En el mundo saludable del siglo XXI el término minibar no se entiende demasiado, pero hubo un tiempo que en los aparadores de todas las casas existía un espacio reservado para botellas de alcohol, que se abría en ocasiones especiales. Pero nunca habíamos visto algo como este, un MINIbar en todos los sentidos de la palabra, fabricado a partir de la parte trasera de un Mini Cooper clásico.
La carrocería trasera del este MINI color British Racing Green (más clásico no se puede), se montó en un marco de acero hecho a medida que se extiende desde los asientos traseros hacia adelante. Tiene un piso de roble recuperado y en la parte trasera hay una tapa del maletero que se abre para mostrar una selección de espirituosos y cristalería.
El donante había sido un MINI Cooper que destrozó por completo su parte delantera en un accidente frontal. Y pocos usos mejores se nos ocurren que darle a esa mitad sana. Los asientos traseros sirven ahora como sofá y el techo como porche para los que se sientan debajo. La tapa del maletero, que se abre hacia la sección de la barra trasera, se pliega hacia abajo y crea una superficie que se puede utilizar como mesa para preparar cócteles.
A cada lado tiene mesas de roble grabadas con ventana trasera abatible. Y elementos para completar el conjunto, como una estufa de leña, hecha de llantas de acero, con soporte para sartenes y un lugar para poner los troncos, forjado a base de herraduras.
El MiniBar está diseñado para ubicarse en un jardín y crear un área de descanso. Además, puede moverse sobre sus ruedas y reubicarse si es menester necesario. Este conjunto, realizado por The Galloping Gallery, lo ganó su propietario en un sorteo de Mission Motorsport en 2022. Ahora lo donó de nuevo a esta organización benéfica (dedicada a ayudar a los afectados por las operaciones militares) para que lo subastase y han recaudado 5.000 libras (en torno a 5.700 euros).
Fuente: Collecting Cars
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