Una de las prácticas más comunes a la hora de medir la presión de nuestros neumáticos es la de llevar el coche hasta la gasolinera más cercana y, ahí, aprovechar para usar la máquina que suele tener toda gasolinera. Esto tiene sus inconvenientes y ventajas; por ejemplo, si nuestra gasolinera más cercana está a varios km de distancia, los neumáticos ya se habrán calentado por lo que la precisión de la medición puede no ser del todo fiable. Ése es el principal inconveniente, mientras que si ya sabemos de antemano que nuestros neumáticos van bien de presión no tenemos por qué ir a la gasolinera expresamente a comprobarlo.
Para eso sirven los manómetros que podemos tener en casa y usar en cualquier momento en nuestro garaje, por ejemplo. Estos manómetros es algo muy fácil de encontrar en distintos lugares, y entre ellos Internet. Básicamente se pueden encontrar dos tipos de manómetros: digitales y no digitales. La diferencia entre digital y no digital viene representada porque unos cuentan con pantalla y otros no, pero la eficacia en la precisión no está relacionada.
El precio, en una tienda de Internet llamada DealExtreme (para mí, es de mis favoritas porque cuenta con gastos de envío gratis) oscila entre los 5 y los 10 dólares… es factible tener, en unas pocas semanas, un manómetro en casa por unos 5 euros. Ahora bien, ¿qué tengo que tener en cuenta a la hora de comprar un manómetro?
Lo primero de todo es la unidad de medida; hay varias unidades en las que se mide la presión y es fácil pasar de una a otra, pero si queremos evitar problemas lo mejor es adquirir un manómetro que indique la medida de presión que indica nuestro neumático (bar). Por lo general, los manómetros digitales pueden mostrar la presión en distintas medidas, como es el caso del manómetro de la imagen superior que podéis encontrar en este enlace.
En lo que respecta a los no digitales, como el de este enlace, por lo general sólo muestran la presión en una única medida y lo preferible es que sea en bar. Por lo general, son algo más baratos pero la diferencia no es significativa. Por lo demás, no hay mucho que tener en cuenta a excepción del fallo en la medida de presión; éste viene indicado casi siempre en la descripción del producto. Obviamente, lo preferible es que el fallo sea el menor posible.