Los neumáticos al poder, ese podría ser el grito de guerra de los fabricantes de neumáticos, y es que si bien antes los neumáticos no eran tan protagonistas, ahora cada vez intervienen en más aspectos de la conducción como es el caso del consumo.
El rozamiento que provoca el neumático al girar supone alrededor del 25% del consumo de combustible de un coche. Reducir estas cifras se ha convertido en el objetivo estratégico de las marcas de neumáticos, sobre todo desde que las emisiones de CO2 priman o penalizan la fiscalidad de cada modelo en muchos países europeos.
Según los estudios del fabricante número 1 de neumáticos, Michelin, los neumáticos consumen un depósito de cada cinco en los turismos y uno de cada tres en los camiones por lo que la importancia de los neumáticos en el consumo de los vehículos es cada vez más destacable.
El reto de los fabricantes de neumáticos es el de producir ruedas que permitan reducir el consumo de carburante, y, al mismo tiempo, garanticen las mejores prestaciones en seguridad y duración.
El abanderado de este tipo de neumáticos es el conocido como Michelin Energy Saver, que desde su comercialización en el mercado europeo, a comienzos de 2008, ha vendido 23 millones de unidades.
Analizados a nivel global los neumáticos Michelin Energy Saver ha permitido un ahorro de 65.6 millones de litros de carburante, que corresponden a 1.3 millones de depósitos de gasolina no consumidos.
Según Michelin, comparado con otros neumáticos el consumo del vehículo puede reducirse en casi 0,2 litros a los 100 km y 4 gramos de CO2 no emitidos por kilómetro.
Vamos que con una duración por rueda de 45.000 km y el precio del gasoil a 1,2 €, supone un ahorro a lo largo de la vida útil del neumático de 108 €, el equivalente al precio de un neumático.
Pero tu como conductor puedes hacer algo más que comprar este tipo de neumáticos y es mantener una presión correcta y reducir el peso, ya que con esto se consigue además de reducir el consumo, aumentar su vida útil.