Desde hace años, el carnet tipo B tiene una ventaja adicional, además de la de poder conducir automóviles de hasta 3.500 kg. Y es que, aquellos que acumulasen una antigüedad superior a los tres años con este permiso también podían conducir motos de 125 cc. Realmente se trataba de ciclomotores de dos y tres ruedas, cuadriciclos ligeros y aquellas motos que no excedieran los 125 cc y una potencia máxima de unos 15 CV. El caso es que hablamos en pasado porque podría quedarle muy poco a ese privilegio ligado al carnet más extendido.
Todavía no es una decisión en firme ni hay fecha para la prohibición, a día de hoy se mantienen las condiciones. Sin embargo, la DGT podría hacer modificaciones en su normativa a corto plazo. Así lo han anunciado tanto su director, Pere Navarro, como el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, en entrevistas recientemente. Todo se ha acelerado con la publicación de los datos de siniestralidad de 2023. Hubo un repunte en las muertes de motoristas en carreteras, con un aumento del 19 % para llegar hasta los 299 fallecidos.
Lo cierto es que son cifras intolerables y queda claro que es necesario hacer algo para que no aumente la siniestralidad en ningún ámbito. El caso es que se ha reconocido que el dejar conducir motos de 125 cc a todos los usuarios con carnet B y tres años de antigüedad «era una medida de movilidad, no de seguridad vial». Buscaba que la gente pudiera dejar el coche para despejar las grandes ciudades. Sin embargo, en la actualidad hay más de millón y medio de motos y mucha gente conduciéndolas sin experiencia. La propuesta es un curso obligatorio para poder llevarlas.
Como decimos, todavía no hay nada concreto sobre la nueva normativa. Es de esperar que haya una mínima parte teórica (eso sí que es común con el carnet tipo B) y alguna prueba práctica para demostrar la destreza con el vehículo de dos ruedas. Parece que se resolverá este mismo 2024, pues la decisión está tomada y solamente quedan por definir los parámetros. Podría hacerse algo similar a lo que está vigente en Francia, que consiste en un curso sencillo de equilibrio y de manejo. A eso se sumarán dos medidas más, que consisten en casco obligatorio y guantes homologados en carretera, además de cursos específicos para quienes pierdan puntos.