Cuando creíamos haberlo visto todo tras haber recopilado una gran serie de diseños de semáforos futuristas, resulta que el más sorprendente de todos ya está funcionando en África, más concretamente en Kinsasha, la capital del Congo. Allí, dos enormes robots realizan las tareas de los semáforos o de los guardias de tráfico.
No es un asunto baladí el del tráfico en ciudades africanas. Con unos parques móviles cada vez más numerosos y unas infraestructuras todavía muy lejanas de los estándares europeos, es muy fácil que reine el caos. Y la solución en Kinsasha ha llegado de manos de la tecnología, con estos dos robots de dos metros y medio de altura, con pequeñas caras cual humanoides (a uno le han colocado gafas de sol y todo).
Además de contar con las clásicas luces rojas y verdes de los semáforos, los robots están equipados con cámaras de vídeo para detectar las violaciones de las leyes de tráfico en un tiempo récord… y es capaz de multar. Además, están alimentados con energía solar.
La idea de este robot semáforo gigante surgió al ver que los conductores y peatones no hacían demasiado caso a las luces de los semáfororos tradicionales. ¿Eran poco intimidatorios? Desde luego, no es lo mismo que encontrarse con un robot que mueve su cara en pos de quienes se salten las normas de tráfico y sus brazos, como los agentes de la ley, para dar paso o parar el tráfico, según corresponda
En el vídeo que te dejamos a continuación, de CCTV África, un motorista aplaude el nuevo invento. Al parecer, hacen más caso a este nuevo artilugio que a los antiguos guardas de tráfico. «Desde que el robot llegó, conductores y peatones son más respetuosos».
La ingeniera responsable del proyecto, Teresa Isaie, asegura en el mismo reportaje que «Si un conductor no respeta las órdenes del robot, porque es sólo una máquina, el robot se dará cuenta y habrá una multa para él. Somos un país pobre y nuestro gobierno necesita dinero para financiar las carreteras e infraestructuras que ha construido». Una forma un tanto llamativa de recuperar la inversión… y que merece la pena ver en funcionamiento en hora punta, en la intersección del Boulevard Triomphal y la Avenida Huileries Avenue, en Kinshasa:
Vía: The Washington Post
Fotos: cc Flickr Sam Grant