En los puntos de acceso a la ciudad de Bagdad, los guardías iraquíes se habrán quedado con cara de sorpresa y consternación cuando, en busca de bombas o algún otro tipo de arma, se han encontrado con la librería sobre ruedas de Ali Al-Moussawi.
El vehículo es fruto de los esfuerzos de este joven de 25 años por promover su pasión lectora entre los ciudadanos de la capital iraquí. El veinteañero, que creció rodeado de poetas en su familia, quiere revivir los años en los que Bagdad era una de las capitales de la literatura del mundo árabe, ahora conocida más por los conflictos armados que por los poemas.
La idea surgió a través de un grupo en Facebook llamado Iraqi Bookishlanzado en el año 2015 y que se encarga de reunir a todos los amantes de la literatura del país. Ali comenzó organizando clubs de lectura, concursos, seminarios de escritura y de canciones en centros culturales y café, tal y como hacían los ilustrados en su tiempo.
En declaraciones al periódico digital AP, Ali declara que adora leer, «siempre he querido conocer gente como yo, por eso pensé en crear un lugar donde todos los lectores pudieran encontrarse, sin importar quiénes sean». Y parece que lo está consiguiendo. Ahora con su vehículo librería logrará reunir a más personas si cabe ya que le sirve como forma de recaudación para costear las actividades que organiza.
Además de vender los libros que carga en su pequeño camión, el joven ha creado también marcapáginas y diseñado estanterías y otros complementos para libros que intenta vender cada día a los viandantes de Bagdad. Sin embargo, las autoridades no se lo ponen fácil en el punto de entrada ya que siempre insisten en realizar una revisión exhaustiva de su mercancía, igualmente si solicita aparcar, lo cual supone un tiempo añadido de negociaciones interminables.
Poco a poco la ciudad se ve favorecida por la labor de este joven que se ha empeñado en devolver al país el esplendor literario que ostentaba allá por el siglo VIII antes de cristo pero que terminó con la conquista del imperio Mongol en el año 1258. Reticentes a perder su patrimonio cultural, muchos amantes de la poesía se acercan a Ali y su librería sobre ruedas para conseguir sus ansiados libros entre los que se encuentran la biografía de Saddam Hussein como uno de los más reclamados.
Entre las calles de Bagdad, la preferida para los estudiantes es la que se encuentra en el centro comercial cerca de la universidad de Bagdad donde los principales clientes son jóvenes que buscan novelas, poesíasy biografías de gente famosa en distintos idiomas. Esta claro que, mientras siga creándose cultura y haya personas que la busquen y la valores, el pequeño vehículo de Ali seguirá rodando por las calles de Bagdad.
Fuente: AP News