Corría el año 1967 y Estados Unidos se encontraba en la cúspide de la revolución hippie. En ese momento, el fabricante de los legendarios amplificadores VOX estaban buscando una nueva forma de promocionar sus productos… Y lo encontraron en el mundo de los coches modificados. Imaginamos que su idea original era crear un coche con forma de amplificador… pero como parecería más una furgoneta de reparto que un anuncio sorprendente, optaron por una alternativa mucho más llamativa y original: un coche guitarra.
Quién mejor que George Barris, posiblemente el mejor customizador de coches de la historia del cine, con trabajos como el Batmobil de la serie original de televisión, para encargarse de un proyecto así. La idea era que su silueta pareciese una guitarra y tuviese su propio audio de alta fidelidad, utilizando un equipo de sonido VOX, poer supuesto. Pero lo mejor es que Barris creó un hermoso roadster… completamente funcional en todos los aspectos. Contaba con un enorme y antiguo motor de un Cobra AC con 275 CV y se dice que podría alcanzar los 281 km/h. Nos parece exagerado a todas luces… y no creemos que jamás haya alcanzado ni una cuarta parte de esa velocidad.
A que se movía hay que añadir que el Voxmobile era en realidad un auténtico amplificador gigante sobre ruedas. A él se podían conectar nada menos que 32 guitarras (no todas al mismo tiempo, sino que 32 modelos eran compatibles) en los conectores de entrada situados a lo largo de la parte superior del carenado lateral. También tenía un doble teclado Continental manual de VOX montado la zaga.
Los sonidos de los riffs de guitarra eran amplificados por tres potentes amplificadores VOX Beatle, completas con reverb, realce de agudos / graves y aumento de rango medio. Había hasta un sinfín de altavoces ocultos en el coche. Dos altavoces principales sobre el colector de admisión, cinco altavoces de 18 pulgadas, doce para los graves y cuatro tweeters. Había hasta moduladores para producir las canciones si no sonaban demasiado bien… Para que el Voxmobile pudiese ser utilizado al máximo, se añadieron unos «estribos» de cromo en laterales y la parte trasera. El objetivo: que tres guitarristas y un organista pudiesen tocar mientras el coche participaba en un desfile. ¡Mil veces mejor que una banda!
En realidad el coche había sido diseñado originalmente para protagonizar junto a Jack Nicholson una película contra-cultural, una «road movie ácida» tituladaPsych-Out (Pasaporte a la locura) en la que el personaje de Jack se llamaba Stoney. El lugar donde cualquiera desearía ver su producto… Pero por desgracia para VOX todas las escenas en las que el coche iba a aparecer se quedaron en la sala de montaje.
A pesar de su fracaso para ocupar un lugar en la historia del cine, el Voxmobile aún podría servir como anuncio promocional. Contaba con guitarras, un teclado, altavoces y amplificadores (cómo no)… Y así pasó sus días, hasta convertirse en objeto de culto. De hecho, esta pieza de la historia moderna de Estados Unidos se puso a la venta en Ebay y solicitaban nada menos que 175.000 dólares. No sabemos si alcanzó su objetivo, pero en algún lugar del mundo puede que haya un hombre orquesta más feliz que unas castañuelas.
Fuentes: Voice of East Anglia, Barris
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