Los coches oficiales siempre están en el punto de mira cuando hablamos de gasto público y más en tiempos de crisis ya que la mayoría de los españoles y, ahora también, los gobernantes que pretenden hacer una nueva política los ven como un despilfarro innecesario. Bien es cierto que ante el panorama económico, España necesita recortar en cosas prescindibles y para ello Murcia ha decidido ocupar un mismo coche con varios altos cargos al estilo de Blablacar. ¡Ya era hora!
Los recortes en la Comunidad han llevado al Ejecutivo a disminuir a la mitad la flota oficial en 2012 con el objetivo de ahorrar en carburantes, repuestos, seguros y, sobre todo, personal ya que la partida de gastos aumenta en la sección de las nóminas de los conductores y los demás empleados.
En 2014 el Consejo de Ministros aprobó la creación de un Registro único de Vehículos Oficiales lo que permite encargarse de coordinar los desplazamientos de los altos cargos hasta la capital de modo que un mismo coche pueda ser utilizado por varios funcionarios. ¡Estamos ante un Blablacar para automóviles del Estado!
“El sistema de gestión es un auténtico ejemplo, que se considera una referencia nacional”, explicó el consejero de Hacienda Andrés Carrillo. A lo que agregó el consejero que “cuando se produce una convocatoria a la que deben asistir varios consejeros o directores generales, la alternativa es utilizar un monovolumen de seis plazas en vez de ir por separado”.
Así es cómo han conseguido que la flota de la Comunidad desde 2008 se haya reducido en 276 vehículos ya que bajó de 904 a 628 coches. Y es que este sistema, que dicho sea de paso deberían ir incorporando todas las comunidades autónomas, ha logrado rebajar también el gasto de los seguros: de 453.000 euros en el año 2010 a 277.000 en el 2015. Asimismo, las facturas de las reparaciones han bajado de 318.000 a 235.484 euros lo que conlleva que la compra de piezas de mantenimiento también se reduzca de 58.935 a 30.547 euros.
Desde que en 1935 se creara el Parque Móvil del Estado (PME) ya hay más de 5.000 aparcados en total en todas las administraciones españolas. En los últimos años se redujo la cifra en 1.000 vehículos menos gracias a la jubilación de algunos y también de la subasta pública que se llevó a cabo.
Una luz al final del túnel del despilfarro español. A ver si las demás comunidades se suben al Blablacar oficial y del correcto recorte.
Fuente: La Opinión de Murcia