Cuando aparece la denominación Longtail (LT) en un modelo de McLaren hace que las entrañas de los seguidores de la marca se muevan porque saben que se trata de algo especial. Ahora los de Woking lo han vuelto a hacer con el McLaren 765LT 2020, que se posiciona en el pináculo de la gama Super Series. Se asienta sobre la base del McLaren 720S, aunque introduciendo un suculento aumento de potencia y rebajando (aún más) su peso para llegar a cifras de rendimiento que dejan sin habla.
Este heredero de aquel primer McLaren F1 GTR Longtail de la década de los 90 quiere ser uno de los modelos más avanzados de la marca. A nivel aerodinámico consigue una carga un 25 % mayor que la de un 720S gracias a algunas mejoras como el splitter delantero extendido o el alerón trasero activo. Dicho elemento tiene tres posiciones, una para aumentar la carga y el apoyo en curva, otra para reducirla y llegar a la velocidad máxima, y una última para frenar a alta velocidad.
La estética es similar a la del modelo del que parte, pero con las modificaciones aerodinámicas mencionadas cambia bastante. En el frontal lo más destacado es el splitter, mientras que el lateral cuenta con unas nuevas llantas forjadas (19 pulgadas delante y 20 detrás) calzadas por neumáticos Pirelli P Zero. La zaga es la parte más cambiada debido al generoso alerón y también a la cuádruple salida de escape en posición central.
McLaren 765LT 2020. Motor
Un indispensable era mantener ese bloque M840T que ya sorprendía en el McLaren 720S. Se trata de un V8 biturbo de 4.0 litros que ha recibido una puesta a punto para aumentar su potencia hasta la cifra que dice su nombre. El McLaren 765LT desarrolla una potencia de 765 CV y 800 Nm de par, un incremento de 45 CV respecto al modelo del que parte. Mantiene la transmisión automática de siete velocidades, aunque recibe algunos ajustes para mostrar un comportamiento más deportivo.
Este superdeportivo es capaz de lograr unas prestaciones que quitan el hipo, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos, de 0 a 200 km/h en 7,2 segundos y una velocidad máxima de 330 km/h. Solo podría haber sido posible gracias a la reducción de peso que introduce. En total son 80 kg menos que el 720S gracias a un buen número de novedades. Ya solo las llantas forjadas que hemos mencionado le restan 22 kg al conjunto.
Si seguimos restando para llegar a los 1.229 kg en vacío hay que mencionar los asientos tipo baquet de fibra de carbono esculpidos en el propio chasis (-18 kg), la batería de iones de litio (-3 kg), el sistema de escape de titanio (-3,8 kg) o la ausencia de sistema de sonido (-1,5 kg). Incluso se ha reducido el grosor del vidrio de las lunas y usado policarbonato en cubierta trasera. Eso hace posible la espectacular cifra de 622 CV por tonelada, una relación que lo convierte en referencia.
Para poner algo de cordura a esta locura se mejora el sistema de frenado, que cuenta con unos discos carbocerámicos y las mismas pinzas que monta el McLaren Senna. Eso significa que la refrigeración va dentro de cada pinza (al estilo Fórmula 1) para asegurar un enfriamiento correcto en circuito. Durante una conducción intensiva los discos cerámicos son un 60 % más resistentes. Como su nombre indica, el McLaren 765LT se venderá de forma limitada en una tirada de apenas 765 unidades.
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