Carnival Corporation es la compañía de cruceros de lujo más grande del mundo. Miles de personas disfrutan de sus servicios surcando los mares cada año. Sin embargo, un crucero es máquina de masivas dimensiones que necesita mucha energía para poder funcionar y tener contentos a todos sus clientes. De hecho, queman tanta energía como para multiplicar por 10 las emisiones de óxido de azufre (SOx) frente a todos los automóviles que pueblan Europa.
Así lo ha demostrado un informe realizado por la Federación Europea para el Transporte y el Medio Ambiente. “El objetivo principal de este estudio es analizar la contaminación del aire causada por cruceros de lujo en las aguas europeas. Los resultados muestran que las lujosas marcas de cruceros propiedad de Carnival Corporation & PLC emitieron en 2017, solo en los mares europeos, 10 veces más dióxido de azufre que todos los más de 260 millones de vehículos de pasajeros de Europa”, afirma.
Royal Caribbean Cruises, la segunda empresa de cruceros más grande del mundo, emitió cuatro veces más que la flota de automóviles europea. Mientras que las ciudades están esforzándose cada vez más por prohibir los coches de combustión interna en los tiempos que corren, les dan a las compañías de cruceros un pasaje gratuito para atracar en sus puertos. El óxido de azufre es perjudicial para el sistema respiratorio humano y contribuye a la acidificación en ambientes terrestres y acuáticos.
El análisis también revela que, incluso en las áreas de control de emisiones de azufre (SECA) del combustible marino más estrictos, la contaminación del aire de los cruceros sigue siendo demasiado notoria. En Dinamarca, por ejemplo, cuyas costas están totalmente dentro de los límites establecidos, los cruceros que transitaron sus costas emitieron 18 veces más emisiones SOx en 2017 que los 2,5 millones de vehículos del país a lo largo de un año.
España, Italia y Grecia son los países más expuestos y afectados por las emisiones de estos grandes buques, seguidos de Francia y Noruega. Y la contaminación es más grave en las ciudades portuarias de Barcelona, Palma de Mallorca y Venecia, con Civitavecchia (Roma) y Southampton (Reino Unido) muy cerca también. Estos países y puertos son destinos turísticos de gran peso, pero también tienen los estándares de azufre para combustible marino menos estrictos.
El SOx de estos grandes barcos seguirá siendo considerablemente grande en comparación con los vehículos de pasajeros, incluso después de la introducción del tope mundial de azufre marino para 2020. Los cruceros también emiten NOx equivalente al 15% de la flota automotriz de Europa cada año. En Marsella, donde 57 cruceros hicieron acto de presencia en 2017, los barcos emitieron casi tanto NOx como una cuarta parte de los 340.000 automóviles de la ciudad.
La próxima Comisión Europea se enfrentará a las llamadas para implementar un estándar de puerto de cero emisiones para los cruceros lo antes posible, y luego extenderlo a otros tipos de buques. Además, el informe recomienda convertir las áreas de control de bajas emisiones en áreas de control de cero emisiones para abordar igualmente la contaminación del aire y las emisiones de GEI.
Fuente: Transport & Environment