El final de la pasada semana fue convulso para Tesla. Reducía precios de sus modelos en Estados Unidos, Europa y China. El nuevo Model 3, por ejemplo, bajaba su precio a 231.900 yuanes (29.830 euros, una reducción de unos 2.000 euros respecto al precio anterior). Y en Alemania el Model 3 más vendido, el de propulsión, bajaba en la misma proporción, a los 40.990 euros desde los 42.990 euros que indicaba la web del fabricante desde febrero. En Estados Unidos los Model Y, Model X y Model S bajaban 2.000 dólares su precio el viernes.
Son tres ejemplos de los tres principales mercados en los países donde Tesla tiene fábricas. Estos recortes de precios se veían también en otros países de Europa, Oriente Medio y África, según aseguraba un portavoz de Tesla a Reuters.
Este movimiento va ligado a un hecho irrefutable Las acciones de Tesla han caído un 40% en lo que va del año. La acción es la segunda con peor desempeño en el S&P 500 en el año. ¿A qué se debe este movimiento? Pues se han juntado varios factores:
- Primera caída de las ventas: Tesla anunciaba que sus ventas globales en el primer trimestre cayeron un 8,5 %, hasta los 386.810 unidades. Es la primera vez que anuncia una caída en las entregas interanual… y hubo movimientos, pues la semana pasada anunciaba que despide a más del 10 % de sus trabajadores.
No es algo que le ocurra solamente al fabricante norteamericano. Es un hecho que la demanda de coches eléctricos se ha ralentizado en todo el mundo. Y como las fábricas no paran de inmediato, cada vez hay más oferta y comienzan las guerras de precios, sobre todo contra rivales chinos como BYD. Tesla además, tardó en actualizar su gama demasiado… y en algunos aspectos se nota que además que ha abaratado los productos.
- Dudas en la apuesta de conducción autónoma: Gran parte de la cotización de una acción corresponde a lo que el mercado cree que puede llegar a ser en el futuro. La compañía era percibida como pionera en el campo de la conducción autónoma. Pero el Autopilot ya está por detrás de otros fabricantes como Mercedes o Ford. El software de estos rivales ya permite la conducción autónoma de nivel 3 –sin sujetar el volante– en algunos entornos… El de Tesla, tras 10.000 millones de dólares de inversión, no lo alcanza.
Elon Musk apuesta a que la tecnología se convertirá en una importante fuente de ingresos pero el mercado no lo ve así todavía. En Estados Unidos han bajado ya un tercio el precio del software de asistencia al conductor (Full Self-Driving, o FSD). Al mismo tiempo anuncian un gran impulso de robotaxi en agosto. - Problemas con los últimos lanzamientos: El Tesla Cyberturck es una pick-up eléctrica que prometía ser disruptiva. Tras ver que su autonomía y prestaciones fuera del asfalto no son las prometidas, los desajustes en los paneles que la forman, que hay que lavarla para que no se estropee… ahora tocó retirar casi 3.900 unidades para reparar o reemplazar los pedales del acelerador. Podían desprenderse y hacer que el vehículo acelerase involuntariamente, aumentando el riesgo de un accidente.
- No hay visos de nuevos modelos: Muchos piensan que es el momento de centrar esfuerzos en un Tesla Model 2 de acceso a la gama. De hecho, Reuters informaba el 5 de abril que lo descartaba de sus planes para impulsar el proyecto de robotaxis. Musk publicaba en X que «Reuters miente»… pero sin dar un solo dato y no ha vuelto a hablar del modelo. Los inversores piden claridad.