Polémico sin duda este artículo pero no podemos dudar de que el tema está en la calle y es tan viejo como el coche. Los hombres dirán que ellas son un peligro por su exceso de prudencia y la mujer dirá que la agresividad al volante de los hombres provoca más de un accidente de tráfico.
Lo que no hay duda es que si nos basamos en las estadísticas los números dan la razón a las mujeres y es que después de un estudio del RACC se detecta que las mujeres usan con mayor frecuencia el cinturón de seguridad, utilizan menos el teléfono móvil al volante y respetan más los límites de velocidad y los semáforos.
Desde la puesta en marcha del carné por puntos los datos ofrecidos por la DGT son evidentes y es que en su inmensa mayoría (el 81 por ciento), los conductores que perdieron crédito fueron hombres y el resto, un 19 por ciento, mujeres.
Por otro lado en el tema de la conducción bajo efectos del alcohol, por cada 50 hombres que dan positivo [en un control de alcoholemia], una es mujer. Es cierto que la proporción de conductores varones es de un 60-40% pero eso no justifica las diferencias tan grandes que existen en cuanto a seguridad vial se refiere.
En definitiva los datos dan la razón a las mujeres, conducen mejor y son más prudentes, por instinto o decisión, respetan más la vida propia y la del prójimo.
Ya sea por una cuestión de instinto de supervivencia o por el mínimo sentido común, las conductoras, son más conscientes del peligro y por ello la conducción es más prudente y mejor. Dicho esto tendría que quedar zanjado el «mujer tenías que ser» pero por desgracia lo seguiremos escuchando.