Que te multen por exceso de velocidad o conducir bajo los efectos del alcohol es algo totalmente lógico y que no admite discusión alguna. Pero que te multen por hablar con el copiloto… eso ya es harina de otro costal. Eso es lo que le pasó a un conductor de una localidad de Gran Canaria, el cual iba hablando, totalmente normal, con su compañero hasta que un Guardia Civil le mandó parar.
Armando C.S. es un conductor de 41 años que fue multado por hablar con el copiloto el pasado viernes, entre los municipios grancanarios de Arucas y Teror, por «conducir un vehículo sin mantener la atención permanentea la conducción» y mantener una conversación con el acompañante contiguo mirándole en repetidas ocasiones. Ante este hecho, la Guardia Civil le ha multado con 80 euros (tiene hasta el 2 de enero para beneficiarse de una reducción del 50%) sin pérdida de puntos, al ser falta leve (En este sentido te puede venir bien leer el artículo sobre Las multas más raras que pueden ponerte).
El conductor ha declarado que cuando los agentes le comunicación el hecho por el que iban a multarle pensó que se trataba de una broma, ya que, aunque reconoce que estaba hablando con su compañero, asegura que se trataba de una conversación normal que se puede dar en cualquier vehículo.
Muchos se preguntarán, ¿por qué hacen este tipo de multas tan ridículas? Desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) aseguran que esta actitud de la benemérita viene a demostrar que «el RAI (Resumen de Actividades Individuales) está haciendo mucho daño, porque se basa en el número de denuncias que tiene cada agente para no retirarle el plus de productividad que llega a ser de 240 euros”.
Además, desde la AUGC mantienen que “hay que cubrir el expediente y poner el mayor número de denuncias, porque nadie quiere quedar el último de la unidad”. Además, explican que “un comercial vende y si llega a 100 ventas tiene una comisión. En la Guardia Civil con el RAI no hay límites. Lo importante es no quedar el último”.
Respecto al hecho en cuestión, la AUGC recuerda que lo más justo en este caso hubiera sido parar al conductor y pedirle que preste atención a la carretera. De hecho, recordaban que hace poco tiempo también una mujer que recibió una multa en Las Palmas de Gran Canaria “por ir bebiendo un actimel mientras conducía”.
Vía: El País