El paso del tiempo en tu coche se deja ver en casi todas las partes, pero quizás una de las más olvidadas son los faros. Sin embargo, un problema que suele afectar a muchos vehículos es la neblina que poco a poco se instala en los faros delanteros.
Los faros de plástico o policarbonato tienden a acumular esta suciedad debido a la exposición al sol, las condiciones climatológicas de todo tipo y otros condicionantes adversos a los que el coche tiene que enfrentarse a lo largo de su vida. Es muy fácil de detectar fijándose en esa parte de los vehículos que cuentan ya con algunos años de recorrido.
Si no quieres ir la taller y quieres solucionar este problema, es fácil si sabes cómo. En primer lugar, antes de decirte cómo hacerlo, asegúrate que tienes las herramientas necesarias:
- Paños de microfibra.
- Un producto multiusos incoloro.
- Un cubo.
- Lija grano 800, grano 1.200 y otra grano 2.000.
- Taladradora, con 2 o 3 discos de lana.
- Cinta de carrocero.
- Pulimiento líquido con siliconas.
No obstante, suelen vender en tiendas especializadas kit preparados para pulir faros.
Antes de empezar, debes poner en remojo el papel de lija en un cubo de agua con un poco de producto de lavado para coches. Déjalo ahí entre 5 y 10 minutos. Aprovecha ese tiempo para colocar cinta adhesiva alrededor de los faros, ya que evitará que la pintura del coche se ralle cuando los lijas. Basta con que cubras unos cuantos centímetros, como en la foto más abajo.
Tras proteger el coche, lo primero que tienes que hacer es limpiar la zona con un poco de agua y jabón. Una vez hecho esto, coge el papel de lija de grano más bajo (800, por ejemplo) y comienza a lijar. Tienes que hacerlo de abajo a arriba o de izquierda a derecha. Nunca en movimientos circulares. Cuando acabes, el faro debe verse algo brumoso y rasgado.
Tras lijar con la de 800, repite la misma operación con una lija de grano mayor, por ejemplo una de 1.200. Eso sí, hazlo en una dirección distinta al paso anterior. Si lo hiciste de arriba a abajo, ahora puedes cambiar la dirección de izquierda a derecha. Como prefieras.
Y de nuevo, tras lijar con la de 1.200, repite la operación por tercera vez y sube el grano de la lija de nuevo. Puedes usar ahora una de 2.000. Y recuerda cambiar de nuevo la dirección del lijado. Verás poco a poco la transformación que van experimentando los faros.
Una vez terminadas los tres pasos de lijado, coge una pulidora y un líquido para pulir el lijado. Puedes encontrarlos en lugares especializados y están creados para dar protección a los plásticos, especialmente los faros. Asegúrate de que no sean tóxicos ni lleven disolventes fuertes. Si no tienes una pulidora puedes hacerlo a mano con un paño, aunque te llevará más tiempo. Con una pulidora con 5 minutos será más que suficiente. Eso sí, ten cuidado si utilizas una máquina de este tipo porque si presiones mucho en una zona y aplica demasiado calor puede llegar a deformar el plástico.
Una vez acabes de pulir, coge era y aplica un poco alrededor de las cintas adhesivas antes de quitarlas.
Recuerda los pasos:
- Protege los faros con cinta adhesiva.
- Limpia los faros.
- Lijar con una lija de 800.
- Lijar con una lija de 1.200 (cambiar la dirección)
- Lijar con una lija de 2.000 (cambiar de dirección de nuevo)
- Pulir los faros con una pulidora y líquido especial.
Te dejamos ahora con un par de fotos para que puedas ver el antes del proceso:
Y puedas compararlo con el resultado:
Vía: Apida Online
Galería de fotos: