Normalmente, los consejos que se dan sobre el transporte de animales, hacen referencia a cómo alojarlos en perfectas condiciones en el interior del habitáculo para que no sufran daños y no interfieran en la concentración del conductor, como ya os contamos hace poco unos consejos para viajar con gatos. Sin embargo, si dejamos de lado la ética y tan solo nos preocupamos en nosotros mismos, obtenemos como resultado el invento sobre el transporte de mascotas que surgió en 1936.
No sabemos si llegó a comercializarse de verdad, pero aunque solo sea un dibujo, parece que el diseñador de este alojamiento para perros pensaba solo en el aire que refrescaría al perro, en lugar de los daños que pudiese sufrir el mismo.
El invento consistía en atar mediante unos ganchos alojados en el hueco de la ventanilla, unas varillas que sujetasen la bolsa en la que viajaría el perro, quedando de esta manera expuesto de manera directa a los peligros de la carretera, ya sean piedras que pudiesen saltar de la carretera (pues recordamos que las carreteras no estaban en buenas condiciones en la década de los 30), o cualquier golpe de otro coche.
En definitiva, una idea que no sabemos si se llevó a cabo o no, pero afortunadamente, cada vez los conductores que viajan con animales están más concienciados con su seguridad, y no vemos por las carreteras ideas de transporte de animales con carencia de moralidad.
Vía: Modern Mechanic
Foto destacada: cc Flickr Chris Shaufele