Al igual que la tecnología avanza, las formas de tener coche también lo hacen. Para todos los que no quieren o pueden tener un coche existen fórmulas a lo «pago por uso» bastante interesantes. En este artículo vamos a contrastar la fórmula de coche de suscripción con la de coche compartido. Dos alternativas que tienen bastantes cosas en común pero que como siempre, elegir entre una u otra dependerá de tu momento y necesidades.
Ambas opciones tienen un punto de partida y es que podemos elegir la dependencia de la tenencia del coche, ya sea por momentos más largos o viajes puntuales.
Coche de suscripción
El coche de suscripción es una modalidad de movilidad que ha ganado popularidad en los últimos años. En esencia, funciona como un servicio de suscripción mensual o semanal que te permite acceder a un vehículo sin la necesidad de ser propietario.
Normalmente el factor diferencial vs al coche compartido es el tiempo. En este modo de usar el coche, podremos extendernos más allá de un simple viaje. Pudiendo tener un coche para nuestro viaje largo o si sabemos que vamos a necesitar hacer bastantes trayectos en un momento y no queremos depender de terceros.
Como hemos tratado anteriormente, en esta modalidad destacaremos la flexibilidad y los costes fijos como principales ventajas. Eso sí, no nos olvidamos de que no tendremos que añadir al montante final seguros o mantenimientos, pudiendo controlar el gasto en lo que es la tenencia del vehículo. Ya sabéis que peajes, parkings y gasolina correrán de nuestra cuenta.
Coche compartido
En este caso hablamos de una opción que implica compartir un vehículo con otras personas a través de una plataforma de reserva o aplicación, sin ir más lejos: blablacar o HOOP Carpool. La primera más usada en viajes entre provincias y la primera más dedicada para compartir el coche en la ciudad.
En este sentido, en el Carpooling el propietario del automóvil es el conductor y compartirá su trayecto con otros pasajeros que necesiten hacer la misma ruta.
Las principales ventajas del coche compartido versan en la accesibilidad y la facilidad. Al tratarse de aplicaciones podremos organizar nuestro viaje de A a B sencillamente y encontrar conductores recomendados en la misma plataforma para ganar en tranquilidad.
El impacto medioambiental también se reduce, ya que al no poseer el vehículo y ser pasajero ayudamos a descongestionar el tráfico y a optimizar el traslado. Consumirá lo mismo de A a B, pero si vais cuatro ocupantes en vez de uno las cuentas salen.
En resumen
La elección entre coche de suscripción y coche compartido dependerá de tus necesidades individuales y puntuales. El coche de suscripción ofrece más flexibilidad y menos preocupaciones de mantenimiento, pero puede ser más costoso a largo plazo. El coche compartido es más económico y sostenible, pero puede tener limitaciones en cuanto a disponibilidad y uso.
Por otro lado influye el aspecto social, yo por ejemplo soy un conductor solitario en la mayoría de mis viajes por que aprovecho los trayectos para escuchar música o pensar en mis cosas, no me veo compartiendo coche con extraños y menos no ser yo quien conduzca. Pero también te diré que cuando un conductor me da tema de conversación, no me callo.
Si eres una persona sociable y le gusta la experiencia compartir coche de forma puntual te puede dar puntos extra en tu stamina social.
Fuente: Wabi