En el mundo de las embarcaciones, al igual que en el de los coches, parece que el estatus se mide en metros de distancia. Sin embargo, si ya eres una persona ciertamente adinerada y lo que realmente quieres es disfrutar de la vida, has de saber que muchas veces no se necesita de abundancia para disfrutar, sino de lo justo y necesario. Puede sonar contraproducente hablando de yates, pero el Jet Capsule de Lazzarini Design demuestra que el tamaño no siempre importa.
Este pequeño barco no es nuevo, puesto que fue en 2010 cuando la compañía italiana quiso probar suerte creando una nueva solución para la movilidad acuática, una que combinara el lujo y la comodidad de los ostentosos súper-yates en un conjunto que destaca por su compacto empaque. El resultado, una especia de moto de agua con esteroides y capota que resguarda todo el lujo de a bordo, fue bautizado como Jet Capsule, y pasaría los próximos dos años en la etapa de prototipo.
Lo cierto es que atrajo mucha atención cuando se presentó en 2014 en el International Mónaco Boat Show, al igual que la versión más pequeña y rápida Reptile mostrada a principios de 2015. Un año después, llegaría a los concesionarios. Conservó su aspecto de vaina y ofrece una gran variedad de características y opciones. Pierpaolo Lazzarini, copropietario de la compañía que fabrica el buque, reveló que su inspiración fueron las naves espaciales. En 2018 ya se podía pedir en China, España y Canadá.
Todos los Jet Capsule están fabricados localmente, y lo cierto es que se pueden pedir en una amplia variedad de tamaños, configuraciones y sistemas de propulsión. Basado en un casco de lancha de altura variable, este mini-yate mide 7,5 metros de longitud y una carrocería echa de fibra de carbono (al 70 %). Hay motores diésel y de gasolina de 370 a 740 CV, acoplados a un chorro de agua Hamilton y que ofrecen una velocidad máxima de 35 nudos (64 km/h), con una velocidad de crucero de 23 nudos (43 km/h).
Dependiendo de la configuración elegida, el Jet Capsule puede acomodar hasta nueve pasajeros, e incluso incluyen la posibilidad de agregar una pequeña cocina y sofás que se abren para actuar como camas, además de un pequeño baño privado. Esos tienen una funcionalidad más orientada a la familia, pero aún están lejos de lo que esperarías de un yate con todas las letras. Como tal, probablemente no sea la mejor opción para largas estancias en el mar, pero sí para echar un rato recreativo.
En la cubierta, dispone de todos los aparatos de navegación y tecnología moderna, y puede equiparse con sofás, asientos de pasajeros o un par de bancos con una mesa. No es exactamente el mayor de los lujos que nuestros ojos han podido llegar a ver (aunque sea en fotos), pero Lazzarini cree que es justo lo que un grupo de jóvenes necesita para salir por la noche en el agua, o como un medio de transporte rápido entre los clubes de un archipiélago; No está pensado para largos viajes marítimos.
Las ventanas, que también pueden pedirse a prueba de balas, son fotocrómicas, por lo que reaccionarán a la luz y cambiarán los colores en consecuencia. el Jet Capsule es una alternativa a una lancha clásica, diseñada para aportar lujo a pequeña escala y prestaciones decentes. Aquellos que quieran uno para tendrán que desembolsar el efectivo y esperar seis meses, ya que se hacen bajo pedido en Nápoles. Las unidades más básicas se venden por 140.000 euros, y las más caras rondan los 230.000 euros.
Fuente: Jet Capsule
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