Poner el combustible incorrecto en el coche, a menudo gasolina en uno que emplee diésel, es un error relativamente fácil de cometer. También es muy fácil evitar que ese error derive en una visita al taller de miles de euros.
El hecho en sí de mezclar gasolina y diésel no es el fin del mundo, siempre y cuando te des cuenta del error en el surtidor. Sí, te enfrentarás a la molestia de vaciar el depósito y algunos euros por la mano de obra, pero mejor así que “dejarlo pá otro día”, porque el daño real ocurre más tarde.
También existe un viejo proverbio que afirma que añadir algo de gasolina a un vehículo diésel “ayuda a limpiar” el motor y todo el sistema de inyección de combustible. Eso es falso y nada más que falso.
Durante el proceso de combustión en un motor de ciclo Diesel, se generan depósitos de carbonilla derivados del carbono resultante de una combustión incompleta. Estos se adhieren a la cámara de combustión, a las válvulas y a los inyectores y, de igual modo que el colesterol, esos oscuros depósitos se adhieren con fuerza al sistema circulatorio del coche.
¿Por qué se dice que conviene echar gasolina a un motor diésel?
Por la propia constitución de los hidrocarburos, la gasolina tiene mayor poder de detonación al inflamarse dentro de los cilindros que el diésel, generando unas vibraciones que, técnicamente, podrían eliminar los mencionados depósitos de carbonilla.
Hasta cierto punto, se puede decir que esta teoría es cierta, pero siempre que la apliquemos al caso de un motor diésel antiguo, de esos atmosféricos que comenzaron a hacer sus primeros pinitos en la década de los 60 y 70.
Hasta cierto punto, se puede decir que esta teoría es cierta, pero siempre que la apliquemos al caso de un motor diésel antiguo, de esos atmosféricos que comenzaron a hacer sus primeros pinitos en la década de los 60 y 70.
Estos propulsores fueron diseñados en su día con las premisas de ser robustos y fiables, a la par que sencillos en su funcionamiento y mantenimiento. De hecho, estas unidades prácticamente podían rodar con casi cualquier tipo de aceite.
Y teniendo en cuenta que se solía decir que añadir una pequeña cantidad de gasolina a un motor diésel cada 10 o 15.000 kilómetros podía ayudar a eliminar la carbonilla, una concentración muy baja de gasolina en el depósito sí que es verdad que servían como remedio terapéutico. Pero con los motores de inyección directa es otro cantar.
Si le echo gasolina a un motor diésel, ¿qué ocurre?
Mientras no gires la llave del contacto, nada. Pero poner gasolina en un diésel puede causar daños al sistema de inyección de combustible y al motor. Una bomba de combustible de gasóleo funciona con una tolerancia muy fina a las altas presiones y está lubricada por un líquido más denso. Al añadir gasolina, las propiedades lubricantes se reducen, lo que puede dañar la bomba de combustible a través del contacto de metal contra metal y crear partículas que pueden causar daños significativos al resto del sistema de combustible.
Este fenómeno se produce porque, mientras el gasóleo tiene la propiedad de lubricante en la bomba, la gasolina tiene la propiedad de un disolvente, aumentando la corrosión y el deterioro en distintos componentes del sistema de combustible. Como las bombas de diésel modernas (a partir de los 90) no están diseñadas para funcionar con gasolina, también pueden dañarse piezas como las juntas y los inyectores. Estas reparaciones suelen ser caras y es posible que más tarde haya que reemplazar todo el sistema de la línea de combustible.
También pueden producirse daños en el motor debido a la detonación causada por el encendido incontrolado de gasolina, dado que la relación de compresión es mucho más alta en los motores diésel. Sin embargo, si detectas el error rápidamente, existe la posibilidad de salir impune. Esto se debe a que se puede mezclar hasta un 5 % de gasolina con diésel sin derivar en consecuencias desastrosas (2,5 litros en un depósito de 50 litros). Si no hay espacio para llenarlo de diésel en la proporción requerida del 95 %, habrá que vaciar el depósito.
¿Y si echo diésel en un motor de gasolina?
Colocar inadvertidamente diésel en un vehículo de gasolina es más difícil de hacer. Eso es porque las boquillas de entrada de los primeros son deliberadamente más grandes que las segundas, por lo que la manguera de gasóleo no cabe en la entrada del depósito de un coche de gasolina.
De todas formas, el resultado de poner diésel en un coche de gasolina no es tan catastrófico como ocurre al revés. Probablemente funcionará con mayor brusquedad y el escape estará lleno de humo, pero aún es mucho mejor optar por la opción de no conducir.
¿Hay consecuencias en la equivocación más allá de la salud del motor?
Lo cierto es que sí. Normalmente, los daños causados como resultado de colocar el combustible incorrecto no están cubiertos por la garantía del fabricante, y la póliza del seguro tampoco suele cubrir el error. Sin embargo, sí que hay algunas aseguradoras que ofrecen un servicio de drenaje como complemento de la cobertura que tengas contratada, por lo que vale la pena comprobarlo de antemano.
De todas formas, es importante tener en cuenta que no se garantiza que conducir una distancia muy corta con el combustible incorrecto dañe los componentes vitales de las formas descritas anteriormente.
De hecho, muchos especialistas consideran que muchos conductores han salido de las gasolineras sin darse cuenta del fallo, y solo piden ayuda cuando sus motores traquetean y empiezan a rechistar, parándose unos cuantos kilómetros más adelante, sin efectos adversos a largo plazo.
¿Hay alguna otra alternativa de “limpieza” para el motor diésel?
- Aditivos. Es la opción más económica (unos 10 euros) y fácil de adquirir, pero la realidad es que algunos fabricantes desaconsejan el uso de este tipo de productos debido a lo agresivo de las sustancias químicas que contienen.
- Limpieza por barrido. En este caso, se ha de desconectar la rampa de inyección de la entrada de combustible y hacer un “puente” para que un líquido limpiador entre por medio de un recipiente a presión. Cuando se arranca el motor, el líquido circula por todo el sistema comenzando por los inyectores. Sin embargo, al igual que los aditivos, se corre el riesgo de dañar los inyectores por los químicos empleados.
- Limpieza por ultrasonido. Este método implica desmontar los inyectores y ponerlos en un banco de pruebas para comprobar su capacidad de estanquidad, pulverizado, caudal, etc. La limpieza por ultrasonido se basa en emitir una serie de frecuencias sonoras imperceptibles por el oído humano que hacen vibrar la pieza en cuestión eliminando la suciedad. Siendo la técnica más recomendable (y cara), el inyector se limpia completamente.
¿Cómo se puede evitar poner el combustible incorrecto?
La respuesta obvia aquí es que hay que estar atento a la hora de repostar, pero a veces es más fácil decirlo que hacerlo. Una forma alternativa de evitar que esto suceda es colocando una tapa de combustible diésel en el cuello del llenado del depósito.
Esta cubierta evita que las boquillas de las mangueras de gasolina encajen en los depósitos para las que no están diseñadas. También existe la posibilidad por la que optan muchas empresas de alquiler de coches, poniendo una pegatina en la tapa del depósito para despejar cualquier tipo de duda que pueda surgir.
Fuente: RAC