasóleo, por su parte, a 1,803 euros. Eso, incluyendo la bonificación pública de 20 céntimos por litro. Con estos datos, coches.com ha calculado el gasto de 1.000 km en coche, así como un viaje en coche eléctrico.

*Cálculo realizado a 0,40 € kWh, precio medio en recarga rápida a unos 50 kW de potencia. Resulta más económico en el domicilio y más cara una carga ultrarrápida a mayor velocidad.

Así pues, desplazarse en coche puede variar un 67 % en función de su método de propulsión, pero podemos establecer un precio medio de unos 105 € cada 1.000 km. Obviamente, en función del consumo de cada vehículo esta cifra puede ser mayor o menor. 

El gran aumento de precios de 2022

El aumento de los precios respecto al año pasado ha sido enorme. Hace doce meses, el precio medio de la gasolina era de 1,351 euros el litro, mientras que el diésel se pagaba a 1,212 euros el litro en las estaciones de servicio. También la recarga en una estación de carga continua de 50 kW resultaba más económica, a 0,30 kW.

El aumento de precios, independientemente de la energía empleada, no tiene parangón en los últimos años. Emplear combustibles fósiles se ha encarecido en torno a un 30 % en 2022. Tampoco se libra la electricidad, que resulta un 25 % más cara.

El coche frente a otros medios de transporte

¿Cómo queda el coche frente al tren de alta velocidad o el avión? Los cálculos demuestran que sigue siendo competitivo

* Precio calculado en un trayecto Madrid-Barcelona ida y vuelta (1.012 km), con el precio medio del billete. Existen ofertas que pueden reducir esa cantidad

** Precio calculado en un trayecto Madrid-Barcelona con la media de las tarifas ofrecidas en tres aerolíneas con ida el 1 de julio y vuelta el 15 de julio, facturando una maleta.

Así pues, el coste de un viaje continúa siendo más económico realizarlo en coche. Habría que tener en cuenta otros costes del vehículo, como mantenimiento, impuestos, seguro o amortización del mismo, incluso peajes en algunas rutas o aparcamiento en destino. Eso sí, en cuanto se use por más de una persona, la balanza se decanta todavía más a favor del vehículo privado.

¿Puede cambiar el panorama?

Un incremento de los precios del combustible reduciría la diferencia del coche respecto al precio de moverse en estos métodos de transporte, pero también les afectaría. De hecho, el combustible para aviones se ha encarecido un 106% desde marzo de 2021 y un avión consume entre 350 y 450 l/100 km, dependiendo de su eficiencia. De hecho, esta subida ya se ha trasladado al consumidor a los vuelos más largos (donde la competencia es prácticamente nula).

El tren de alta velocidad sí tiene posibilidad de reducir su precio. Hoy en día los operadores tienen que pagar a Adif, la sociedad propietaria de la infraestructura, un alto canon por usarla, que según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia es “significativamente mayor que el de otros países europeos». Eso impide la entrada de otros operadores y permitiría la bajada de precios.

El coche privado, además, elimina algunos gastos como el taxi o VTC de salida y llegada a la estación o aeropuerto. Pero en el fondo, lo que permite es una libertad de movimientos en destino, que es lo que acaba por hacer que los españoles se decanten todavía por el uso del coche en sus desplazamientos estivales dentro del país.