El líquido refrigerante es uno de los líquidos fundamentales para que funcione correctamente el motor. Su cometido principal es que la mecánica tenga siempre la temperatura idónea: un motor de combustión suele calentarse y necesita ser enfriado de manera periódica. Al mismo tiempo tiene una función anticongelante, para que las bajas temperaturas invernales no le afecten tanto.
Como ves, es un elemento esencial para que un coche con motor de combustión… y también en coches eléctricos. Si bien estos últimos no precisan de aceite lubricantes para la mecánica, sí que emplean líquido refrigerante para mantener en niveles óptimos la temperatura del motor y de la batería.
Vamos a analizar todos los aspectos clave del líquido refrigerante (llamado también anticongelante, si bien esta es una de sus propiedades). Veremos también qué debes revisar para evitar problemas mecánicos mucho más graves, difíciles y caros de solucionar
Para qué sirve el líquido refrigerante
El líquido refrigerante evita un calentamiento excesivo del motor de combustión, para que este funcione a la temperatura correcta y no baje el rendimiento. En caso de que la mecánica se sobrecalentase, se corre el riesgo de sufrir autodetonaciones del combustible, averías en la junta de culata o incluso gripar el motor, posiblemente una de las averías más graves.
La refrigeración del motor se hacía por aire en muchos vehículos, pero con la evolución de los motores equipados con tecnologías más complejas aumentó la necesidad de bajar temperaturas y hoy casi no existen en coches con este sistema. Lo habitual es apostar por la refrigeración por líquidos para absorber mejor el exceso de calor del motor, provocado en la cámara de combustión del cilindro.
Se trata de líquidos especiales, con propiedades más allá de la de enfriar o evitar la congelación, ya que ayudan a evitar la corrosión del metal, incluso de aluminios o metales ligeros, al prevenir de formaciones calcáreas que podrían ocurrir con líquidos como el agua.
Qué líquido refrigerante usar
A la hora de elegir el mejor líquido refrigerante, no hay duda: siempre el recomendado por el fabricante para tu vehículo. Así que revisa el libro de mantenimiento del coche para conocer sus características. Pueden determinarlos los colores… pero ten cuidado, ya que cada fabricante sigue un código cromático diferente.
Cada color de refrigerante (suelen ser verde, naranja, amarillo, azul o rosa), representa su nivel de eficiencia. La temperatura de congelación, por ejemplo, se relaciona con la cantidad de etilenglicol (anticongelante) que incorpora. De ese modo, si tiene un 10 % de etilenglicol puede usarse entre -4ºC y 102ºC, un 25% de -12,5ºC a los 103ºC. El nivel máximo de etilenglicol es del 50%, así que pueden emplearse entre -37ºC y 108ºC.
El etilenglicol destaca porque, en estado puro, su punto de ebullición es de unos 197 ºC, de ahí que, desde finales de 1930 se impusiese como el anticongelante de coche más común. Desbancó al etanol, que tendía a evaporarse.
El único motivo para elegir colores tan llamativos es poder localizar e identificar con rapidez una fuga. No son habituales, pero los problemas que puede causar al coche carecer de este líquido son tan graves que mejor detectarlo cuanto ante. Recuerda que las fugas (de cualquier líquido) pueden provocar una ITV desfavorable.
De todos modos hay una serie de pautas que ha de cumplir un buen líquido refrigerante:
- Baja temperatura de congelación: para que aumente el volumen de líquido con frío (podría romper el circuito de refrigeración). Se expresa en la etiqueta, en grados Celsius.
- Alta temperatura de ebullición: mayor que la del motor en funcionamiento, para que cuando cumpa su función conserve propiedades y no se evapore.
- Propiedades anticorrosivas y anti incrustantes: lo que evita que se formen depósitos sólidos y se acumule calcio. La etiqueta indican el pH (capacidad de corrosión del líquido sobre los metales), cantidad de inhibidores alcalinos y cantidad máxima de residuos.
- Baja viscosidad: para que pueda fluir con facilidad. Se expresa en gr/cm2.
- Anti cavitación: que forme pocas espumas (pueden taponar circuito). La etiqueta indica el tiempo que tarda en desaparecer la espuma, inferior a los 5 segundos y tener un volumen máximo de 50 ml.
- Estabilidad al almacenamiento: el tiempo máximo que puede (mínimo un año en el envase original entre –18 ºC y +50ºC).
Tipos de líquido refrigerante
Existen diversos tipos de refrigerante, denominados G11, G12, G12+, G12++ y G13. No hay mejores ni peores, como te indicábamos, cada uno está indicado para un vehículo concreto y las condiciones climáticas en las que vaya a moverse (sí, es posible que el mismo coche en Almería y Moscú tengan refrigerantes distintos). Podemos dividir los líquidos refrigerantes en varios tipos:
- Líquido refigerante orgánico: Formado por etilenglicol (el componente anticongelante) y agua destilada, encargada de garantizar la protección contra la corrosión. Destaca por ser estable durante largos periodos y ser biodegradable (menos dañino para el medio ambiente). Generan menos depósitos sólidos en el interior del circuito de refrigeración, poseen baja conductividad eléctrica y el punto de ebullición es más alto. Como norma general es de color rojo o rosa.
- Líquido refigerante inorgánico: Como el anterior, está formado por etilenglicol, el agente anticongelante más común, pero es otro producto, como los silicatos los que evitan la corrosión. Duran menos y pueden distinguirse por sus colores azules o verdes.
- Líquido refigerante híbrido: Combinan ambos, al tener etilenglicol, glicerina y aditivos antiespumantes, anticalcáreos y una reserva neutralizante que va a proteger el circuito de refrigeración. Pueden incorporar silicatos para proteger piezas de aluminio.
- Líquido refigerante anticorrosivo: Incorpora aditivos anticorrosivos, para evitar que se produzca corrosión en los elementos del sistema de refrigeración. consigue que el punto de ebullición sea más elevado, evitando los sobrecalentamientos, la congelación en invierno y la formación de óxidos metálicos.
- Líquido refigerante anticongelante: Es utilizado para climas extremadamente fríos, con temperaturas de congelación muy por debajo de cero grados.
¿Puedo mezclar líquidos refrigerantes?
Respuesta rápida: No. En el libro de mantenimiento del vehículo y en el vaso de expansión se especifica el tipo de líquido refrigerante que usa el coche. Emplea siempre uno con las mismas características.
En caso de emergencia, presta sobre todo atención a estos factores:
- Nunca mezcles líquidos refrigerantes de distinto origen. Un orgánico con uno inorgánico o híbrido puede acabar formando una pasta sólida que obstruya el circuito. Incluso solamente echando un poco para completar el nivel.
- Nunca mezclar líquidos refrigerantes de distinto color. En caso de apuro puedes completar con uno del mismo color (sus propiedades básicas serán similares), si bien no es lo ideal.
- Los refrigerantes G11, G12, G12+ solamente pueden combinarse con otro de sus mismas características. Por su parte, el G12++ y el G13, sí pueden combinarse.
Dónde va el líquido refrigerante
El líquido refrigerante se mueve por un circuito. La parte más visible es el vaso de llenado, que suele ser de plástico transparente, con un tapón de cierre de color negro o azul. Ojo, estos son detalles generales. Si tienes dudas, acude al manual de tu vehículo o pregunta a algún experto.
Se trata de un circuito hermético y es poco habitual (no imposible), que se produzca alguna fuga. Pero por si acaso, lo mejor es vigilar cada cierto tiempo su estado.
Comprobar el nivel del líquido refrigerante
Es una tarea cuya mayor complejidad es abrir el capó del coche. Una vez lo hayas hecho, sigue estos pasos:
- Localiza el vaso de llenado (ese depósito del que hablábamos antes).
- Como suele ser transparente, verás a través de él el líquido de un color llamativo. Existen dos marcas, con nivel máximo y mínimo. Ha de encontrarse entre ambas.
- Ojo, el coche ha de estar en una superficie plana a la hora de hacer esta comprobación. Realiza la comprobación con el motor frío para ser más exacta. Y es que con el motor aún caliente tiende a aumentar el nivel del circuito y superar la marca máxima.
Rellenar líquido refrigerante
En caso de que el nivel del líquido refrigerante esté por debajo del mínimo puede ser síntoma de una fuga. Lo mejor en este caso es rellenar el depósito y comprobar pasado un tiempo. De persistir, acude a un taller para que localicen por qué pierde.
Se trata de una operación que puede realizar cualquiera, con cuidado de no confundir el tipo de líquido que ha de echar. Sigue estos pasos:
- Localiza el tapón del vaso de llenado.
- Con el motor frío, ábrelo. Esto es importante, pues con el motor aún caliente puedes quemarte.
- Se trata de un circuito cerrado estanco. Esto quiere decir que puede que cueste un poco abrirlo, es normal. Ve girando gradualmente para que la descompresión sea gradual.
- Rellena hasta que el nivel esté entre las marcas mínima y máxima. Si tienes mal pulso, emplea un embudo.
¿Puedo rellenar con agua o agua destilada?
Si tienes bajo el nivel del líquido refrigerante puede que tengas la tentación de rellenarlo con agua:
- Agua del grifo: Rotundamente, no lo hagas. Tanto, que le dedicamos un artículo ex profeso a este tema. Como sabrás, se congela a 0º grados (podría romper manguitos, bomba o conexiones) y hierve a 100 º, no cumpliría ni la función anticongelante ni refrigerante. Además, el agua corroe el metal
- Agua destilada: Es el mal menor y, de hecho, un compuesto del mismo. Pero ojo, porque rebajando las propiedades de refrigerante.
¿Cuándo cambiar el líquido refrigerante?
Cambiar el líquido refrigerante depende de cada fabricante. Lo habitual es que ha de cambiarse cada dos años, o cada 40.000 kilómetros. No es que el líquido vaya a perder su capacidad anticongelante, pero sí puede haber merma de otras propiedades, como la anticorrosiva.
Si un refrigerante pasa demasiado tiempo en el coche puede acabar dañando componentes del sistema de refrigeración como el radiador, termostato, la bomba… El cambio de líquido refrigerante, si bien implica vaciar por completo el circuito para eliminar los restos del líquido antiguo, no es una operación de mantenimiento cara y evitas averías en el futuro que sí pueden ser realmente graves y costosas.
[NOTA: Información publicada originalmente el 6/12/2022, ampliada y revisada]