No en pocas ocasiones hemos hablado de la importancia que tienen los neumáticos en los coches. Son el punto de contacto con el asfalto y los que permiten un comportamiento correcto en todo tipo de situaciones. Por eso es muy importante que estén siempre en perfecto estado. A eso precisamente quieren ayudar Bridgestone y Microsoft, que se han aliado para mejorar la seguridad al volante y reducir el riesgo de accidente.
Para hacerlo están trabajando en un novedoso sistema de monitorización de daños en neumáticos. El fabricante de ruedas y el gigante tecnológico están desarrollando una tecnología que detecte en tiempo real si aparece algún fallo técnico en los neumáticos. Al fin y al cabo, esta es la causa de alrededor del 30 % de los accidentes de coche. Para hacerlo es clave fijarse en cuatro aspectos muy concretos de los neumáticos.
Lo que hay que controlar es la presión, la fatiga, el desgaste irregular y los daños causados por bordillos, baches u objetos en la carretera. El tema de la presión ya estaba solventado en la actualidad y su control es obligatorio en los coches desde 2012. La fatiga y el desgaste se pueden detectar con cierta facilidad. Pero los daños son más difíciles de ver y pueden causar un siniestro sin previo aviso o, también, perjudicar a otras partes del coche.
Con el nuevo sistema de monitorización de Bridgestone y Microsoft se podría detectar en tiempo real recogiendo datos de unos sensores y utiliza algoritmos para detectar incidencias que afecten a la superficie y la carcasa del neumático. El conductor sería informado al momento y podría poner remedio al problema a tiempo. Es tan preciso que diría exactamente dónde se ha producido el daño y alertar, por ejemplo, de la ubicación de un bache que ha dañado varios neumáticos.
Se beneficiaría para ello del almacenamiento en la nube gracias a la Plataforma de Vehículos Conectados de Microsoft (MCVP). Esto ofrecerá a la marca de neumáticos una infraestructura digital que acelerará su oferta de soluciones conectadas de movilidad.