Cuando hablamos de cepos puestos por una infracción, se nos viene a la cabeza aquel terrible día que tuvo Homer Simpson el día que le pusieron uno. Una empresa llamada IdeasThat Stickha creado lo que comúnmente se denomina «por qué no se me ha ocurrido a mí». Se trata de un cepo bautizado como Barnacle(lapa en inglés), que en vez de colocarse aparatosamente en una rueda cuando has aparcado donde no debías, se pega en el parabrisas gracias a dos grandes ventosas, de forma que no puedes conducir.
Esto supone toda una revolución: su tamaño y peso (es de plástico) permiten que los agentes puedan transportar varios a la vez, incluso si se mueven en bicicleta, y su colocación no supone que una grúa tenga que desplazarse para llevarse el coche multado, contribuyendo de esta forma al medio ambiente. La policía sólo tiene que abrir este invento como un libro y pegarlo suavemente en el cristal.
Además evita posibles daños que los tradicionales dispositivos de retención pueden ocasionar en llantas y ruedas. Impide la visión frontal para conducir (a no ser que saques la cabeza por la ventanilla) y si intentas irte con él pegado al cristal, una alarma comienza a sonar. Son todo ventajas.
El shock al ver tu coche de esta forma puede hacer que pienses que tu pobre medio de transporte/mejor amigo/amor de tu vida está pasando por algo parecido a lo que sufrieron los protagonistas del Alien: el octavo pasajero.
Pero nada más alejado de la realidad, porque este dispositivo no deja ni una huella en la luna y además permite pagar la multa desde el móvil, introduciendo un código que hace que puedas despegar la lapa del coche. Después, dispones de 24 horas para devolverlo en el punto más cercano (por si te lo querías llevar, está todo pensado). El pecio por unidad es de 500 dólares; cantidad que en todo caso se plantearán las autoridades estadounidenses, porque en España lo que se llevan son multas en el parabrisas un poco más pequeñas.
Fuente: IdeasThat Stick
Vía: Motorpasión