A finales del pasado año informábamos acerca de la última inversión de la DGT. Nada menos que 860.000 euros para adquirir 60 nuevos radares láser portátiles que incluso podrían ir en las motocicletas de la Guardia Civil. Ahora ya conocemos todos los detalles de estos dispositivos que se presentan con una tecnología más avanzada y un tamaño tan reducido que hace que sean casi imposibles de detectar.
Los radares Velolaser hechos por la empresa Inviasistemas son tan compactos que se pueden sujetar con una sola mano. La principal ventaja que ofrecen a los agentes es que no necesitan ningún tipo de instalación, basta con colocarlos en un guardarraíl, en un vehículo o en un trípode. Estos nuevos dispositivos tampoco requieren una maraña de cables que los delaten, son inalámbricos y tienen una batería que aguanta varias horas.
¿Y cómo le llegan los datos recogidos por el radar a las autoridades? Pues estos nuevos radares se controlan mediante dispositivos portátiles. Bastará una tablet o un ordenador conectado vía WiFi (a una distancia de 50 metros) o a través de 3G/4G (sin limitaciones de distancia). Todas las imágenes que recoja el radar, además de poder ser visualizadas en el momento, quedarán almacenadas en una tarjeta SD.
Los radares Velolaser son capaces de detectar excesos de velocidad de hasta 250 km/h. También tienen la capacidad de distinguir la velocidad de varios coches en un rango de distancia de entre 15 y 50 metros, además de controlar hasta dos carriles de circulación. Teniendo en cuenta el presupuesto anteriormente citado, cada dispositivo habría tenido un precio de alrededor de 14.000 euros. En definitiva, el aparato que será el perfecto aliado para las autoridades y, probablemente, el más odiado para muchos usuarios.
Fuente: Todoradares