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liquido refrigerante – 2
Luis Ramos Penabad

Pérdida de líquido refrigerante: por qué puede pasar y por qué debes preocuparte si ocurre

El líquido refrigerante (también llamado anticongelante, si bien es solamente una de sus funciones), es vital para el buen funcionamiento de un vehículo. Su cometido es que el motor trabaje a la temperatura correcta, liberando calor al exterior a través del radiador.

El líquido refrigerante se encuentra en un depósito, generalmente de plástico transparente para poder ver fácilmente su nivel. ¿Por qué puede bajar el nivel de líquido refrigerante? ¿Qué puede ocurrir si circulamos con poco líquido refrigerante? Eso es lo que vamos a

Nivel bajo de líquido refrigerante   

Comprobar el nivel de líquido refrigerante es muy sencillo. Basta con levantar el capó y mirar si el líquido se encuentra entre las marcas de mínimo y máximo que se indican. Se trata de un circuito cerrado, no debería perderse nada, da igual si el coche lleva mucho tiempo si usarse o si, por el contrario, se usa mucho.

Si algún día ves que se encuentra por debajo del nivel mínimo, la primera medida que has de tomar es rellenar el depósito de expansión con el líquido refrigerante adecuado (siempre en frío, para evitar sustos y mediciones erróneas pues el refrigerante caliente se dilata). Luego toca comprobar, después de conducir y con el coche en un lugar llano, si ha vuelto a bajar. En ese caso hay pérdida de líquido refrigerante.

Hay otras señales de que el nivel de líquido refrigerante está bajo:

  • Testigo de temperatura se enciende en el salpicadero o la temperatura sube por encima de 100 grados muy rápidamente.
  • Se enciende el testigo de fallo motor.
  • Después de una parada larga, queda un charco bajo el vehículo (no de agua, eso puede ocurrir con el aire acondicionado). Si puedes ver el goteo, resultará sencillo localizar la fuga.
  • Burbujeo en el tanque de expansión: puede indicar una fuga de refrigerante mezclada con el agua.
  • Signos de humedad en el motor. Si hay gotas es más peligroso que solamente humedades leves.
  • Humo blanco, muy denso: Es uno de los colores del humo de escape más temidos. En ese caso el refrigerante entra en la cámara de combustión, así que hay fugas en la junta de culata.
  • Manchas blancas en abrazaderas, radiador o bomba de agua.
  • Hay agua en el aceite del motor.

Por qué baja el líquido refrigerante

Las pérdidas de líquido refrigerante se producen siempre porque el circuito tiene una fuga o bien se afloja alguna mangueta o conexión. Estas son las causas más habituales:

  • Fallo en el mecanismo limitador de la tapa del depósito: es el motivo más común, que la tapa pierda su capacidad de presión y el líquido se evapora al ganar temperatura. La solución es sencilla, cambiar la tapa. En coches más antiguos es normal, ya que con el paso del tiempo pueden deteriorarse.
  • Fugas en manguitos o abrazaderas: Son comunes y fáciles de arreglar… una vez que se da con ellas, ya que la fugas se producen en caliente, es más sencillo perder un vapor que un líquido. En caso de que la manguera esté rota (por la mordedura de algún animal, por ejemplo), resulta más fácil encontrarlas. las fugas más pequeñas se pueden rellenar con sellador de radiadores.
  • Fugas en la cámara de combustión: Más concretamente, en el cárter del motor, debido a que la junta está en mal estado o hay grietas en el propio cárter. El arreglo es más costoso en tiempo y dinero.
  • Averías en el radiador: puede escaparse porque el radiador tenga alguna grieta, debido a un golpe de alguna piedra, trozo de metal…
  • Junta de culata defectuosa. En este caso es una pérdida sin fuga, ya que el líquido refrigerante llega a los cilindros. Se mezclan refrigerante y el aceite del motor y se reconoce al haber manchas en el vaso de expansión.
  • Bomba de agua rota o alguna de sus piezas desgastadas, como el sello.
  • Carcasa de termostato maltratada o el sensor de temperatura con fugas.

Tras la reparación hay que rellenar el líquido refrigerante, con el motor en frío.

¿Puede circularse con poco líquido refrigerante?

En cuanto el líquido refrigerante desciende por debajo de la marca de mínimo en el depósito, se debería encender el testigo. Toca rellenar y revisar si hay pérdida y su intensidad.

Si la pérdida de líquido refrigerante es pequeña, rellena el líquido que falta y acude al taller. Si es muy grande, no te arriesgues a moverlo, pues se puede sobrecalentar el motor y acabar deformando componentes claves al no poder disiparse el calor. Toca llamar a una grúa.

El líquido refrigerante es esencial para el motor del coche y no debe ignorarse. De hecho, no solo se encarga de refrigerar el motor (y evitar problemas serios como un gripado de motor) sino que también lo protege de la corrosión, evitando que aparezcan formaciones calcáreas. De ahí que, aunque no haya pérdidas, convenga cambiarlo cada cierto tiempo. Depende del coche, pero suele ser entre 40.000 y 60.000 kilómetros, o al cabo de dos o tres años.

  • mecánica
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