Firestone es conocida actualmente como una de las marcas de neumáticos más reputadas y longevas. De hecho, su comienzo se remonta 150 años atrás en el tiempo. El 20 de diciembre de 1868 nacía Harvey Samuel Firestone, el que se convertiría en un empresario de referencia cuyo legado sigue muy vivo en la actualidad. Aunque ahora se trata de una empresa subsidiaria de Bridgestone con presencia a nivel mundial, esta historia comienza en una zona rural de Ohio (Estados Unidos).
En 1900, un joven Harvey Firestone de apenas 22 años fundaba su compañía: The Firestone Tire & RubberCo. Este ilustre personaje fue todo un visionario para la época, pues supo anticipar que los vehículos a motor de cuatro ruedas serían el futuro del transporte. El referente en ese momento era Henry Ford, con el que Firestone tuvo una buena amistad y colaboraron para hacer los neumáticos del mítico Ford T.
Eso fue solo el comienzo del éxito. En 1920, Firestone ya facturaba 115 millones de dólares y comenzaba su expansión. Por un lado, con las estaciones multiservicio en las que ofrecía neumáticos nuevos y otras tareas de mantenimiento como los cambios de aceite o de baterías. Por el otro lado, con una expansión internacional que llegaría a Inglaterra en 1928 y a España en 1931. La primera fábrica aquí fue la de Basauri (Vizcaya), pero más adelante también llegaron las de Burgos (1967) o la de Puente de San Miguel (Cantabria, 1976).
Otra de los aspectos que caracterizó a Harvey Firestone fue su capacidad de innovación. Algunos de los hitos en su carrera fueron los neumáticos de baja presión o los primeros neumáticos antideslizantes (lo consiguió con una banda de rodadura con textura de caucho). Con ese material también haría neumáticos para tractores y maquinaria agrícola, consiguiendo que no aplastaran las cosechas. Incluso revolucionó la amortiguación al sustituir los muelles metálicos por caucho y patentando la amortiguación neumática.
Una curiosidad de la vida de Harvey Firestone es su relación con Henry Ford y con Thomas Edison, con los que formó el conocido como «Club de los Millonarios». Estas tres personalidades, probablemente las más destacadas de Estados Unidos en esa época, se juntaban asiduamente para hablar de negocios y compartir ideas. Otros campos que tocó Firestone fueron la competición o la mejora de las carreteras nacionales (con el movimiento «Good Roads»).
Fuente: Firestone